Eduardo Hecker: "El Banco Nación ya recuperó su liquidez y niveles de solvencia como nunca"
La principal entidad del país puso en marcha un stock de $ 73.500 millones para asistir a empresas en la pandemia. Y en dos semanas, abrió 1,3 millones de cuentas para cobrar IFE. Por si fuera poco, redefinió estrategias: busca un foco en las Pymes. En esta entrevista con El Cronista, el presidente de la entidad habló del respaldo del Gobierno para no descapiltalizar al Banco. Y explicó cómo recuperó fondeo
"Encontramos un banco que estuvo bastante golpeado por la situación de los últimos años, en parte porque no fue buena la situación económica, y eso impacto en el Banco Nación, pero también hubo un deterioro patrimonial, fruto de transferencias de utilidades y de altas tasas de interés pagadas por los depósitos del sector público, que debilitaron patrimonialmente el Banco", explica Hecker en diálogo con El Cronista.
En los últimos meses, la entidad quedó en el ojo de la tormenta por el tendal de Vicentin, que expuso al Banco Nación con u$s 300 millones. Pero también con la doble llave de la asistencia financiera a sectores productivos y también la atención de los beneficiarios de la IFE: sumaron 1,3 millones de cuentas en dos semanas. Pero Hecker explica qué estrategia siguió cuando desembarcó en el Nación, desde el 20 de diciembre.
"Tomamos algunas decisiones, como mejorar la rentabilidad y la liquidez. Pasamos de ser el banco que pagaba las tasas más altas, cosa que el BNA era lo contrario, a ir a tasas de mercado. Y la otra decisión importante que tomé fue volver a tener un banco que diera crédito a las pymes. Es una decisión medular, estratégica, que hace a los objetivos que tiene que ser la banca pública".
-¿Dieron ya algunos pasos en ese sentido, además de los créditos a tasa subsidiada?
-Si, de entrada nos enfocamos en el crédito a pymes, particularmente capital de trabajo, porque nos parecía que después de tantos años necesitábamos volver a tener líneas de crédito accesibles, a tasas de mercado competitivas para pymes, y la pandemia y las consecuencias económicas aceleraron la necesidad de asistencias tanto en nóminas salariales, capital de trabajo, y armamos líneas de crédito para llegar ágilmente. Solamente en el período abril, mayo, junio, volcamos en créditos a las pymes más de $ 35.000 millones. La participación de los créditos UVA, que habían crecido mucho, que representaban el 45% del stock de créditos al sector privado no financiero del BNA. Hoy están en el 28%, no porque amortizaran sino porque creció mucho el crédito a las pymes.
"El Banco Nación estaba muy golpeado por la situación económica, pero también hubo un deterioro patrimonial, fruto de transferencias de utilidades y de altas tasas de interés pagadas por los depósitos del sector público"
-Se estudian esquema de financiamiento a la construcción, y de créditos. ¿Es probable un nuevo tipo de línea para acompañar al sector?
-Tenemos la línea general para hipotecarios, no la estamos enfatizando. No quiere decir que no lo hagamos prontamente. Tendríamos interés sí en participar si hay buenos proyectos para empresas de la construcción, ya sea de vivienda, civil o vinculado a la inversión. No aventuraría decir que tenemos una línea desarrollada para el sector de los desarrolladores. Estamos todavía con una mirada puesta en la emergencia y en la salida de esta situación de pandemia, y de apuntalar a los proyectos productivos y para una salida hacia una nueva normalidad. Una decisión de apostar a la salida lo mejor que se pueda a las actividad económica.... Hay empresas que van siendo exceptuadas y que encuentran las necesidades de financiamiento y lo estamos haciendo, a una tasa de 24% si no tienen otros subsidios.
"Un límite prudencial es no prestar más de 15% de la RPC a una sola empresa. A Vicentin le dieron 21%. Nosotros fijamos límite de 7%"
-Mencionaba áreas saliendo de la cuarentena, ¿hay más demanda de crédito?
-Hay muchas consultas, mucha demanda donde están saliendo. Y también estamos muy activos. Cuando arreció la crisis, el banco dispuso un stock de $ 73.500 millones para créditos, de los cuales nos quedarán poco más de $ 30.000 millones para ejecutar. Vamos a seguir dando créditos, no sólo a pymes, que tienen un rol esencial. Siempre es necesario asistir a las grandes empresas, siempre guardando normas prudenciales, que en exceso incluso estamos tomando.
-¿Cómo es la actual la situación patrimonial?
-No quiero dar todavía las cifras de utilidades, porque están sujetas a revisión. Pero el banco está muy bien en términos de liquidez, y también recuperó la solvencia. Es importante porque revela que recuperamos niveles de solvencia que el banco no había tenido.
-¿Cómo se llegó a esta nueva solvencia?
