Flavio Simonotto, Comité de Inversiones de Orígenes

Simonotto: "Un país con crecimiento sostenido no es compatible con una moneda débil"

El largo plazo en la Argentina no va más allá de los 5 años, dice. "Por el tipo de pasivos que tenemos, con una duration cercana a 15 años, naturalmente nos conviene que se extiendan los plazos y existan más instrumentos", aclara

Hablar de invertir a largo plazo en Argentina suele ser un desafío por los vaivenes económicos. Flavio Simonotto, quien participa del Comité de Inversiones de Orígenes, lo sabe bien.

Una aseguradora tiende a invertir a largo plazo. ¿Qué es el largo plazo en Argentina?

Entiendo en Argentina como largo plazo entre 3 y 5 años y es de hecho el plazo en el cual hay mayormente instrumentos para invertir y donde vemos valor. Igualmente hablar de largo plazo en Argentina es difícil dados los shocks que periódicamente hemos experimentado como país. Sin embargo, creo que, de continuarse con el ordenamiento fiscal impulsado por el Gobierno, sumado a medidas tendientes a reducir la presión tributaria, una política antiinflacionaria férrea y manteniendo un libre mercado de cambios, los plazos se irán estirando y la volatilidad irá convergiendo a la de la mayoría de los países de desarrollo comparable.

Sería música para los oídos para compañías como Orígenes...

Sí, obviamente. Por el tipo de pasivos que tenemos, con una duration cercana a 15 años, naturalmente nos conviene que se extiendan los plazos y existan más instrumentos. Hoy el mercado ofrece 6 /7 años de duration como la alternativa más larga con profundidad.

¿Cuál es la dificultad más grande para efectivizar una inversión de mediano y largo plazo?

El desafío más importante con el cual nos encontramos a diario para invertir a mediano y largo plazo de forma diversificada es la falta de instrumentos y la poca profundidad de los mismos. Esto dificulta los arbitrajes y movimientos de cartera lo cual nos termina empujando a priorizar la liquidez para no sacrificar margen de maniobra

¿Y cómo se resuelve esa dificultad?

Se resuelve con un crecimiento del mercado local de capitales, con más compañías saliendo a cotizar en bolsa y emitiendo deuda, con el gobierno nacional y provinciales utilizando al mercado argentino como una vía de financiamiento y logrando una mayor profundidad de ese mercado. Con un crecimiento del mercado de capitales, sin dudas las empresas encontrarán mejores vías de financiamiento y para compañías como Orígenes mejores posibilidades de inversión.

La nueva ley puede ser un puntapié inicial importante...

Sí, seguramente. Queremos ver también como finalmente termina resolviéndose el tema de la doble imposición para los fondos cerrados. Con esta herramienta se abren buenas oportunidades para financiar obras de infraestructura como ocurre en otros países del mundo o fondos orientados al desarrollo urbano similares a los que nacieron con la ley de sinceramiento fiscal, son medidas que impulsan el ahorro de largo plazo. Entiendo que en no mucho tiempo deberán ir apareciendo la securitización de hipotecas UVA originadas por los bancos y que terminarán alocándose en libros con pasivos más largos y acordes a ese tipo de activos. Este tipo de novedades sería algo más que interesante para inversores como Orígenes. Como toda innovación, el proceso desde la originación hasta la alocación final debe estar inteligentemente estructurado y controlado para no desembocar en experiencias negativas como las vividas incluso por países desarrollados con distintas crisis hipotecarias, la última denominada sub-prime.

¿Qué variables mirás para focalizar las inversiones?

Estamos en el día a día de los mercados por más que nuestras inversiones tengan como objetivo plazos mayores. De hecho participamos activamente en todas las emisiones tanto de emisores privados como públicos. Puntualmente, miramos permanentemente las variables locales habituales: tasa, tipo de cambio, inflación y obviamente seguimos la evolución de los mercados internacionales a los cuales desde la vuelta de Argentina al mercado de deuda estamos íntimamente vinculados con todo lo que ello implica, positivo y de incertidumbre. Especialmente seguimos de cerca los spreads de los bonos argentinos versus los comparables de la región porque entendemos que existen diferenciales que en el tiempo no deberían permanecer desarbitrados.

¿A largo plazo el dólar es siempre el mejor negocio?

Desde el oficio financiero siempre se busca maximizar rendimientos en el día a día, pero es verdad que el dólar no decepciona en el largo plazo. Para Orígenes igualmente el tema no es binario porque posee distintos pasivos atados a diferentes clases de cláusula de ajuste, dólar, tasa de interés, CER, etc. El dólar ha sido históricamente refugio frente a la volatilidad local pero Argentina da buenas oportunidades y poco a poco esperamos que se vaya consolidando la confianza en nuestra moneda y los instrumentos financieros emitidos en pesos. Un país con crecimiento sostenido con el cual todos soñamos, no es compatible con una moneda débil en el largo plazo.

¿En qué sectores ven valor hoy en día en el mercado local?

Puntualmente vemos valor en el sector de energía, en el campo y agroindustria, el sector de la construcción y en los servicios con soluciones tecnológicas a la altura de esos cambios que estamos experimentando. En estos sectores estamos priorizando alocar nuestras inversiones. Además, como estrategia de diversificación de riesgo estamos viendo de poder alocar en riesgos de la región. Los fondos Latam que invierten 75% en la región son una buena opción en este sentido, más aun en la medida que los spreads de Argentina con sus vecinos de la región vayan convergiendo.

¿Y en los bonos argentinos?

En lo que se refiere a la curva soberana en dólares, le vemos valor al tramo medio de la curva teniendo en cuenta la volatilidad que se viene incorporando en las tasas internacionales. Incluso hoy en día vemos mucho valor en los riesgos sub-soberanos sobre todo con ajuste Badlar. Las provincias que hoy se muestran con una deuda más acotada y que además tienen al gobierno nacional como principal acreedor, con baja exposición de deuda en el mercado, sumado al pacto fiscal que les pone límites y de esa forma genera un ordenamiento, genera que le veamos potencial de apreciación. Igualmente, en lo que respecta a bonos provinciales existe una gran dispersión de rendimientos en virtud de la percepción de riesgo de cada una. Somos selectivos porque priorizamos la profundidad que a posteriori tendrán los instrumentos. En ese sentido donde hemos estado más activos es en Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Provincia de Buenos Aires que son emisiones con tamaño.

¿Cómo ves el cambio de regulación para invertir en Lebac?

Nos empujó a estirar plazos, sacrificando liquidez y rentabilidad. Tuvimos que hacer una fuerte y veloz reconversión de nuestras carteras la cual no estaba (dado lo sorpresivo de la medida), con todo lo que ello implica. Sin embargo, nos movimos rápido y eso nos permitió protegernos capturando rendimientos que luego fueron achicándose. De todas formas perder el best asset, hoy por hoy la Lebac, no deja de ser un inconveniente sobre todo en este contexto de curvas con rendimientos invertidos donde el activo más corto es el que más rinde, el de menor riesgo de crédito y el de mayor liquidez.

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