El cepo no alcanza a frenar la dolarización y agota el poder de fuego del BCRA

La artillería del Banco Central para enfrentar la dolarización de carteras está al límite. Pese a los esfuerzos, el tipo de cambio no cede, se amplía la brecha y las reservas sufren.

A falta de solamente una rueda cambiaria para las elecciones presidenciales, la incertidumbre financiera recrudeció y el dólar saltó con fuerza, no solo en el segmento oficial sino también en sus cotizaciones paralelas. La respuesta del Banco Central (BCRA) fue redoblar sus esfuerzos de intervención, en el marco del cepo cambiario.

El dólar mayorista ganó 45 centavos ayer hasta $ 59,45. El billete minorista, por su parte, subió 97 centavos y cerró en $ 63,34. El BCRA hizo ventas y subastas en el mercado, que los operadores estimaron en u$s 550 millones. Se trata de la mitad del volumen operado en el día, de u$s 1000 millones, en un mercado cambiario al que solo acceden sin trabas las personas físicas que pueden comprar hasta u$s 10.000 mensuales.

Los inversores institucionales, en cambio, recurren a las cotizaciones paralelas, cuya brecha con el tipo de cambio oficial se amplió en las últimas jornadas. Ayer, el contado con liquidación cerró en $ 78,71 y la diferencia con el dólar mayorista trepó a 30,89%. El MEP, por su lado, quedó en $ 73,23, con una diferencia de 23% sobre el oficial. En el mercado informal, el blue cerró en $ 69,75, un 10% por encima del billete minorista.

Los pesos que se vuelcan a dólares en las jornadas previas a las elecciones tienen diversos orígenes. Por un lado, las últimas licitaciones de Leliq resultaron expansivas, con bancos que no quieren renovar sus posiciones en letras ante la salida de depósitos en moneda local. Es que los clientes desarman plazos fijos y se quedan en cuentas a la vista o se pasan a dólares.

Con la tasa en el piso de 68%, el BCRA inyectó alrededor de $ 210.000 millones esta semana. Parte de eso fue destinado a pases a un día, que los bancos eligen antes que las Leliq a 7 días porque les permite manejar la liquidez de sus clientes.

Otra fuente de pesos son los desarmes de fondos comunes de inversión, cuyos cuotapartistas apostaron a tasas en pesos en el lapso que transcurrió entre el reperfilamiento y la nueva previa electoral. Esa salida de ahorristas, que alcanzó los $ 12.000 en dos días (ver pág. 2) se vuelca básicamente al mercado cambiario, en búsqueda de cobertura.

Una tercera fuente de pesos son los inversores que salen de títulos y acciones argentinas para dolarizarse en un marco de incertidumbre. Desde las elecciones primarias, el índice S&P Merval cayó más de 92% en dólares y los títulos públicos acompañaron y por estos días sus precios descuentan una reestructuración con quita. Con valuaciones por el piso, ayer aparecieron compras de oportunidad y subieron tanto los bonos como las acciones locales (ver pág. 3).

"El BCRA está haciendo lo que puede. No puede resolver la incertidumbre política macro porque la gente tiene temor y está dolarizando sus activos. Hay que llegar a un punto de equilibrio porque es difícil proteger reservas y tipo de cambio a la vez. De todos modos, a largo plazo, la solución no es ni intervenir ni el control de cambios, se necesita una señal política que genere confianza", interpretó Alberto Ramos, director gerente para mercados emergentes de Goldman Sachs.

Nicolás Kohn, estratega jefe de Alberdi Partners, consideró que los precios actuales tienen descontada la información que surgió tras las PASO y apuntó las claves a seguir una vez superadas las elecciones. "Si efectivamente gana Fernández en primera vuelta, el mercado mirará la diferencia con respecto a Macri, para ver cuán atomizada va a estar la oposición. Y, también, los anuncios que haga sobre su gabinete. Sumado a esto, hay un riesgo: las marchas de apoyo a Macri dan la sensación de que no todo está perdido y que puede llegar a una segunda vuelta. Si eso no se confirma, la base de apoyo del oficialismo podría disparar una nueva etapa de dolarización", indicó.

La dolarización de portafolios previa a las elecciones no es una novedad para una conducción del BCRA que se vio forzada a instalar un cepo cambiario tras el cimbronazo financiero que sufrió Argentina luego de las elecciones primarias. Pese a ello, el organismo que preside Guido Sandleris perdió u$s 21.051 millones de sus reservas desde las PASO y en el mercado deducen que habrá mayores restricciones a partir de la semana que viene.

Una de las explicaciones de la baja de reservas es el retiro de los depósitos minoristas en dólares, que ya perdieron un tercio desde Paso. "Las reservas tienen límites, todos los días se están perdiendo por salida de depósitos y baja de encajes, servicios de la deuda e intervenciones para darle la estabilidad al tipo cambio. Esto último tiene un valor, es un bien público aunque se usen reservas porque el movimiento del cambio tiene consecuencias para la economía real, el empleo, el crecimiento y la parte fiscal y de solvencia del gobierno. Pero, a largo plazo, no es la solución", concluyó Ramos.

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