Advierten que el mercado local es chico para afrontar la deuda de los próximos tres años

El Gobierno deberá enfrentar 17 puntos de PBI en deuda en los próximos tres años, o casi 6 puntos de PBI por año. Lo que más preocupa en el corto plazo es la deuda en pesos, la cual suma u$s 58.000 millones en vencimientos en total y u$s 40.000 millones en tres años. 

Haber despejado la incertidumbre en torno a la deuda con los acreedores de bonos internacionales fue un paso importante para comenzar a resolver los temas macroeconómicos. Aun así, los compromisos de deuda siguen siendo elevados y analistas estiman que el Gobierno deberá enfrentar 17 puntos de PBI en deuda en los próximos tres años. Lo que más preocupa en el corto plazo es la deuda en pesos, la cual suma u$s 58.000 millones en vencimientos en total y u$s 40.000 millones en tres años. Son 11 puntos del PBI.

Con el mercado de capitales internacional cerrado y con la deuda con el FMI pendiente de ser renegociada, el Gobierno solo tiene la emisión monetaria y el mercado local para seguir financiándose y renovando los vencimientos. Advierten que el mercado local es pequeño para financiar la totalidad de vencimientos.

El economista Fernando Marull, director de FMyA, explica que ya con los vencimientos de los bonos ley extranjera y ley argentina hasta 2023 sobre le mesa, y suponiendo el repago con el FMI se extienden por 10 años, para los próximos 3 años la Argentina pagaría 1,2% del PBI anual de intereses y 1,1% del PBI anual de amortización. Si se le suma el déficit fiscal primario, Argentina deberá financiera 17 puntos del PBI hasta 2023.

“Sin tener en cuenta el déficit fiscal, el monto luce bajo. Sin embargo hay que sumarle el déficit fiscal primario, que asumimos de 7% del PIB en 2020, 4,5% en 2021 y 2,5% en 2023. Es decir, un déficit primario de 3,5% del PIB promedio, el cual es altísimo incluso con proyecciones optimistas. De esta manera, hasta 2023 la Argentina tiene que financiar 17% del PIB, casi un 6% del PIB anual. En dinero, son cerca de u$s 70.000 millones, pero que en dólares son “solamente u$s 18.000 millones, y mayormente con organismos. Es decir, en base a nuestros supuestos, el faltante de caja hasta 2023 son los pesos y no tanto dólares , explicó.

Para Rodrigo Benitez, economista jefe de Quinquela Fondos, el perfil de vencimientos de los próximos 3 años presenta como principal desafío la necesidad de afrontar el pago de la deuda con el FMI. “Si se asume que el Gobierno va a intentar refinanciar esa deuda, el remanente de vencimientos no presenta niveles de exigencia que no sean alcanzables en el mercado local , señaló.

El economista jefe de Quinquela Fondos agrega que los pasivos de Argentina se pueden dividir en 4 grandes grupos, conformados por los títulos públicos en moneda extranjera, la deuda intra sector publico, organismos internacionales y pasivos en pesos en el mercado local.

La deuda externa tanto con bonos bajo ley extranjera como ley local se está cerrando, y hacia adelante se requerirá un esfuerzo fiscal de apenas u$s 800 millones anuales de intereses, por los próximos 3 años. En la deuda intra sector público se destacan los pasivos con el Banco Central (BCRA) aunque en ningún caso implican un compromiso para la caja o una necesidad de acceso al mercado. La deuda con organismos internacionales es principalmente con el FMI, y el equipo económico busca refinanciar esos vencimientos. Finalmente, los pasivos en pesos en el mercado local son cerca de u$s 58.000 millones. Es la principal obligación de corto plazo y se suelen renovar en el mercado. En los últimos meses el ratio de renovación ha llegado al 100%. La mayor parte de estos pasivos son títulos ajustados por CER, que han pasado a ser la columna vertebral de la estrategia de financiamiento del Tesoro , explicó Benítez.

Fuentes de financiamiento

Dadas las necesidades financieras que aún siguen siendo importantes para la Argentina, la clave pasará por determinar cuáles son los recursos financieros que tiene el país para poder hacer frente a dichos compromisos. Hasta ahora, y con el mercado de capitales internacional cerrado producto del default, el Gobierno optó por emitir dinero via adelantos transitorios del BCRA hacia el Tesoro. Los riesgos de extender dicha estrategia recaen sobre mayores presiones financieras y por ello es clave determinar las formas en las que el Gobierno planea encarar el pago de los compromisos de deuda.

Marull entiende que para financiar los 17 puntos del PBI el Gobierno seguirá usando al BCRA pero en menor magnitud, a la vez que el equipo económico logrará refinanciar con organismos internacionales y el resto colocará deuda, mayormente en el mercado local.

