Cuatro claves para entender lo que decidió hoy el Banco Central

Finalmente, el Comité de Política Monetaria dio a conocer su esquema de julio. Aquí, los elementos necesarios para entender qué significado tiene lo que actuado por la entidad que conduce Guido Sandleris.  

El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central esperó hasta último momento para dar precisiones sobre el esquema monetario para el mes de julio.

Las decisiones publicadas minutos antes de la apertura del mercado tienen como eje una reducción en los encajes para plazos fijos y también un piso menor para la tasa de referencia, la de la Leliq a una semana.

Estas medidas están compensadas con un endurecimiento de la meta de base monetaria entre agosto y octubre y, además, con el mantenimiento del compromiso del que la entidad conducida por Guido Sandleris no comprará divisas a lo largo de este mes, al tiempo que venderá de ser necesario.

Es decir, la autoridad monetaria parece querer caminar hacia una normalización de la política monetaria sin volver a tropezar con la experiencia de principios de año, cuando la baja abrupta de la tasa y las compras de dólares para sumar reservas e inyectar dinero a la economía se vieron sorprendidas por malos datos de inflación y dólar al alza.

  • Menos encajes

En su comunicado, el Copom dijo que “el BCRA decidió reducir en 3 puntos porcentuales la exigencia de efectivo mínimo sobre depósitos a plazo fijo. Esta reducción representa aproximadamente $ 45.000 millones .

Los bancos están obligados a depositar en el Central una parte de los depósitos que reciben de sus clientes. Este dinero inmovilizado forma parte de la Base Monetaria pero no circula en la economía. Al reducir encajes, la autoridad monetaria aumenta el dinero circulante sin expandir la base monetaria. Es decir, hay más liquidez pero Sandleris y los suyos no incumplen el compromiso de que el promedio mensual de Base Monetaria en julio no supere el $ 1,343 billón. 

Pero hay algo más, al reducir la porción de los plazos fijos que los bancos tienen que inmovilizar a tasa cero en el BCRA, los bancos ven reducidos sus costos de fondeo (el costo de tomar depósitos). Por eso, pueden pagar más tasa por los plazos fijos.

En resumen: esto permite que la tasa de la Leliq siga bajando sin que las tasas de los plazos fijos que perciben los ahorristas deban bajar de la misma manera.

 

  • Meta más dura

Como explica el comunicado del Copom, la reducción de encajes responde al aumento estacional de demanda de dinero de cada mitad de año: se da más que nada por el pago del medio aguinaldo, que pone más pesos en las cuentas de los bancos. “Con el fin de no relajar la política monetaria, pasado este fenómeno estacional, la meta de la base monetaria será reducida entre agosto y octubre hasta compensar totalmente el efecto monetario. Es decir, en julio la meta de base monetaria se mantiene en $ 1,343 billón, y descenderá a partir de agosto hasta llegar a $ 1,298 billón en octubre , dijo el comunicado.

El esquema monetario vigente persigue una meta de cantidad de dinero. Se fija un monto tope para el promedio mensual de Base Monetaria. Cuando el tope de la meta sube la política monetaria se vuelve más laxa, cuando baja, la política monetaria se endurece. Al reducir el tope de base monetaria para agosto y septiembre, el BCRA busca que la inflación y el dólar no se vean afectados por la liberación de liquidez que genera la baja de encajes una vez superado el período de mayor demanda de dinero, es decir, una vez que el efecto de los aguinaldos desaparece.

En resúmen: con una meta más exigente entre agosto y octubre el BCRA busca que la relajación de los encajes en julio no golpee a la política anti inflacionaria en los meses siguientes.

  • Reducción de la tasa mínima

El comunicado del Copom explicó que, como el mes pasado, las licitaciones diarias de Leliq con las que el BCRA regula la cantidad de dinero en circulación tendrán una tasa mínima. El mes pasado esa tasa mínima fue del 62,5%, durante este mes ese piso será del 58%.

En línea con la primera decisión de reducir encajes, esta medida también va en dirección a permitir una reducción gradual de la tasa de referencia, de manera tal de reducir de a poco el costo para el BCRA de su política monetaria (los intereses que paga por reducir el dinero en circulación) e ir ablandando en el margen a las tasas de los préstamos que conceden los bancos. 

Con ese piso, sin embargo, el BCRA traza una raya que le evite un desplome de la tasa más allá de lo que considera prudente (a principios de año la tasa cayó a toda velocidad y contribuyó, en parte, al renacer de la volatilidad cambiaria que tuvo lugar entre mediados de febrero y abril).

Y, además, dado que la inflación mensual arroja variaciones algo menores a los de meses anteriores, le permite mantener una tasa alta en comparación con la inflación. Lo que los economistas llaman tasa real, que es la diferencia entre la tasa y el ritmo de avance de la inflación.

En resumen: con la reducción al piso de tasa para Leliq el BCRA trata de relajar la tasa en línea con la desaceleración de la inflación, pero al mismo tiempo evita que esa relajación sea demasiado rápida.

  • Compras cero, intervención libre

El comunicado aclara también que “el BCRA no realizará compras en el mercado de cambios y podrá realizar ventas para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad, dentro y fuera de la zona de referencia .

Esto es una continuidad, pero no deja de ser una reafirmación. Como el mes pasado, el BCRA dice que no va a comprar dólares en el mercado para sostener el precio de la divisa en caso de que ésta caiga por debajo de la “zona de referencia cambiaria , las bandas de flotación. Así, el mercado no podrá contar con la inyección de pesos que supone cada compra: cuando el BCRA suma reservas emite pesos para pagar por ellas, lo que hace crecer a la base monetaria. Las compras de divisas a principios de año también fueron parte de la relajación de la política monetaria que terminó resultando prematura dado el repunte del dólar y los precios entre febrero y abril.

Por otro lado, la autoridad monetaria dice que se reserva el derecho a vender divisas para frenar subas del dólar. Tanto dentro como fuera de la zona de referencia cambiaria.

Más aún, los pesos que saca el Central de la calle cuando vende divisas no volverán a la calle. “El monto de pesos resultante de eventuales ventas de divisas durante el mes de julio será descontado de la meta de base monetaria , dijo el comunicado.

En resúmen: el Central no va a comprar reservas para evitar que el dólar se atrase e inyectar pesos a la calle, pero en caso de ser necesario sí venderá reservas para contener eventuales saltos de la divisa (y los pesos que obtenga por sus reservas no volverán a la calle).

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