Los Fondos Comunes de Inversión (FCI) sintieron el golpe en septiembre: los rescates netos superaron los $ 500.000 millones y marcó uno de los mayores drenajes de capital de los últimos meses. La fuga se concentró en los fondos de renta fija y variable, que perdieron en conjunto más de $ 1 billón.
Según datos de la industria, los fondos de renta fija fueron los más castigados, con rescates por $926.413 millones en apenas 30 días. El desarme de posiciones en bonos CER, dollar-linked y corporativos reflejó la mayor incertidumbre macroeconómica tras la devaluación del peso y el aumento de la volatilidad en tasas.
La sangría también alcanzó a la renta variable, que registró salidas por $ 91.620 millones en lo que va del mes. El retroceso del S&P Merval en pesos y la elevada brecha cambiaria desalentaron la permanencia en estos vehículos, a lo que se sumó la búsqueda de liquidez inmediata en un contexto de expectativas frágiles.
Los rescates alcanzaron todo el segmento
En paralelo, los fondos T+1, que suelen funcionar como un escalón intermedio entre money market y renta fija, también mostraron fuertes rescates por más de $ 850.000 millones.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, confirmó en diálogo con El Cronista, que, el mayor porcentaje de los rescates fue en los FCI Money Market y se vieron principalmente impulsados por la suba de tasas de plazo fijos.
"Luego vinieron los rescates en renta fija directa y variable con la caída del mercado en las últimas semanas. Desde Insider entendemos que estos montos se recuperarán en las próximas semanas, luego de que empiecen a impactar los anuncios que se darán en estos días y la consecuente baja del dólar", concluyó Lazzati.

Milo Farro, analista en Rava Bursátil, agregó que las estadísticas dependen del tipo de fondo que se tome y el período de medición, pero sí se podría decir que hubo un importante flujo de rescates netos.
"Esta dinámica se vio reflejada en las cotizaciones de la curva de bonos en pesos en la última semana y también alimentó el fuerte volumen vendedor de acciones en lo que va del mes", advirtió.
En este sentido, Farro deslizó que es esperable que gran parte de esos pesos se hayan dirigido a dólar o instrumentos ligados a la divisa estadounidense, como los Cedear u Obligaciones Negociables (ONs).
Doble velocidad en la salida de los fondos
Federico Victorio, cofundador de Inversiones Andinas (IA), explicó cómo funciona la industria de los FCI y por qué no hay que alarmarse ante ciertos movimientos de rescate.
Según el estratega, los FCI operan como cualquier otro instrumento financiero: "Cuando los inversores se asustan y venden, los portfolio managers deben responder a las órdenes de rescate de los cuotapartistas, muchas veces sin poder aconsejar al cliente que tal vez no convenga vender en ese momento".
Y esa que esto genera una dinámica particular. "Si un cliente rescata su inversión, el portfolio manager tiene que vender activos en el mercado al precio disponible para poder pagar la cuota de rescate", dice Victorio.
Es así como en momentos de pánico (como los de la semana pasada), esto provoca una venta acelerada de activos en un mercado ya deprimido, lo que a su vez genera más caídas en los fondos, incluso en los más conservadores. Esta interacción crea lo que Victorio llama una "doble velocidad" en la salida de los fondos.
En cuanto a los destinos de estos fondos, muchos fueron a instrumentos de dólar cash o money market, fondos sin tanta volatilidad, o redujeron duration en fondos corporativos y de gestión de liquidez, dice el estratega de IA.
Algunos inversores retail, por miedo, incluso compraron dólar MEP o dólares físicos, aunque Victorio aclara que estos movimientos no fueron significativos "como para hablar de fuga masiva de capitales".
El punto clave que destaca el experto es que estos rescates no reflejan una salida de capital estructural ni un problema profundo de la industria, sino la reacción típica ante la volatilidad del mercado.
Los FCI operan según la oferta y la demanda, y los movimientos recientes "simplemente reflejan el nerviosismo de los inversores y la dinámica natural de los mercados, sin que haya un efecto extraordinario más allá del pánico momentáneo".
Victorio concluye que es importante no alimentar fantasmas: "Los rescates de fondos son parte de ciclos normales de inflows y outflows ligados al humor del mercado y analizar los números históricos demuestra que situaciones similares han ocurrido en crisis previas o momentos de tensión económica".
La clave está en mirar los fundamentos más allá del ruido generado por movimientos de corto plazo.