Si asumimos que el Gobierno se financia menos con el BCRA y más en el mercado con deuda, deberá colocar un total de 11 puntos del PIB hasta 2023, aproximadamente unos u$s 40.000 millones. Creo que financiar este monto en el pequeño mercado local luce muy difícil. Si el Gobierno no quisiera subir la deuda, seguirá abusando de la emisión monetaria, lo que también genera un fuerte foco de inestabilidad. Si, en cambio, buscara volver a colocar deuda en dólares, hoy pagaría 11% en dólares , afirmó.

Renovaciones en el mercado local

Despejada la deuda con privados de bonos ley internacional y local, y dejando de lado la deuda con el FMI, el Gobierno aun debe hacer frente a los pagos por u$s 58.000 millones de deuda que tiene emitida en pesos y en el mercado local con vencimientos de corto y mediano plazo. El equipo económico ha venido trabajando para reestablecer la confianza en los inversores para, de esa manera, poder lograr alcanzar altas renovaciones de los vencimientos de deuda. Con el mercado de capitales internacional cerrado, en el mercado entienden que el Gobierno deberá cuidar al mercado local como oro para seguir cumpliendo sus obligaciones

Juan Manuel Franco, economista de Grupo SBS, considera que haber resuelto el tema de la deuda es un paso importante para reducir las obligaciones con acreedores aunque ello no implique un regreso inmediato a los mercados de capitales internacionales. A su vez, cree que en un contexto de restablecimiento de la confianza, el mercado doméstico podría funcionar como una alternativa para financiar los compromisos financieros.

“Haber alcanzado un acuerdo con los acreedores externos permitirá tener un alivio inmediato en los desembolsos que tiene que hacer Argentina, al menos durante el mandato de Alberto Fernández. Aunque no se espera que la Argentina pueda volver rápido a los mercados internacionales, el trato igualitario para la deuda local en dólares es una buena señal del Gobierno de cara a recuperar un mercado doméstico que gane algo de profundidad y liquidez. Si se logra recuperar la confianza de los inversores locales, el mercado de capitales doméstico podría ser a donde el Gobierno recurra tanto para las renovaciones de vencimientos como para financiar la brecha fiscal sin tener que apelar al financiamiento monetario del BCRA , sostuvo Franco.

Rodrigo Benitez coincide y resalta que la elevada liquidez en el mercado local y la falta de instrumentos de inversión no complicarían las chances de que el Gobierno logre renovar los próximos vencimientos de deuda.

“Con la nueva estructura de deuda, el desafío para los próximos años pasa por reprogramar los vencimientos de corto plazo y mantener la estrategia actual de renovar vencimientos en pesos en el mercado local. Dado que el nivel de liquidez es muy alto y que faltan alternativas de inversión, no parece ser un problema la renovación de los vencimientos en pesos. Hasta ahora el problema era la presencia de inversores externos que estaban esperando los vencimientos para acudir al mercado de cambios y dolarizar su posición, pero los canjes por instrumentos en dólares que ofreció el Tesoro han servido para atenuar ese riesgo y hoy la duda pasa más por ver si el mercado está en condiciones de ofrecer financiamiento neto , comentó.

Crecimiento necesario

Más allá de los vencimientos de deuda que deberá enfrentar el Gobierno en los próximos años, Argentina tendrá que ingresar en un sendero de crecimiento económico para poder generar recursos genuinos que logren hacer crecer las arcas del Estado y de esa manera poder hacer frente a los compromisos de deuda. 

Joaquín Bagues, estratega de Portfolio Personal Inversiones, estima que la Argentina necesitará generar superávit del 1,3% al 1,9% por año para mantener el ratio de deuda sobre PBI estabilizado en niveles de 45% a 60%. Para eso Argentina deberá crecer al menos entre 2% y 3% por año.

Si el crecimiento promedia el 2% y la tasa de interés se acerca al 5%, el Gobierno necesitaría generar un superávit primario de 1,3% al 1,9% para mantener la deuda sobre el PIB en niveles de 45% al 60%. Lo que está claro es que un superávit primario de 1% al 1,5% no lo logrará a menos que el crecimiento se acerque al 3%. Estas proyecciones se calculan tomado modelos estáticos de modo que, en función a los desequilibrios de la Argentina, el límite de deuda es aún más bajo. Para poner en contexto y percibir el desafio macroeconómico en la que se encuentra la Argentina, entre los años 1980 y 2018 la tasa promedio de crecimiento anual ha sido de 1,68%, es decir, lejos del 3% anual y la cual es la variable fundamental para generar el excedente para el cumplimiento de la deuda , estimó.

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