El Northern Rock, "decepcionado" por su nacionalización

La entidad rechaza la decisión del gobierno británico de no elegir una solución del sector privado. Es la primera nacionalización desde los ‘70.

El banco británico Northern Rock dijo que estaba ‘muy decepcionado‘ por la decisión del gobierno británico de no elegir una solución del sector privado para los problemas del banco y optar en su lugar por la nacionalización de la entidad.

El consejo de administración explicó que es importante que el gobierno se tome tiempo para evaluar las ofertas, pero lamentó que no se inclinara por la propuesta interna presentada por la dirección, ‘que el consejo cree satisface los intereses de todos los accionistas‘.

La propiedad pública del banco se hará efectiva en los próximos días. Las acciones de Northern Rock se encuentran suspendidas y el banco informó que la cotización de sus instrumentos de deuda y sus vehículos de financiación no se verán afectados.

El primer ministro británico, Gordon Brown, se enfrenta a una agresiva reacción política y pública tras su decisión de nacionalizar al debilitado banco, la primera nacionalización en el Reino Unido desde la década de los años 70.

El gobierno anunciará una nueva ley que le permite tomar el control del quinto mayor prestamista hipotecario de Reino Unido, después de rechazar el domingo dos ofertas privadas de rescate, lo que pone fin a cinco meses de incertidumbre sobre la suerte de Northern Rock.

Aunque se trata de una nacionalización temporal, acarreará riesgos políticos y financieros para un gobierno ya afectado por la debacle, puesto que vincula su suerte a la de un banco hipotecario en un momento turbulento para el mercado residencial británico, donde se prevén aumentos en las ejecuciones hipotecarias, carteras vencidas y recortes de empleos.

También se enfrenta la amenaza de entrelazarse en una batalla legal con los accionistas, quienes perderían la mayor parte o todas sus inversiones.

Northern Rock se endeudó en cerca de 25.000 millones de libras esterlinas (unos 33.000 millones de euros) con el Banco de Inglaterra, desde que la crisis del crédito mundial del año pasado resquebrajó su modelo de financiación y generó la primera retirada de depósitos en un banco británico en 140 años.

Los accionistas reaccionaron con enojo debido a que la suspensión de las acciones de Northern Rock los dejó sin posibilidades de venderlas. Una auditoría independiente determinará el valor de las acciones y cuánto pagará el gobierno a los accionistas.

Con elecciones nacionales prevista para mayo de 2010, las turbulencias de los últimos cinco meses repercutieron la popularidad del gobierno laborista y la reputación del primer ministro como guardián de la estabilidad financiera.

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