Fin del rally: el sector tecnológico cae 10% y se encamina a anotar su peor mes desde 2008

Si bien los analistas ven a una corrección saludable, la importante baja en las acciones tecnológicas comienza a generar comparaciones entre la caída actual y la evidenciada tras el estallido de la burbuja puntocom en los años 2000. 

Las acciones tecnológicas vuelven a caer a comienzo de semana y de esta manera evidencian pérdidas de más del 10%, lo que lleva al índice tecnológico Nasdaq a registrar su peor mes desde 2008. Advierten que se trata de un ajuste natural después de avances de mas del 60% desde marzo. Sin embargo, comienzan a sonar alarmas respecto a si el ajuste actual esconde detrás una corrección más importante.  Las visiones siguen siendo optimistas y ven a esta baja como un movimiento normal.

El sector tecnológico se encuentra dentro del proceso de ajuste más importante desde que comenzó la crisis de coronavirus y parte de dicho parate esta explicando la debilidad actual que se esta viendo en Wall Street. En lo que va de septiembre, las grandes acciones del sector tecnológico muestran un fuerte retroceso. Los papeles de Apple caen 19%, seguidas por Amazon que pierde un 15,5% y Facebook que cae 14,8%. Le siguen Netflix , Microsoft , Google y Tesla que pierden 13,9%, 11,3%, 11,2% y 6,4% respectivamente.

La baja de estas acciones esta empujando hacia abajo al Nasdaq, que retrocede en el mes de septiembre un 9,6%. Si el mes cerrase hoy, el índice estaría teniendo el peor mes desde la crisis de 2008. En dicho año, cayó 11,6% en noviembre y más del 16% en octubre.

Sin embargo, en lo que va del año, el balance es más que positivo ya que estas compañías evidencian subas importantes. Tesla es la acción que más gana con un 428% en 2020. Más abajo se encuentran Amazon y Apple que avanzan un 60% y 45% respectivamente. Detrás, con una suba de 27% se ubica Microsoft, mientras que Google es la que menos gana en el año, subiendo 8,4%.

El tamaño del sector tecnológico

Las acciones del sector tecnológico han tenido una dinámica dispar respecto del resto de las acciones del sector industrial, el financiero, aerocomercial, consumo y energético. El selectivo S&P 500 se muestra en positivo en lo que va del año, gracias a la suba de las acciones tecnológicas.

Los analistas de Schroders remarcaron que estas empresas “superestrellas se han beneficiado en gran medida de las consecuencias económicas de la crisis, ya que más personas confían en su tecnología para trabajar y comprar desde su casa. Sin embargo, remarcan que su creciente dominio está generando preocupaciones sobre la composición de alto peso del mercado de valores de EE.UU. y la sostenibilidad del repunte tecnológico.

“Al 14 de septiembre, el S&P 500 subió un 6% este año, mientras que los FAMAG (Facebook, Amazon, Microsoft, Apple y Google) aumentaron colectivamente un 42%. Si excluimos a los gigantes tecnológicos, el rendimiento del índice cae al 2%. En otras palabras, la renta variable estadounidense sería un 8% más baja este año sin los FAMAG (o un 11% si se mide en su punto máximo el 2 de septiembre). Así de importantes se han vuelto estas empresas , sostuvo Sean Markowicz, estratega y research de Schroders.

Para entender por qué sube el S&P500 mientras sube las acciones tecnológicas hay que analizar que ponderación que ocupan dichas acciones dentro del índice. En 2014 las acciones tecnológicas representaban menos del 10% del S&P500 mientras que en la actualidad ese guarismo supera el 25%.

En ese sentido, desde Schroders advirtieron que el mercado estadounidense está cada vez más concentrado y que una razón por la que estas empresas se han vuelto tan influyentes es porque son las acciones más ponderadas del índice.

“La carrera de los inversores hacia la tecnología este año ha impulsado el peso de los FAMAG en el índice S&P 500 a un récord del 25%, más del doble de su peso de hace cinco años. Esto significa que el rendimiento de las FAMAG afectará claramente al rendimiento del mercado en general más de lo que lo hará una empresa de pequeña capitalización. Para ilustrar esto, supongamos hipotéticamente que los FAMAG cayeron colectivamente en un 10%. Eso significaría que todas las 495 acciones restantes en el S&P 500 tendrían que aumentar al menos un 3,3% solo para que todo el nivel del índice permanezca igual , dijo Markowicz.

¿Parecido a la burbuja de las puntocom?

La caída del 10% del sector tecnológico resulta clave para analizar el futuro de las acciones a nivel agregado. Dada la elevada valuación de las compañías del sector tecnológico y la importante caída actual, muchos analistas en el mercado se preguntan si no estamos en presencia de una baja similar a lo que se observó en los años 2000 con el estallido de la burbuja puntocom. Además, muchos dudan si las valuaciones de dichas acciones no fueron demasiado altas.

