LAS ACCIONES SE DESPLOMARON UN 12% PERO YA RECUPERARON UN 7% DE ESA CA DA

Aunque ya recuperó más de la mitad del rojo, Wall Street no confía en el rebote

Dudan de que se trate del fin del ajuste. El índice Fear and Greed refleja un nivel de optimismo de 18%, menor incluso al visto tras la victoria de Trump y el Brexit

Los índices de acciones globales continúan sin encontrar un curso definido en las últimas semanas, generando fuertes caídas, seguidas de fuertes subas. El índice americano S&P500 se desplomó cerca de un 12%, pasando desde 2872 puntos hasta los mínimos de 2533 puntos entre el 26 de enero y 9 de febrero pasado, y llevó a los índices de volatilidad (VIX) a alcanzar máximos de dos años, en torno a los 50 puntos. Pero desde el 9 de febrero pasado, el índice inició una fuerte suba, recuperando el 60% de toda la caída inicial y ya subió un 7,3% en las dos últimas semanas.

 

El mercado generó un ajuste que gran parte de los participantes esperaba que ocurra y si bien la debilidad no sorprendió a nadie, lo que sí fue llamativo fue la dinámica con la que ocurrió no sólo la caída sino también el rebote actual. La duda que se presenta hacia adelante es si los pisos del 9 de febrero pasado representan o no el fin del ajuste.

Para conocer un poco qué es lo que opina el mercado respecto de la actualidad y futuro del mercado, existen índices que miden el nivel de optimismo entre los participantes. Se pueden encontrar encuestas que a partir de consultas a portfolio managers de fondos de inversión determinan un nivel de porcentaje de participantes optimistas y pesimistas.

Por otro lado, y con un grado mayor de precisión, existen otros índices más objetivos que se desprenden de datos del mercado en cuanto al posicionamiento de los inversores, así como de datos técnicos que marcan si las acciones de Wall Street se muestran sobre-compradas o sobre-vendidas, lo que también deriva en un índice que determina el grado de optimismo de los operadores.

Dado que el mercado castiga consensos en forma permanente, se suele utilizar a este tipo de indicadores como una herramienta de opinión en contrario. De este modo, cuando estos índices alcanzan niveles por encima de 70%, implica un riesgo correctivo ya que significa que el consenso es mayormente alcista. Del mismo modo pero en sentido contrario, cuando este índice llega a niveles extremadamente bajos, se entiende como que existen oportunidades de compra en el mercado.

Actualmente, el índice de Fear and Greed Index de CNN Money refleja un nivel de optimismo del 18%, es decir, solo el 18% se encuentra optimista respecto del futuro del mercado. Lo llamativo es que el indicador permanezca en niveles tan bajos pese al fuerte rebote que vimos en la última semana. Esto significa que los operadores del mercado se mantienen mayormente pesimistas, ubicándose en niveles aún más bajos que los vistos luego de la victoria de Trump y del Brexit. Estamos en niveles de pesimismo de comienzo de 2016, momento en que la crisis del petróleo que se encaminaba a 26 dólares.

El hecho de que el mercado se mantenga altamente pesimista puede ser entendido como un buen dato ya que el consenso alcista es bajo y por lo tanto las chances de que las acciones sigan subiendo se mantienen intactas. Sin embargo, el hecho de que el bullish consensus se sostenga bajo pese al fuerte rebote significa que el mercado no le está creyendo al rebote actual, lo que obliga a mantener cierto grado de cautela.

Este dato se ve potenciado por los comentarios de Bank of América Merrill Lynch que sugieren además que los fondos de cobertura (hedge funds) han apostado a una continuidad en el ajuste luego de este rebote. "Los hedge funds estaban nuevamente vendiendo acciones y/o apostando a la baja durante el último rebote de la semana pasada. Los datos son una evidencia más de que la precaución prevalece entre los inversores profesionales. De hecho, una encuesta realizada por Strategas Research Partners el viernes pasado, mostró que el 57% de los portfolio managers esperan que el S&P500 retroceda por debajo de los mínimos de 2.533 alcanzados el 9 de febrero pasado".

Si vamos al impacto local, la rueda de ayer fue llamativa ya que, pese que el Wall Street las acciones subían 1% en promedio, el Merval no pudo despegar y no marcó grandes movimientos. La tendencia de corto plazo en las acciones Wall Street aún se mantiene débil ya que no queda definido el fin del ajuste y, para la mayoría de los analistas, sigue siendo prematuro sugerirlo.

Esto representa un riesgo para el mercado local ya que los activos de la plaza porteña sintieron con fuerza la volatilidad proveniente de Wall Street. Los bonos y acciones mostraron tener un grado de debilidad mayor que sus pares regionales. Lo que ocurre en Wall Street será clave y los inversores deberán decidir si apuestan a esta tendencia de corto plazo al alza o si más bien esperar a que aclare un poco más.

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