POR EL CEPO CAMBIARIO, LOS TURISTAS HOY SÓLO SE PUEDEN ACCEDER A DIVISAS DEL PA S DE DESTINO

Por las vacaciones, bancos y casas de cambio importan reales

Con la llegada de la época estival, y subidos a la expectativa de que el Gobierno flexibilice las restricciones cambiarias, en la City especulan que el monto de operaciones con moneda extranjera crecerá.

Con las medidas implementadas por la AFIP y la exigencia de venderle divisas del país de destino a quienes viajen a las naciones limítrofes se disparó la demanda de monedas con bajo stock en el país. Hace semanas que se agotaron los pesos bolivianos y por eso se multiplicaron los problemas. Una experiencia parecida estuvo a punto de ocurrir con los reales brasileños y pesos uruguayos, a los que la AFIP parece haberles subido el límite en las respectivas autorizaciones.
Con la llegada de las vacaciones, las casas de cambio parecen haber querido anticiparse. El dato es que para abastecer la demanda, han importado billetes de reales brasileños en importantes cantidades.
La paradoja es que si bien la demanda ha crecido, todavía se ubica en niveles que apenas tocan el 30% del volumen registrado el año pasado. De todas formas, la proporción de reales que se venden es mayor al resto de las monedas aunque la expectativa de quienes forman parte del mercado cambiario es que la AFIP flexibilice las restricciones y se llegue a un monto aún más alto. A la vez, sostienen en el mercado que el sistema que autoriza la venta de divisa para aquellos que viajan a países limítrofes comenzó a entregar mayores cantidades de unidades de sus monedas, es decir un mayor número de habilitaciones para la compra de divisas, con la particularidad de que, hasta el momento, sólo los viajeros con destino a Uruguay y Brasil tienen esa suerte. De acuerdo con encargados de la atención al cliente consultados por este medio, se observó en las últimas jornadas hábiles habilitaciones por $ 6 mil, o hasta $ 7 mil ante el pedido de viajeros con destino a esos dos países limítrofes, cifras que no se registraban hasta las primeras semanas de noviembre.
Hoy, en la city, la fotografía resulta irreconocible: 60% de las ventas de divisas obedecen operaciones de reales brasileños mientras que en el segundo y tercer lugar se ubican cómodas el peso chileno, el peso uruguayo y el guaraní paraguayo. Sólo después llega a registrarse un monto relacionado con la compra-venta de dólares que, escasos, y con pocos permisos habilitados por la AFIP, parecen condenados a condensar baja liquidez.
La mayor demanda de moneda es ahora la de los países limítrofes empezando por Brasil, señaló un eximio agente de bolsa. En la city apuestan que la demanda de reales se trasladará también al mercado paralelo.
Es probable que aquella persona que viaje a un país limítrofe y no consiga suficientes billetes piense en comprar divisa en el mercado informal ya que hay destinos donde es complejo utilizar la tarjeta de crédito y siempre conviene tener dinero en efectivo, señalaron.
Aquí es donde varios de los analistas consultados piensan que el mercado informal de reales brasileños tenderá a consolidarse. Eso sí: señalan que es probable que los precios en función de la brecha existente entre el valor oficial y el paralelo se distancien aún más en el caso de las monedas que generalmente no tienen la liquidez del dólar. Por ejemplo el viernes, el real cotizó cerca de los $ 3,50 por cada unidad cuando la cotización oficial fue de $ 2,45 en la punta vendedora. La diferencia, del 40% resulta mayor a la del 30% que existe entre los $ 6,50 que vale el dólar en el mercado paralelo y los $ 4,89 del mercado oficial.
El viernes, el BCRA informó y publicó una normativa que volvió a permitir el pago en efectivo de operaciones cambiarias que tengan como objeto el turismo y gastos de estudios en el exterior.

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