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Pese a los esfuerzos del Gobierno para contener la escalada del dólar, el feriado en EEUU, la política y los problemas en el frente financiero presionaron al alza este lunes, primer día de septiembre, y llevaron el tipo de cambio cerca de un nuevo umbral clave, el de los $ 1400.
La cotización del dólar en el mercado mayorista subió fuerte este lunes y se ubicó en los $ 1372, con una suba de $30 (+2,2%), en tanto que en el Banco Nación trepó $ 25 (+2%) y cerró a $ 1385, aunque llegó a los $ 1390 a lo largo del día, y el promedio de los bancos que lleva el Banco Central (BCRA) se ubica en $1.347,80 para la compra y a $1.391,9 para la venta.
Esa dinámica se trasladó también a los dólares paralelos, donde blue trepó $ 25 hasta los $1.355, el MEP subió 1,5% hasta los $ 1377,5 y el dólar Contado con Liquidación (CCL) escaló 2,2% hasta $1384,3. Son alzas considerables en todos los mercados.
"Una combinación de factores presiona al dólar. El Gobierno viene de dos semanas duras por el escándalo de la sospecha de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y a esto se suma lo que se supo en las últimas horas sobre la venta de divisas intrasector público que hizo el Gobierno para bajar la presión cambiaria", recapitula Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra, en diálogo con El Cronista.
Así crece la preocupación por la caída de los depósitos en dólares porque hay más dudas sobre la posibilidad de cumplir con los vencimientos de deuda y "el temor le gana a la codicia, por lo que vemos que, pese a tasas altas, los inversores van al dólar", dice Sigaut Gravina.
"Hay desconfianza respecto de la sostenibilidad del esquema financiero y se suma la cercanía de la elección en la Provincia de Buenos Aires, lo que plantea dudas en lo político. Estos elementos hacen que crezcan los temores y se trasladen al mercado cambiario", comenta Haroldo Montagu, director de Vectorial.
"Se observa más demanda que oferta en el mercado cambiario", acota Pedro Martínez Gerber, economista de PxQ.
La mirada es común entre los analistas: la presión no cede y se debe a una combinación de elementos financieros y políticos. Este recalentamiento se da incluso peses a que el Gobierno lleva una política de fuerte intervención en el mercado de cambios en varios frentes: vía dólar futuro, a través de su participación en el mercado de bonos para mantener las tasas en niveles atractivos, con restricciones a los encajes en pesos y al manejo de los instrumentos en dólares de los bancos y, según se supo en las últimas horas, el Tesoro habría vendido divisas depositadas en el BCRA a otros organismos públicos.
Efecto feriado en Wall Street
Pese a todos los esfuerzos, la presión alcista persiste. Aunque muchos analistas de la City mencionan que un elemento que hay que tener en cuenta este lunes es el feriado en EEUU, ya que Wall Street no opera por el Día del Trabajo.
"Hoy fue un día no muy propicio para el mercado: fue feriado en EEUU y la actividad local queda algo restringida por la imposibilidad de operar spot en el día. Los exportadores no pudieron vender y la oferta genuina fue algo más baja que la habitual", menciona a El Cronista Gustavo Quintana, de PR Operadores de Cambio. Además, señala que comienza el mes y siempre hay demanda de ahorristas que compran divisas al cobrar sueldos.
En la misma línea apunta Santiago López Alfaro, presidente de Dracma Investments, indica "el feriado en EEUU es un elemento que hay que tener en cuenta a la hora de analizar el recalentamiento del mercado de cambios porque no hay liquidación de divisas en esos días".
Lo político se hace sentir
Sin embargo, advierte que "puede haber actores que, tras el resultado de las elecciones en Corrientes, que fue adverso para el oficialismo, pueden haber ido hacia el dólar de manera más contundente".
No hay dudas de que lo político talla fuerte en el mercado por estas horas. Inició la cuenta regresiva para las elecciones en la Provincia de Buenos Aires y la dolarización se hace sentir. "El condimento político también juega lo suyo, entramos en períodos preelectorales importantes y todo confluye para estimular la demanda", apunta Quintana al respecto.
Esto empeora a medida que el panorama electoral para el Gobierno empeora y lo financiero y económico no acompaña tampoco. "En el plano político, como suele ocurrir en la Argentina, cada proceso electoral dispara una búsqueda de cobertura en moneda dura. Sin embargo, en este caso la presión es mayor porque los últimos acontecimientos pusieron en duda las chances del oficialismo y abrieron más interrogantes sobre la orientación futura del Gobierno", señala a este medio Leo Anzalone, director de CEPEC.
Por otro lado, en el plano cambiario, advierte que "el esquema vigente no termina de convencer al mercado". La falta de acumulación de reservas y la persistente brecha entre las expectativas de los agentes y los objetivos oficiales alimentan la desconfianza.
"Así, se instala con más fuerza la pregunta sobre la sostenibilidad del programa y la posibilidad de que, después de octubre, se requiera una recalibración del régimen cambiario", explica Anzalone.