-Hicimos un trabajo más inteligente en la parte de finanzas, bajamos los costos de fondeo del banco a tasas interés más lógicas en el mercado... Me parece importante decir que el banco está solvente, porque un banco es en definitiva liquidez y solvencia y en ese sentido estoy muy satisfecho por los resultados en momentos tan críticos.
-Vinculado con las utilidades, ¿hay una demanda del Tesoro para que las transfiera?
-No. Encontré tanto en el Presidente como en el Ministro de Economía un respaldo fuerte a la gestión y también la opinión de que el Gobierno no tiene ninguna intención de volver a una descapitalización. No sólo eso, sino está atento a una buena capitalización para que el Banco pueda cumplir su rol y tenga espalda financiera para prestar a sectores productivos, a individuos, a las pymes. Encuentro respaldo, mucho respaldo.
-En materia de préstamos para el campo, ¿qué cambió después de Vicentin?
-Hay demanda de crédito, y el BNA tiene una especial atención a los productores agropecuarios, a los de maquinaria agrícola. También pusimos en el mercado un producto pasivo, las DIVA (depósitos a interés variable ajustados), y asociado a ello políticas de crédito al sector agropecuario, en línea con los requisitos del BCRA de que el productor de trigo y soja certifiquen una liquidación de existencias de al menos el 95%. Los DIVA marchan muy bien. Está creciendo ahora. Fue un producto bien tomado en el mercado, y es una manera de ahorrar en pesos vinculado a la variación del tipo de cambio, que ayuda a contener la demanda de dólares en un momento que es necesario, como siempre en la Argentina, que los dólares se usen adecuadamente para las importaciones, para el comercio exterior.
-¿Creció la morosidad de las empresas del AMBA?
-Obviamente que los créditos que se otorgaron entre abril y junio, todavía es temprano para analizar su morosidad. No lo sabemos. Sí es cierto que fueron créditos muy segmentados. El promedio es de $ 2,5 millones. Eso revela que pusimos en consonancia la política con los hechos, porque revela un crédito a pymes de verdad. Y desde el punto de vista bancario, es una buena noticia porque también segmenta el riesgo. No estamos atados a ninguna gran empresa que pueda hacer ruido, tipo Vicentin, que llegó a representar el 21% de la responsabilidad patrimonial computable (RPC) del Banco. El 21% del patrimonio... Piensen que la norma prudencial es una exposición no mayor del 15% de la cartera. Tomamos una decisión más restrictiva que es no superar el 7%. No vamos a dar créditos a empresas que superen el 7% de la RPC.
-¿Qué sería en números? ¿Un crédito máximo de cuánto?
-Serían, aproximadamente, u$s 60 millones. Hay empresas que operan en comercio exterior, saludables, que son sujetos de crédito para el Banco Nación.
"No sabemos cómo será la mora en préstamos subsidiados; fue $ 2,5 millones el promedio, a pymes de verdad, y el riesgo fue diversificado"
-No parece ser un gran número ese límite...
-Cuando uno mira el desarrollo económico de un país, de los que lograron el desarrollo económico, hay varios modelos a seguir. En mi opinión, la Argentina tiene que tener un modelo de desarrollo económico que tenga base muy sólida en las pymes. No con la idea de que las pymes sean siempre pequeñas, o medianas, sino que crezcan, se gradúen y lleguen a ser grandes. Pero también yo sé que para que alcance su desarrollo económico, la Argentina también tiene que tener un núcleo importante y dinámico de grandes empresas de capital nacional. Entonces, el Banco Nación no puede estar ajeno. El hecho de que nosotros hayamos tomado una medida de limitar, no quiere decir que no apoyemos. Queremos participar en el financiamiento a grandes empresas. De hecho, estamos armando una unidad especial. Pero desde una óptica más moderna, de un banco que no está esperando que vengan las grandes empresas, sino que está acompañando el proceso de salida de esta crisis tan terrible en lo social y sanitario, pero también en lo económico.
"El Presidente y el Ministro están atentos a una buena capitalización para que el Banco tenga espalda financiera para prestar"
-¿En materia de digitalización, están trabajando en los proyectos de billetera digital?
-Estamos analizando nuestros propios proyectos tecnológicos y en un proceso de discusión muy fructífero y novedoso con todos los bancos, con Play Digital. Hemos avanzado en los últimos dos o tres meses en la última dirección. Es importante porque el mundo de los medios de pago es un mundo en transformación, y hay que estar atento a esa transformación. Y aparte piensen que el BNA tiene 11 millones de cuentas. Y para nosotros el tema de la billetera digital no es sólo una cuestión competitiva sino de inclusión financiera. En dos semanas el Banco hizo el onboarding de 1,3 millón por el IFE . Lo pudismos hacer, pero a esa gente tenemos que darles instrumentos digitales. Pero tenemos muchos clientes en sectores populares, jubilados, que cobran la AUH, y para nopsotros todos los mecanismos de inclusión, es unprocso de democratización del sistema financiero para sectores que habitualmente excluidos de él. Nos interesa un BNA activo y partícipe de ese proceso. Atendemos a todos .