En Wall Street creen que los ajustes más duros vendrán recién en el 2017
En un seminario en Nueva York, expertos coincidieron en que Scioli y Macri, aunque por distintas razones, dejarán los cambios críticos para una segunda etapa
Wall Street apuesta hace varios meses a que surja un nuevo liderazgo político en Argentina tras las elecciones de octubre, pero ante la posibilidad de un ballotage reina la cautela y las predicciones se basan en cómo se desenvolverá el próximo gobierno.
Este fue el clima que reinó en el seminario de la Emerging Markets Traders Association (EMTA) el viernes en Nueva York, en el que se discutieron las expectativas del mercado en relación al escenario electoral y las políticas que llevará a cabo la nueva administración que asuma el 11 de diciembre.
La impresión de quienes participaron del encuentro fue que el panel compuesto por Arturo Porzecanski, (profesor de la American University), Fernando Losada (AllianceBernstein), Patrick Esteruelas (EMSO), Siobhan Morden (Jefferies) y Alejandro Catterberg (Poliarquía Consultores) es que el nuevo gobierno podría desenvolverse en dos etapas. Una inicial en la que se implementen ciertos retoques o ajustes, seguida por una fase de cambios más profundos que logren encaminar la economía.
Uno de los autores de esta teoría es Porzecanski, quien considera que por restricciones políticas en el caso de Mauricio Macri y por la combinación de estas restricciones junto a la pesada herencia política que recibirá Daniel Scioli, el año próximo será un reflejo de cambios "de menor envergadura" de manera que "no afecten en forma directa al bolsillo de las personas".
En este sentido, Porzecanski apuntó que 2016 podría ser reflejo de un nuevo Indec y el inicio de las negociaciones con los holdouts. "Cuando eso no arregle mucha cosa y haya que hacer algo más drástico relacionado al tipo de cambio, el precio de la electricidad, las retenciones de la agricultura, en una segunda etapa, quizás en 2017, veamos sobre la mesa el tipo de medidas muy discutidas, debatidas y quizás resistidas", se explayó Porzecanski cuando fue consultado por El Cronista luego del encuentro, para obtener detalles de su postura.
"La impresión que me llevé es que hay consenso que si Scioli gana, la implementación de políticas será muy gradual. Si las valuación del mercado no está conforme, entonces entraríamos a una segunda fase con cambios más intensos", concordó otro de los participantes del encuentro, con la condición de no ser identificado.
El seminario, que contó con una importante asistencia de inversores, algunos de los cuales tuvieron que conformarse con ver la imagen de los panelistas en una proyección montada en una sala aparte, también puso foco en los temas que tendrán que ser motivo de ajuste, especialmente en el déficit fiscal.
"Yo creo que al mercado le gustaría que las medidas sean lo más rápidas y más profundas posibles pero los inversores están convergiendo a que eso no va a ocurrir", dijo uno de los asistentes del encuentro.Esta mirada coincide con la evaluación que hicieron inversores privados en las reuniones que se llevaron a cabo en Lima hace dos semanas, en el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial.
En caso que gane Scioli, los inversores ven con recelo que el equipo económico del candidato no tenga entre sus prioridades resolver la brecha cambiaria hasta tanto no resuelva otros temas, como la acumulación de reservas, el arreglo con los holdouts, la quita de subsidios, el acceso al crédito y la retención a las exportaciones.
"Da la sensación que la Argentina va a tener que extender muchos controles que son política pro-mercado. Eventualmente se va a derivar una especie de shock, pero puede tomar un año para que se cierre la brecha completamente", dijo Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente.