El mercado confía más en bonos de empresas que en títulos soberanos
Los bonos corporativos en dólares rinden menos que sus pares soberanos. Cuestiones de liquidez distorsionan el precio y la tasa de interés
Dados los rendimientos de los bonos soberanos argentinos y de los bonos corporativos, parecería que los inversores tienen mayor confianza a las compañías que al Estado Nacional.
Los bonos en dólares argentinos con un vencimiento menor a 6 años rinden entre 17% y 13% mientras que los bonos corporativos en moneda dura al mismo vencimiento rinden entre 14% y 7%. De esta manera, el mercado entiende que hay mayor seguridad en los títulos emitidos por las compañías argentinas. De todos modos, cuestiones de liquidez, percepción de compromiso para el pago de sus obligaciones e historia crediticia de cada compañía colaboran para que los rendimientos de los bonos corporativos se ubiquen entre 150 y 700 puntos básicos por debajo de los soberanos.
Los bonos de YPF a 2021 y 2025 rinden 10,4%, Tecpetrol a 2022 8,06%, Telecom a 2021 rinde 9,2%, Arcor a 2023 rinde 7,9%, Pampa 2023 rinde 10,3% y Banco Macro 2026 rinde 11,55%, entre algunos ejemplos. Por su parte, los bonos soberanos Bonar 20 rinde 15,1%, el Bonar 2021 rinde 16,9% el Bonar 2024 rinde 17,4% y el Bonar 2026 rinde 13%.
Aunque hay factores técnicos que puedan explicar parte de la diferencia entre el premio que pide un inversor por compara un bono corporativo argentino y el rendimiento mucho mayor que exige por un papel soberano, la señal es clara. Las empresas de mejor reputación, no van al default.
Marco Valenti, analista senior de Invertir en Bolsa (IEB) señala que los Inversores del exterior vienen demostrando un mayor interés por obligaciones negociables locales en comparación con los bonos soberanos en dólares.
"El atributo diferenciador de los bonos corporativos es la percepción de una 'mayor voluntad de pago' por parte de las firmas en comparación con el del Estado argentino, esto en base a la historia argentina y algunas declaraciones de posibles candidatos a la presidencia. Las preguntas que recibimos mas frecuentes suelen ser, si las mismas registraron default en 2002 y que tan rápido pudieron reestructurar en caso de haber caído", dijo Valenti.
La liquidez también pesa
Si bien la foto refleja que los bonos corporativos operan con un spread menor, en realidad existen cuestiones técnicas tales como el volumen operado, hacen que el precio y la tasa reflejada en el mercado no sean igual de confiables.
Ignacio Boccardo, director de fondos de Industrial Asset Management entiende que debido al bajo volumen operado en la renta fija corporativa el diferencial de tasa entre los bonos corporativos y los soberanos no siempre refleja el valor de mercado dado su bajo volumen, a la vez que entiende que las obligaciones negociables no funcionan como cobertura al bono soberano.
"No creo que los bonos corporativos sea una cobertura contra el soberano. Hay bonos corporativos que tienen bajo riesgo. Lo malo de los bonos corporativos es que tienen muy poca liquidez y a la hora de salir del mercado, los spreads entre compra y venta se hacen muy grandes. El precio de bonos corporativos termina siendo mentiroso ya que no reflejan el valor real dado que no se opera", dijo Boccardo.
Matias Roig, director de Portfolio Personal Inversiones (PPI) coincide con Boccardo al resaltar que el gran escollo para invertir en este tipo de productos está relacionado con cuestiones de liquidez
"Los precios indicativos para comprar o vender bonos corporativos no son tales debido a que no operan con tanta frecuencia. De esta manera, ni el precio ni la tasa de los bonos corporativos es el real", dijo Roig.
Por otro lado, el director de PPI aclaró que desde la compañía buscan diferenciar dos tipos de bonos corporativos. Por un lado, destacan aquellos que tienen cierta dependencia del Estado como el caso de las obligaciones negociables de Pampa. Por otro lado, resaltan los bonos de compañías que son sólidas desde el lado financiero y que, en algunos casos, generan dólares genuinos. "Este seria el caso de bonos de Arcor o Tecpetrol. Son compañías que generan dólares y que, en un escenario de estrés, probablemente sufran menos", dijo.
Mauro Mazza, head de research de Bull Market Brokers agregó que "Argentina no es uniforme. Hay distintos riesgos, y se da una paradoja, donde la deuda corporativa es más segura que la deuda soberana, porque primero hay 'fierros' detrás. Segundo, tienen estabilidad institucional. Las empresas no están bajo la paranoia de la democracia que puede poner un loco o un sensato de un día para el otro. Esa es la razón", explicó Mazza.