Advent contrató a ex CEO de VISA para asesorarlos en la compra de Prisma

Según confirmó a este medio el propio Luis Schvimer, quien fue CEO de Visa por 30 años hasta el 31 de agosto, asesorará a Advent en la compra de Prisma, que es uno de los interesados: "Los voy a ayudar a hacer la oferta, pero mi trabajo empezará una vez que esté el informe. Tengo un acuerdo de asesorarlos una vez que el proceso arranque y hasta que termine", dice mirando al mar desde la playa en la parada 11 de la Brava de Punta del Este, frente a su departamento en el cual vivió prácticamente durante todo el verano, excepto unos días de enero y febrero que estuvo en Buenos Aires.

"Yo estoy jubilado, me retiré para no laburar más", dice a los 65 años, y desmiente el rumor que circula en el ambiente que haya sido él quien haya llamado a los fondos de inversión interesados en Prisma para asesorarlos en la venta. "Ni loco, ni borracho se me hubiera ocurrido hacer una cosa así. Fue Advent quien tomó contacto conmigo a través de amigos en comunes.

"Aunque no pertenezca más a la compañía, hay un conflicto de intereses, ya que conoce a Prisma de la A a la Z hace 30 años. Hay bancos que no les gusta la relación que tiene con Goldman Sachs, que es el banco de inversión que hará el deal, por información confidencial que le puedan llegar a pasar", revela una fuente que conoce al dedillo la trastienda.

Hoy Schvimer es tesorero de River pero aclara que "es un cargo no rentado, me llamaron y me lo ofrecieron. Voy todos los domingos a la cancha, así que me pareció divertido hacer algo por una asociación, pero es más para entretenerme que otra cosa", aclara. Y una vez más suelta su hoy frase de cabecera: "Pero yo estoy retirado, y no fui a ningún fondo de inversión con ninguna carpeta de venta de Prisma, primero porque aún no existe y segundo porque no estaría bien hacerlo. Si bien no tengo firmado ningún convenio de no competencia, eso me hubiera impedido trabajar en la competencia, con First Data o Mercado Pago, pero no es mi intención de hacerlo, después de estar 30 años dirigiendo Visa y haberla llevado de 5% de share hasta el 60%".

A su entender, todos los players del sector deberían comprar el pliego: "Es como cuando vos tenés una licitación y comprás un pliego; es lógico que cualquiera que tenga que ver con el negocio compre el pliego aunque sea para mirar. Ni me puedo imaginar grandes operares de pagos o fondos de inversiones metidos en esta actividad que no lo hagan. Ora historia es que te hagan una oferta no vinculante y otra una oferta en firme. Pero hasta Dios te va a comprar el pliego", exagera.

A su juicio, el valor de la compañía será un cálculo técnico: "Es casi la valuación de un flujo descontado, que arranca en un resultado, estima los resultados para los próximos 10 años, y de ahí lo traés para acá a valor actual neto. Tenés que estimar el tipo de cambio año por año y cada inversor debe ponerle la tasa de riesgo tanto al negocio, al país como a la región. A partir de lo que dice en el informe, tenés que hay tus propias valuaciones, ya que puede estar subvaluado o sobravaluado. Todo ese cálculo te llevará al valor actual neto".

Si Advent ganara y se quedara con Prisma, Schvimer niega que vaya a permanecer en la compañía: "No está en mis planes, yo preparé mi retiro desde el 2015, estuve durante un año y medio con mi sucesor, Diego Maffeo, transmitiéndole todo lo que podía, y ahora ya estoy jubilado. Y el jubilado está jubilado. Visa me llevó mucha dedicación y no tuve tiempo de hacer otras cosas. Estoy contento con todo lo que hice en la empresa, pero siempre dije que a los 65 años me iba a retirar".

Más de un accionista de Prisma está que trina con Schvimer, ya que lo indemnizaron muy bien cuando tomaron a Maffeo y ahora quería un bono extra por la venta, que le negaron, ya que en su momento lo habían sacado de la mesa de negociación con el Gobierno, porque él no tenía la mejor de las relaciones con el Banco Central ni con otros organismos, y era de la idea de enfrentarlos en la Justicia.

Las variables que tendrá en cuenta Prisma para elegir al comprador será el precio y que no modifique el contrato. O sea, cuanto menos se modifique el contrato, le darán una calificación superior, porque luego deberá volver a los 14 bancos para firmarlo nuevamente. Hay celos entre las entidades y siempre hay bancos interesados en que compre uno más que otro, pero Visa Inc será uno de los candidatos, al igual que Cielo y Atos, que es un medio de pago fuerte en Europa.

Incluso, apuestan a que Mastercard puede ser que oferte algo en la no vinculante, aunque no la ven para la oferta vinculante. Pero sería una forma de volver a lo que fue Argencard, que supo tener el 60% del share que hoy tiene Prisma. Si ganan los brasileños de Cielo, que hoy es la tercera empresa de adquirencia, pasaría a ser la segunda a nivel mundial.

Los presidentes de los 14 bancos dueños de Prisma se irán a ver el primer partido de la Argentina al Mundial de Rusia y cuando vuelvan el deal debería estar muy cerca de cerrarse. El precio dependerá del EBITDA, o sea de la utilidad, que en el último balance arrojó una ganancia de u$s 320 millones, lo que duplicó al 2016. Mucho tuvo que ver la nueva norma del BCRA, que cambió el formato de la ecuación del arranque: antes era 95% para el banco y 5% para Prisma y ahora es 80 y 20, para abrir la competencia. Por ende, si el EBITDA se multiplica por 5, daría u$s 1560 millones. Jugosa ganancia para los bancos, ya que Santander, Galicia y BBVA Francés son, en ese orden, los que más tienen de Prisma, seguidos por Provincia, HSBC, Macro e ICBC. Justamente los chinos habían acercado a un posible comprador, que era el player de tarjeta más grande del país, que tuvo charlas, pero finalmente desistió.

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