En horas de gran convulsión política en Brasil, la volatilidad se disparó y se instaló la incertidumbre. El Cronista conversó con Gustavo Carrizo, asesor de inversiones y socio de la empresa Meta&Stock Investimetos de Brasil.
¿Cómo ven a la situación económica y política en Brasil luego del estallido de crisis por las escuchas?
La actualidad de Brasil puede ser resumida en tres aspectos. Por un lado, la parte política, luego la económica y finalmente la que incumbe al mercado de capitales. En términos estrictamente económicos vemos que el estallido de la crisis política por las escuchas de Temer no generó un gran cambio desde el lado de los fundamentals. Si bien hay más incertidumbre, vemos que estructuralmente no ha habido un cambio significativo. En concreto, inflación continúa cayendo fuerte. De casi 10% en 2016 al 4% actual. La tasa de interés Selic pasó de 14,25% a 11,25% y en todas las reuniones, el Banco Central ha venido reduciendo la tasa en 100 puntos básicos y se proyecta que para final de año se ubique entre 9,50% e incluso se especula que llegue hasta 8.5%. Si bien la economía dejó de caer, se nota que aún la economía real no se recupera aunque se puede ver que hay mejoras en la mayoría de los índices de confianza como en el rubro de servicios, construcción y producción.
La clave pasa ahora por la próxima decisión de tasas. ¿Cuál creen que va a ser el próximo paso del Central?
Nosotros creemos que la deberían bajar 100 puntos básicos en la próxima decisión de tasas. De hecho, antes de la noticia se hablaba de que la baja podría ser de hasta 1.5%. Hay algunas probabilidades de 0,75%. Si la baja 1,25%, el mercado entendería que el Banco Central no mira la política y eso sería bueno para el mercado pero generaría elevada incertidumbre. A su vez, si la baja 0,75% muestra que el Banco Central no está lo suficientemente firme, dando a entender que se echó para atrás en su política macroeconómica y no sería bien visto. Finalmente, si baja 1% sería bueno para el mercado y no generaría mayores especulaciones. La actividad económica aún no se recupera significativamente a la vez que la tasa de interés se mantiene alta y la inflación viene con un recorrido a la baja significativo y por eso el Central tiene margen para continuar bajando la tasa. De continuar bajándola haría que la renta fija sea atractiva e impulse una recuperación más rápida de la economía.
¿Cómo ven a la evolución del tipo de cambio?
Respecto del dólar, mientras no pase 3,50 unidades, no vemos un gran riesgo a nivel macroeconómico. Ahora bien, si llegase a quedar por encima de 3,50, implicará que hay un riesgo de que la devaluación se traslade a los precios y complique al Banco Central de poder seguir bajando la tasa, postergando esa política y complicando una posible recuperación económica.

¿Y la política fiscal?
En donde sí existe un riesgo es en la parte fiscal ya que actualmente la economía registra un elevado déficit fiscal. El riesgo de crisis política puede generar complicaciones en materia de política económica y fiscal. Hay dos reformas fundamentales pendientes para mejorar el déficit. Por un lado está la reforma laboral y por el otro la reforma jubilatoria. Si el Congreso las aprueba permitirán reducir déficit. Ahora bien, con la crisis política hay dudas de que estas mejoras puedan ser aprobadas y si no son aprobadas puede demorar la recuperación. Quien mete fuerza para implementar las reformas es el presidente y con la crisis política se paralizó cualquier reforma de fondo ya que actualmente no hay un líder que lleve adelante las medidas económicas y las reformas fiscales. Probablemente las reformas no se voten hasta que se defina quién será el próximo presidente ya que nadie quiere hacer nada si no hay definiciones políticas. La política está paralizada y los dirigentes políticos no hacen nada ni como partido ni en forma individual. De la corrección de los riesgos políticos y fiscales surgen dos alternativas. Por un lado existe la posibilidad de que Temer se quede. Si no se consigue probar que Temer participó de lo que se dice en las escuchas, entonces se volvería a la misma situación que antes en materia política y económica. Siempre va a quedar la duda de que Temer sí haya participado en la corrupción pero de fondo el equipo económico se mantendría y se podrían llegar a impulsar las reformas necesarias. Ahora bien, de quedarse Temer y de no aprobarse las reformas por falta de apoyo político, sería un mal dato para el mercado, propiciando una posible corrección de corto plazo. De todos modos, en una visión de mediano plazo las reformas deberían hacerse en algún momento y quedaría pendiente para el próximo gobierno pos elecciones de 2018. La segunda alternativa es que Temer se vaya y a partir de allí existen dos nuevos escenarios. El primero es que vayamos a elecciones indirectas en donde el Senado elige un presidente. Si se elige un presidente pro-mercado sería positivo porque las reformas podrían ser aprobadas y ese caso sería similar a que Temer se quede con aprobación de reformas. El segundo escenario es que estemos de frente a elecciones directas y que se adelante la fecha. En ese caso, Lula podría candidatearse (de hecho Lula ya lanzó una campaña). Ese sin dudas sería el peor escenario ya que las reformas quedarían en suspenso y sin una definición concreta. A Lula aún no lo descubrieron nada.
¿Qué siente la calle?
Es tan grande la incertidumbre que es difícil tomar decisiones aunque de fondo somos optimistas. La gente está descontenta en la calle y de hecho hay manifestaciones. El humor social es negativo ya que aún no se vislumbra una economía real con mejoras significativas. Se destruyeron muchos empleos producto de la corrupción y esos despedidos aún no reingresaron al mercado laboral. En concreto, con inflación cayendo y una recuperación económica lenta, el Banco Central tiene que actuar para reactivar la economía. En materia de renta fija, los bonos ya volvieron a valores anteriores a la noticia de las escuchas mientras que la bolsa se está demorado un poco mas.
¿En la bolsa hay algún sector que te guste en particular?
Vemos al sector bancario como interesante y sobre todo, Banco do Brasil. Petrobras también es una buena alternativa ya que vemos que el director actual es un hombre bien de mercado y está buscando que la compañía sea más eficiente, bajando los niveles de endeudamiento. A la vez han impuesto una política de precios que va junto con la variación de petróleo.
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