

El desarme de las LEFIs y los vaivenes de la política monetaria encendieron alarmas en el tramo final de julio. En el Gobierno atribuyeron la volatilidad a la naturaleza propia del esquema de flotación, pero puertas adentro intensificaron maniobras para mitigar el riesgo cambiario,algo que se vio reflejado con la Comunicación "A" 8289 del BCRA.
En su último informe sobre el panorama actual, Fundación Capital se refirió a la posibilidad de una corrida a corto plazo y alertó por la administración de liquidez del sistema financiero en "un marco de altos vencimientos de la deuda en pesos del Tesoro, con una actividad que parece aletargarse y una morosidad en aumento".
"Esta mayor tensión cambiaria, sube la probabilidad del escenario económico ´buscando el techo de la banda´. Derivado de la dinámica reciente surge la pregunta de si como el piso efectivo es superior al piso teórico de la banda, ¿se podría perforar el techo de flotación cambiaria?", plantearon desde el la consultora.
La respuesta, señalan los especialistas, es contundente: no hay riesgo de corrida.
"No sólo el BCRA promoverá el faltante de pesos, con una liquidez ajustada y tasas de interés bien positivas, sino que también existe espacio para seguir vendiendo dólares (no entregables) en el mercado de futuros (u$s 9.000 millones es el límite) y cuenta con más de u$s 17.000 millones líquidos para ofrecer al mercado si toca el techo", explicaron.
Sin embargo, recomendaron monitorear la sinfonía fina que realicen las autoridades dada la presión cambiaria actual.

Un mercado con menos confianza y la necesidad de conseguir dólares para abastecer la demanda
El desafío del equipo económico, señala el informe, es que en el corto plazo efectivamente ingresen dólares que permitan abastecer la demanda de divisas, así como sumar mayores reservas, "aunque cuantos más sean los dólares financieros mayor será el riesgo de volatilidad cambiaria".
"Con los vaivenes en la postura del equipo económico, el mercado pareció perder confianza. Hacia delante, Economía continuará con el apretón monetario, y es esperable tasas de interés en un escalón superior. En este sentido, dado que las licitaciones del Tesoro ocurren con una frecuencia quincenal, es probable cierta volatilidad en las tasas. En el mientras tanto, observaremos a los pases pasivos como ruedas de auxilio, que marcarán el piso de las mismas, con una TEM actualmente en torno al 2,7%", apuntaron.
Pensando en riesgos significativos a corto plazo, se destacan los abultados vencimientos de deuda en pesos, que superan los $36 billones solo en agosto. Y aunque el Tesoro cuenta con fondos para afrontarlos, la gestión de esta deuda es un tema clave.
"Las autoridades dejaron en claro que su prioridad es la astringencia monetaria y que captarán fondos a las tasas que sean necesarias. En este punto, el equipo económico deberá tener cuidado con sobrerreaccionar, ya que "cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía", sostiene Fundación Capital.
"Hacia delante deberán dar certidumbre y coordinar las licitaciones en cuanto a instrumentos, plazos requeridos, dando profundidad al mercado secundario y certidumbre cambiaria ofreciendo títulos dólar linked. La coordinación del BCRA con el sistema financiero resulta imprescindible. Mejorar las relaciones y convencer más que imponer, parecería ser el camino indicado", agregaron.
Las autoridades, insisten los especialistas, deberán hacer sintonía fina entre evitar bolsones de liquidez que puedan presionar sobre el tipo de cambio y los efectos que podrían tener tasas de interés más elevadas sobre el crédito.


