"Argentina es otra pero estamos para las empresas que aún buscan invertir"

En los próximos meses están por anunciar el desembolso de financiamiento por u$s 500 millones, cifra similar a la que volcaron en los últimos ocho meses

No es, por suerte, su primera vez en el país. David Tinel, quien desde hace dos años y medio lidera la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés) para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, ya había trabajado para Aguas Argentinas a mediados de los noventa como joven ingeniero en plena era menemista.

Como líder del organismo del Banco Mundial dedicado al financiamiento del sector privado para esta parte del mundo, este francés de Toulouse ("la capital aeronáutica de Francia y gran tierra de rugby", aclara) reconoce que "las discusiones sobre la Argentina no siempre son fáciles en Washington" pero que en los próximos meses están por anunciar el desembolso de financiamiento por u$s 500 millones, una cifra similar a la que volcaron en los últimos ocho meses.

"Momentos como éstos son también una oportunidad para los inversores con visión y constancia y nosotros estamos para apoyarlos", asegura. Hace un año, con el esquema de Participación Público-Privada (PPP) para proyectos de infraestructura el panorama era más que auspicioso pero hoy la Argentina es otra, plantea Tinel, quien se casó con una argentina y pasó ocho años trabajando para el BNP Paribas entre París y Nueva York antes de ingresar a IFC hace 14 años.

"Es un programa para catalizar inversiones muy necesarias en infraestructura, ya que los aspectos logísticos son una de las trabas más importantes para la expansión y estamos hablando de decenas de miles de millones de dólares. Pero las perspectivas macro cambiaron sustancialmente. La Argentina hoy no está donde los actores esperaban verla. Eso tuvo impacto en el apetito de invertir y los que aún lo conservan, ya no tienen la misma capacidad de levantar deuda", explica.

"Quienes estaban en condiciones de brindar ese financiamiento hoy se muestran prudentes y con mucha reticencia y a su vez la mayoría de las empresas decidió o bien reducir sus planes de expansión o directamente postergarlos. Pero todavía hay actores que confían en la solidez de su modelo de negocios y quieren invertir. Por eso nuestra misión es más importante que nunca justamente para estas empresas que pueden demostrar que están en condiciones de llevar adelante su proyecto de forma exitosa", se explaya el ejecutivo.

IFC tiene una cartera de inversiones de u$s 3.000 millones en la Argentina. Desde 1988, invirtió más de u$s 11.000 millones (unos u$s 5.400 millones propios). El resto son recursos que aportan terceros, ya que la corporación se asocia a otros inversoresy "moviliza" un dólar por cada dólar que presta. En los últimos cinco años fueron u$s 3.700 millones (u$s 1.400 millones propios).

"Ahora estamos por cerrar con Pan American Energy con quien tenemos una relación de más de treinta años. Estamos afinando un crédito para la modernización y expansión de una refinería, algo crucial para el país porque apunta a poder disminuir la importación", adelantó Tinel. La idea es aumentar la producción de productos refinados, usar combustibles más limpios y reducir las emisiones contaminantes en Campana.

Movilizar recursos

IFC suele aliarse con entidades financieras locales para fondear proyectos. "Es algo en lo que somos particularmente buenos en la Argentina y es clave porque nuestra vocación es maximizar lo que movilizamos", detalla. En el mercado local han realizado por ejemplo operaciones conjuntas con Galicia, Itaú y Banco Industrial.

"Acá tenemos una muy buena reputación con la banca pese a que no está tan dispuesta a prestar en dólares. Pero nos encargamos de estructurar inversiones que ofrezcan a la vez flexibilidad al cliente y seguridad al prestamista", explica.

Es por eso, justamente, que tienden a enfocarse en empresas exportadoras, aunque no son las únicas destinatarias. "Hay mayor garantía de repago pero también financiamos empresas con ingresos en pesos como el caso reciente de Telecom", señaló. Fueron u$s 450 millones para la expansión de la cobertura de 4G, especialmente en regiones desatendidas, que incluyen el aporte de varios bancos internacionales.

Un ejemplo de empresa exportadora con la que mantienen una larga relación es la citrícola San Miguel, a la que financiaron por primera vez en 1998 y que viene de recibir u$s 100 millones que permitirán conservar más de 5.000 empleos en Tucumán.

Pero IFC también trabaja con Pymes. "En la región, son responsables de la generación del 90% del empleo. Y en la Argentina son un foco importante, sobre todo porque no debería haber por unos años creación neta de empleo en el sector público. En estos casos necesitamos mucho de la ayuda del banco, de todos modos, porque son préstamos demasiado chicos y no tenemos el staff para el asesoramiento crediticio", reconoce Tinel.

IFC también está muy involucrado en el aún incipiente despegue de las finanzas verdes en la Argentina. "El cambio climático va a impactar en el país. Sin ir más lejos, el año pasado hubo una sequía terrible y el anterior fue un año de inundaciones. Hay que empezar a actuar para minimizarlo", insiste. De su mano, Galicia emitió el primer bono verde y el Itaú, el primer préstamo verde certificado.

"Nosotros participamos en uno de los programas más exitosos del gobierno, Renovar. Contribuimos tanto a estructurarlo como a financiarlo ya que primero el Banco Mundial emitió garantías para mitigar el riesgo crediticio y después IFC financió varios proyectos eólicos", agregó el ejecutivo.

Aunque en principio la corporación sólo financia al sector privado, también trabaja en la Argentina con ciudades. Tinel marca la diferencia: "El Banco Mundial financia a gobiernos nacionales y a locales cuando tienen garantía soberana pero hay ciudades con capacidad de endeudarse bilateralmente sin necesidad de esa garantía crediticia. Entonces decidimos introducir cierta flexibilidad y abrir esa ventanilla de negocio".

En Córdoba, por ejemplo, el año pasado otorgaron u$s 300 millones para infraestructura vial además de asistencia técnica. "En la Ciudad de Buenos Aires dimos financiación para el Metrobus y colaboramos en varios proyectos desde las ciclovías hasta la construcción de edificios verdes", apunta.

Como a los propios argentinos, a este ejecutivo de origen francés le cuesta entender que la Argentina esté hoy dónde está. "Tiene un potencial increíble. Pensá que tiene un tamaño similar a la India que posee 30 veces más habitantes y genera alimentos para 450 millones de personas. Era un país rico hasta mediados del siglo XX y ahora es un país de ingresos medios según la clasificación del Banco Mundial. Desde 1950, sólo el Congo tuvo más años de recesión que la Argentina", lanza con cierta perplejidad el jefe de IFC para el Cono Sur quien allá por los noventa vio venir "nubarrones" y se volvió a Francia y que hoy asegura que recién después del último Mundial se siente con autoridad para hablar de fútbol en la Argentina.

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