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Todos los tramos de la curva soberana argentina operaron este martes a la baja. Lo mismo ocurrió con las acciones locales, acompañando la tendencia bajista global.

El mercado local está atento a la licitación de deuda en pesos del tesoro, ya que hoy busca rollear $3,2 billones.

A nivel global, la temporada de balances en EE.UU. va tomando cada vez más ritmo.

Apertura bajista en bonos y acciones

El Global 2029 bajó 0,14%, mientras que el Global 2030 retrocedió 0,60%.

En el tramo medio se vieron pérdidas de 1,24% en el Global 2035 y de 1,04% en el Global 2038. Finalmente, los bonos a 2041 y 2046 retrocedieron 1,07% y 0,99% respectivamente.

Con las debilidades de las últimas jornadas, los bonos se mantienen entre 2,5% y 3,5% debajo de los máximos registrados en diciembre pasado.

Las acciones argentinas también retroceden, acompañando la tendencia global.

Las mayores bajas se dan en YPF que cae 5,9%, seguido por Edenor, que perdió 4,4%.

Del lado ganador, se encuentran Central Puerto, Telecom, y MercadoLibre, que suben entre 2,6% y 0,5%.

La debilidad en las acciones locales coincide con las bajas en Wall Street ya que los principales índices accionarios en Nueva York operan a la baja. El Dow Jones retrocede 0,62% y el S&P500 cae 0,37%.

El mercado está atento a la temporada de balances ya que los bancos reportaron sus números.

La semana pasada reportó JP Morgan y Wells Fargo con mejores números de lo esperado, mientras que Bank of América y Citi lo hicieron peor de lo esperado.

Esta semana fue el turno de Morgan Stanley peor de lo esperado y Goldman Sachs con mejores números de lo que anticipaba el mercado.

El factor global es determinante

La dinámica en los bonos argentinos se ha visto influenciada en las últimas jornadas fundamentalmente por variables globales, en particular, por la tendencia que tomo la tasa americana.

Se observa que la tasa a 10 años dejó de caer y rebotó desde 3,8% a 4,02% actualmente. Dicho rebote provocó una baja en los bonos argentinos de las últimas jornadas.

A su vez, el techo de la tasa había sido alcanzado en octubre, tocando máximos de 5%.

Desde entonces, el rendimiento a 10 años colapsó hasta los valores actuales, permitiendo que los bonos a nivel global se recuperen.

La deuda emergente subió más del 10%, mientras que los bonos argentinos ganaron más del 45% en promedio desde entonces.

Además, factores locales también influenciaron en la buena dinámica de los bonos en las últimas semanas.

El factor electoral primero, y las medidas ortodoxas del gobierno junto con el acuerdo con el FMI y la acumulación de reservas luego, permitieron una mejora en los bonos.

Los analistas de Grupo IEB afirmaron que el acuerdo con el FMI que permitiría cumplir con los vencimientos de los próximos meses y el BCRA que continúa con una racha compradora en el MULC son buenas señales con una mirada de corto plazo.

Hacia adelante, remarcaron que será fundamental que el equipo económico se pueda llevar a cabo el plan fiscal que depende de la aprobación del Congreso del paquete de leyes que envió el Gobierno dado que contiene 1,9 puntos del ajuste fiscal.

"Con una mirada de mediano plazo los bonos soberanos presentan una relación riesgo rendimiento atractiva, más aún si consideramos que la deuda en pesos cotiza en paridades de 100% contra 40% en promedio de los bonos hard dólar", comentaron.

El mercado se muestra positivo sobre el futuro de la deuda local.

La expectativa está puesta en que las reformas aplicadas por el Gobierno de Milei puedan corregir los desequilibrios macroeconómicos que sufre la Argentina.

De lograrlo, los bonos argentinos podrían intentar alcanzar un valor similar a créditos de otros países.

Los analistas de Schroders detallaron cual sería el potencial alcista que tendrían los bonos soberanos en dólares si convergiesen a la curva promedio de los pares más próximos, con Rating entre BB+ y B-.

La conclusión de Schroders es que, en un escenario de administración satisfactoria de la deuda, los bonos más cortos (2029 y 2030) son los que evidenciarían el mayor potencial alcista producto de una mayor compresión, especialmente si la convergencia se hace a los pares de peor Rating.

Según cálculos de Schroders, si la Argentina cotizase como Ecuador, Egipto, Turquía o Nigeria, el potencial alcista sería de entre 141% en el GD29, mientras que el GD30, y el GD35 subirían 121% y 119% respectivamente.

Atentos a la licitación del Tesoro

En el corto plazo, los inversores están atentos al resultado de la licitación de deuda en pesos por parte del Tesoro.

Hoy se llevará a cabo la primera licitación del 2024 en donde Finanzas hará frente a vencimientos que alcanzan los $3,18 billones.

De ese total, se estima que el 87,1% se encuentra en manos de tenedores privados.

Dentro del menú de opciones, el mismo está compuesto en un 100% por instrumentos ajustados por inflación.

Dentro de la oferta se encuentran el bono que vence el 9 de noviembre del año que viene (TX25), y dos letras, una de vencimiento el 20 de febrero (X20F4) y otra, una nueva emisión, que caduca el 20 de mayo de este año (X20Y4).

Los analistas de Portfolio Personal Inversiones afirmaron que dentro de las alternativas en esta licitación, encuentran interesante la colocación de la nueva LECER a mayo (X20Y4).

"Dado que comparten maturity, tomamos como referencia el T6X4 que ayer cerró en el secundario en CER -75,3%. En base a nuestro sendero de inflación para los próximos meses, creemos que ofrece una TEA cercana al 109%, lo cual debería ser un piso de cara a la licitación de la LECER de mayo. Observando las tasas de la curva CER, pareciera que el mercado espera una caída más abrupta y menos prolongada del sendero de inflación de abril en adelante", dijeron desde PPI.

Las tasas dentro de la curva CER son históricamente negativas.

Se observan tasas en Leceres, duales y bonos CER que se ubican en niveles de -98% (PR13 y el Dual de Febrero), de -85% a -65%, como el dual de abril y los bonos CER de febrero a junio, así como los duales de junio y agosto.

Gabriela Friedlander, Asset Manager Director en Balanz, explicó que La curva soberana de bonos ajustables por inflación se encuentra en niveles históricamente en record negativo en términos reales.

En ese sentido, remarcó que recién a partir del DICP, que vence en diciembre 2033, aparecen rendimientos de 0% y algo positivos con PARP y CUAP (vencimientos en 2038).

Es decir, la especialista remarcó que tiene que ser para un perfil de inversor que esté dispuesto a tolerar una alta variabilidad del precio de los mismos hasta el vencimiento del bono.

"Estos últimos tres bonos son los que mejor cobertura otorgan contra la inflación. Sin embargo, dado que el PARP y CUAP tienen duration de 9 y 12 años, esto significa que repagan la inversión en ese plazo, el inversor que desee cubrirse de la inflación con estos bonos va a tener en su cartera el bono por un plazo muy largo y por ende pueden tener mayor volatilidad", dijo.

Por lo tanto, y de cara a la licitación de deuda de hoy y el armado de estrategias en pesos, Friedlander detalló que desde Balanz se muestran cautelosos.

"Preferimos armar estrategias diversificadas de bonos de manera tal de poder combinar la parte más corta de la curva con la más larga para poder (estrategia barbell) lograr mejor mix de yield/duration relativa y buscar minimizar riesgos", sostuvo.