“Las comparaciones entre las puntocom de 1999 y las actuales son demasiado simplificadas. A menudo ignoran el hecho de que muchas de las empresas de Internet de rápido crecimiento en ese entonces no generaban ganancias o flujos de efectivo significativos. Por el contrario, los gigantes tecnológicos actuales son muy rentables. Representan el 15% de las ganancias S&P 500 de los últimos 12 meses y una proporción aún mayor de las ganancias previstas a 2023, las cuales alcanzan el 20% de las ganancias proyectadas a dicho año , dijo Sean Markowicz.

 

Por su parte, Kristina Hooper, chief global market strategist del fondo de inversión Invesco, dijo que si bien existe el temor de que la caída actual de las acciones tecnológicas sea el comienzo de otra venta masiva dramática, similar a la primavera de 2000 cuando estalló la “burbuja tecnológica , la especialista duda que sea efectivamente así.

Una de las razones por las cuales Hooper cree que no estamos en presencia de una crisis similar a las de la burbuja puntocom es que actualmente estamos en un entorno actual de tipos de interés es muy diferente y que éste es un entorno de política monetaria muy diferente al que vimos en 2000 cuando estalló la burbuja tecnológica.

“El entorno de las tasas de interés es muy diferente en 2020 que en 2000. Vale la pena recordar que en el verano de 1999, la Reserva Federal (Fed) comenzó a subir las tasas. En marzo de 2000, la tasa efectiva de fondos federales era del 6,17%. Después de que las acciones comenzaron a caer, la Fed siguió subiendo las tasas. En junio de 2000, la tasa de fondos efectiva era del 6,86%. Por el contrario, la tasa efectiva de fondos federales en agosto de 2020 fue del 0,10%. Además, acabamos de escuchar al presidente de la Fed, Jerome Powell, en su discurso de Jackson Hole, que la Fed está cambiando su política de metas de inflación para ser aún más acomodaticia , comentó.

Con una visión similar, Brian Belski, estratega jefe de inversiones de BMO Capital Markets, escribió en una nota el jueves pasado que “después de un aumento del 62% en los precios de las acciones tecnológicas desde los mínimos de marzo, todo lo que se necesitó fue una caída del 11,4% de tres días para sacudir la confianza de los inversores e incitar nuevos temores de una caída de precios severa y prolongada comparable a la burbuja de las puntocom".

Además, Belski dijo que encontró “las comparaciones constantes con principios de la década de 2000 bastante absurdas, dadas las diferencias significativas que existen en los fundamentos subyacentes de las acciones tecnológicas entre los dos períodos".

En su nota, Belski argumentó que “cuando se trata de ganancias, dividendos, solidez del balance, valoración y atributos de calidad, las acciones que componen el sector tecnológico actual están sustancialmente mejor posicionadas que los nombres tecnológicos de hace 20 años, lo que debería brindar apoyo para conocer los precios en los próximos meses".

Entre sus ejemplos, casi el 87% de las acciones de tecnología en el S&P 500 no han experimentado pérdidas de ganancias por acción en ninguno de los últimos cinco años, en comparación con alrededor del 64% a principios de 2000. Además, el 47,2% de las acciones de tecnología están pagando dividendos ahora, frente al 19,5% hace 20 años, mientras que las posiciones de efectivo como porcentaje de los activos totales ahora se sitúan en el 22,3% frente al 18,7%, una señal de "mejora significativa" en la solidez del balance, dijo.

Optimistas pero con volatilidad

Si bien el ajuste actual puede traer ciertas dudas sobre el futuro de las acciones, la dinámica y crecimiento de las mismas puede ser aprovechado como una oportunidad de compra en el mediano y largo plazo.

Hacia adelante, Kristina Hooper se muestra optimista sobre el futuro de las acciones tecnológicas, aunque advierte que podría seguir evidenciándose un contexto de elevada volatilidad en las mismas.

“Hay razones importantes para ser positivo en el sector tecnológico, en mi opinión. Eso no significa que no habrá más días de baja o mayor volatilidad, pero creo en las perspectivas a más largo plazo para el sector. Y creo que el sesgo sigue siendo alcista para los activos de riesgo en general debido a la política monetaria extremadamente acomodaticia de los bancos centrales de todo el mundo, pero especialmente de la Fed , dijo Hooper.

Finalmente, Brian Belski, de BMO Capital Markets, argumentó que el reciente retroceso de la tecnología no es un precursor de una mayor liquidación, pero probablemente demostrará ser un "período saludable de consolidación después de un repunte dramático de precios en los últimos seis meses"

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