Lentamente los bonos argentinos se van recuperando pese a la puja entre el dólar y la tasa en pesos y ante el clima preelectoral reinante: en tres ruedas lo papeles argentinos acumulan alzas de casi 3% con un flujo de fondos hacia los mercados emergentes.
Ayer puntualmente el GD30 cerró a 61,85 dólares con alza de 0,4% pero el GD41 trepó 1,2% y el GD35 0,7%. Entre los papeles de legislación nacional, el AL35 ganó 0,7% mientras que el AL35 y el AL38 aumentaron 0,6%.
Surgieron ayer análisis relevantes sobre la performance de los activos domésticos. Según Walter Stoeppelwerth de Grit Capital Group, "los mercados financieros argentinos experimentan actualmente un notable resurgimiento de la confianza de los inversores, especialmente en el mercado de deuda soberana. En las primeras operaciones de esta semana, los bonos soberanos registraron ganancias por tercera sesión consecutiva. Este impulso se ve respaldado por un contexto global favorable, ya que los diferenciales de los bonos de alto rendimiento (los "high yield" de EE.UU.) continúan comprimiéndose. Estos cambios en el apetito por el riesgo crediticio global están alentando una mayor demanda de activos de mercados emergentes de alto riesgo, atrayendo flujos pasivos hacia los bonos soberanos de Argentina en dificultades pero potencialmente lucrativos".
El clima político no preocupa básicamente o bien es más determinante el flujo de los fondos internacionales. Otro informe, el de Santander, brinda más detalles de los emergentes y la Argentina. En referencia a los papeles domésticos, el banco español destaca que "no es un camino fácil hacia la normalización de la curva, con los rendimientos de los bonos aún en el rango de dos dígitos, bajo presión, y rezagados respecto a otros bonos de alto rendimiento. Argentina es ahora uno de los créditos CCC/B con mayor rendimiento, con valoraciones más cercanas a las de Ecuador y Gabón que a las de El Salvador". Este último detalle refleja el potencial de los papeles argentinos, aunque sujeto a los avatares domésticos.
El propio Santander aborda sobre un interrogante en la plaza: Argentina pagó a bonistas cerca de u$s 4500 millones el 8 de julio por los intereses y amortizaciones de los bonos Globales y los Bonares. ¿Por qué no hubo reinversión? "Las posiciones sobreponderadas heredadas de los inversores externos tal vez satisficieron la menor demanda interna debido a la volatilidad de los mercados financieros locales. Esto no ha alterado la visión central de un mayor capital político y flexibilidad tras las elecciones, con niveles de entrada atractivos que complementen una posición sobreponderada", destaca.
El eje central financiero pasa por el cambio de régimen monetario. Aún se siguen observando rendimientos elevados y confusión en agentes financieros con el BCRA ayer aspirando pesos con los pases. "Los inversores locales tienen una influencia importante en los flujos debido a la inactividad de las posiciones compradoras, en su mayoría estancadas, de los inversores internacionales. Las altas tasas en pesos podrían haber desviado los flujos hacia los mercados locales o generado inquietud en la ejecución de las políticas, con un contagio a los mercados externos. Desde entonces, se ha dado una respuesta política eficaz y de alto nivel para reducir la tensión en el mercado local", concluye el Santander.
Queda la sensación en el mercado que recién después de las elecciones, en función de sus resultados, pueden haber grandes saltos en los papeles argentinos. Hasta entonces todo dependerá de los flujos internacionales. El "paso a paso" domina a los bonos argentinos.




