

En menos de una década, IBBA Group pasó de ser una startup que emitía tarjetas prepagas en Chile a convertirse en un holding fintech en más de diez países y un volumen de transacciones que acaba de superar los u$s 100 millones mensuales.
Su CEO y cofundador, Christian Vallejo, explica cómo una compañía B2B nacida desde la innovación, desconocida para el consumidor -a elección por su modelo de negocios- busca ahora dar el salto definitivo: transformarse en banco.Ha realizado algunas ofertas en el mercado, en un momento de transición del sistema financiero y del propio sector fintech.
Actualmente procesa más de 80 millones de operaciones por semestre, y busca ser, en materia de servicios, socio estratégico con su producto de core bancario, proveyendo infraestructura "para que el dinero fluya", por el que cobra peaje transaccional. "Nuestro foco no es competir en marketing o retail, sino en tecnología y cumplimiento", asegura Vallejo. El CEO explicó su plan a El Cronista en esta entrevista:
"Este crecimiento refleja la confianza de empresas y usuarios en nuestra plataforma. Hoy procesamos más de 80 millones de operaciones por semestre, y eso nos demuestra que somos un socio estratégico real para compañías que quieren operar de forma ágil, segura y regulada", comenta Vallejos en relación con el récord que anunciaron esta semana.

"IBBA nació con la idea de crear autopistas financieras: nosotros proveemos la infraestructura para que el dinero fluya, y cobramos un peaje transaccional. Nuestro foco no es competir en marketing o retail, sino en tecnología y cumplimiento", agregaron en un comunicado.
"Los bancos que no logren digitalizarse desaparecerán o serán absorbidos. Las fintech que no consigan regulación quedarán fuera del juego".
-Comenzaron como una fintech enfocada en B2C y ahora son una empresa B2B que da servicios a bancos y grandes corporaciones. ¿Qué los llevó a ese cambio de modelo?
-Nos dimos cuenta de que escalar un modelo B2C en mercados como Argentina era imposible: competir con gigantes como Mercado Pago no tiene sentido. Entonces decidimos hacer lo contrario: ayudar a que otros -empresas, cooperativas, incluso gobiernos locales- se conviertan en sus propios bancos digitales. IBBA provee la infraestructura, el core tecnológico y la regulación para que esas entidades ofrezcan servicios financieros modernos bajo su propia marca. Es más eficiente, más rentable y genera ecosistemas sostenibles.
-Han mencionado que su objetivo es obtener una licencia bancaria. ¿Por qué una fintech querría convertirse en banco?
-La razón principal es simple: dormir tranquilos. El marco regulatorio para las fintech cambia todo el tiempo; un día te levantás y el Banco Central emitió una nueva norma que puede modificar tu existencia. En cambio, el negocio bancario, aunque más restringido, es estable y previsible. No buscamos convertirnos en banco para dar crédito masivo, sino para garantizar continuidad y tener acceso a instrumentos financieros más sofisticados. Además, el futuro del sector es claro: muchas fintech grandes terminarán fusionándose o comprando bancos. No queremos quedarnos fuera de ese bus.
"Nos dimos cuenta de que escalar un modelo B2C en mercados como Argentina era imposible: competir con gigantes como Mercado Pago no tiene sentido. Entonces decidimos hacer lo contrario: ayudar a que otros -empresas, cooperativas, incluso gobiernos locales- se conviertan en sus propios bancos digitales"
-¿Cómo proyectan el crecimiento de IBBA en América Latina y qué rol juega la tecnología en esa expansión?
-Hoy operamos en más de diez países y seguimos expandiéndonos. México es uno de los mercados donde estamos lanzando operaciones, con proyectos que van desde sistemas de pago con QR hasta soluciones integrales para casinos y retailers. Nuestra ventaja es el músculo tecnológico: podemos desplegar infraestructura bancaria en semanas, cuando un banco tradicional tarda años. No tenemos vendedores de a pie; todo nuestro negocio se mueve por partnerships corporativos. El producto se vende solo cuando resuelve un problema real.
-En un contexto donde los bancos tradicionales buscan digitalizarse y las fintech aspiran a ser bancos, ¿cómo imagina el futuro del sistema financiero?
-El futuro será híbrido. Los bancos que no logren digitalizarse desaparecerán o serán absorbidos. Las fintech que no consigan regulación quedarán fuera del juego. En ese equilibrio está el desafío. Nosotros creemos que el futuro de IBBA Group está en ser un banco digital B2B, que combine la velocidad de una fintech con la solidez institucional de una entidad regulada. Nubank, Revolut o Mercado Pago demuestran que el modelo funciona: innovar primero, regularse después. En América latina recién estamos escribiendo ese capítulo, y queremos ser protagonistas.



