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En septiembre, el stock de consumos con tarjeta de crédito fue de $ 19,76 billones, contra $ 19,93 billones de agosto, lo que marca una caída de $ 170.000 millones en el último mes, de acuerdo a las estadísticas del Banco Central. Esto obedece a la caída del consumo, mayor mora y, como consecuencia, las entidades están recortando las líneas crediticias.
La reactivación del crédito al sector privado fue el principal motor, junto con la recuperación de los ingresos reales y en dólares, del dinamismo del consumo durable durante buena parte de 2024.
Tasas por las nubes
Ese dinamismo se fue agotando en el transcurso de 2025, en una primera instancia como parte de un proceso natural de desaceleración a medida que las tasas reales volvían a ser positivas, el nivel de endeudamiento de las familias y empresas aumentaba, y la propia exposición del sistema financiero también iba en ascenso, de acuerdo a los analistas de la consultora Outlier.
En septiembre, el stock de consumos con tarjeta de crédito fue de $ 19,76 billones, contra $ 19,93 billones de agosto, lo que marca una caída de $ 170.000 millones en el último mes, de acuerdo a las estadísticas del Banco Central. Esto obedece a la mayor mora y, como consecuencia, las entidades están recortando las líneas crediticias
El crédito en pesos al sector privado registró en septiembre, según el informe del BCRA, una contracción promedio mensual de 1,8% en términos reales, poniendo fin a 17 meses consecutivos de crecimiento. Esta caída se concentró en los préstamos destinados a financiar actividades comerciales y aquellos orientados al consumo.
Se retrae el crédito
En términos interanuales, el crédito exhibió un aumento de 52,5% real y medido en términos del PBI alcanzó a 8,9%, más del doble que el nivel observado a inicios de 2024.
Julián Sanclemente, CEO y cofundador de Alprestamo, es cauto y matiza: "La contracción del crédito privado de 1,8% en septiembre, evidencia una desaceleración del crédito con respecto a meses previos".




