Pablo Guidotti es hoy profesor e integrante del Consejo de Dirección de la Universidad Di Tella. Doctorado en Chicago, fue viceministro en los '90. Es autor de la "Guidotti-Greenspan rule", una guía aplicada a nivel internacional sobre la relación entre reservas y deuda de corto plazo. En diálogo con El Cronista, repasó el actual momento económico.

-¿Qué análisis hace de la ayuda de los EE.UU. a la Argentina?

-El apoyo es muy contundente y el anuncio del Secretario del Tesoro Scott Bessent contiene una frase que rememora a la de Mario Draghi cuando anuncia el rol del Banco Central Europeo en medio de la crisis de Grecia y Europa en general: el famoso "whatever it takes". Enumera una serie de instrumentos que podría utilizar el Tesoro de EEUU. Además de un swap de 20.000 millones de dólares también se mencionan (aunque sin monto específico) la discrecionalidad por parte del Tesoro para comprar títulos públicos de Argentina en el mercado secundario, en el mercado primario, o dar una línea de crédito directo desde el Exchange Stabilization Fund. Todos estos anuncios son muy contundentes y en este momento su implementación concreta está siendo definida con el equipo económico en Washington. Creo que el anuncio de Bessent responde, no sólo a un análisis económico, sino más bien a una posición geopolítica que reconoce a la Argentina como un aliado potencial de los Estados Unidos en la región. Vale la pena recordar que en los 90s, Henry Kissinger, en uno de sus libros, ya había mencionado que Argentina era candidato a ser como el principal aliado de Estados Unidos en la región ya que Brasil de alguna manera se ve a sí mismo más como un competidor de Estados Unidos. No es sorprendente que se haya retomado esa idea. Lo que sí es cierto, es que nadie se esperaba la rapidez y la contundencia de los anuncios.

"El anuncio de Bessent responde, no sólo a un análisis económico, sino más bien a una posición geopolítica que reconoce a la Argentina como un aliado potencial de los Estados Unidos en la región".

-¿Piensa que esta asistencia está condicionada al resultado electoral?

-Scott Bessent ya había mencionado, cuando visitó a la Argentina en abril, que los Estados Unidos estaban dispuestos a ayudar en el caso que hubiese una volatilidad inusual. El marco electoral en Argentina generó en un clima de volatilidad que seguramente tuvo en cuenta al hacer estos últimos anuncios. Si uno toma como precedente el caso de México durante el efecto Tequila, el Tesoro norteamericano le puso condicionalidades y no sólo eso, envió misiones para revisar el cumplimiento. México en un lapso relativamente corto de tiempo, unos 2 o 3 años, pudo repagarle. La gran diferencia entre el Tesoro y el FMI es que el FMI, cuando decide un paquete de ayuda, lo tiene que consensuar con todo el directorio, con todos los países, y normalmente hay países importantes dentro de Europa que no quieren que se preste mucho. El Tesoro de EEUU tiene la ventaja de poseer una gran flexibilidad y cuando decide tomar acciones privilegia que esas acciones sean exitosas. Esto se vió incluso en la crisis en 2008-2009, cuando el Tesoro y la Reserva Federal decidían intervenciones no convencionales dentro de los EEUU. Empezaron a ayudar a empresas e instituciones que normalmente no hubiesen entrado dentro de su órbita. Lo que privilegia el Tesoro es que en las intervenciones se logre el objetivo buscado. La ventaja es que tiene muchos más recursos y mucha más flexibilidad que el FMI. En este caso, parece que no hay condicionalidades particulares y sospecho que el Tesoro se basará en las condicionalidades que ya existen en el programa que Argentina tiene con el FMI. Algo que es particularmente útil y positivo para la Argentina es que el al haber logrado el equilibrio fiscal una típicamente una de las principales demandas que tendría cualquier país desarrollado con respecto a un país emergente que requiere asistencia, que implica justamente una mejora en los fundamentos macro. Argentina corre con la ventaja que ha hecho un ajuste fiscal inédito a nivel mundial. No creo que haya una gran condicionalidad con esta intervención en la medida, obviamente, que Argentina mantenga el rumbo económico.

"Lo que privilegia el Tesoro es que en las intervenciones se logre el objetivo buscado. La ventaja es que tiene muchos más recursos y mucha más flexibilidad que el FMI. En este caso, parece que no hay condicionalidades particulares y sospecho que el Tesoro se basará en las condicionalidades que ya existen en el programa que Argentina tiene con el FMI".

-¿Debería modificarse el acuerdo con el FMI?

-En términos generales el acuerdo está bien diseñado. La turbulencia que se está viviendo en el contexto electoral puede afectar alguna de las proyecciones económicas, pero hay 3 áreas centrales a considerar. Una es la fiscal y creo que ahí no hay mucho cambio. En lo cambiario-monetario creo que sí va a haber cambios y que son parte de la discusión en el sentido de que la Argentina se mueva más claramente a un régimen de tipo de cambio flexible y que el Banco Central vuelva a utilizar una tasa de política monetaria como ordenadora de su marco de política monetaria, dado que los agregados monetarios en el contexto actual no jugaron un rol claro. Y en este contexto seguramente va a haber una insistencia en la acumulación de reservas. Después está la tercera área, que engloba a las reformas estructurales que conforman una agenda que la Argentina tiene que recorrer inevitablemente en el futuro. Tiene que ver con la modernización de la legislación laboral, con una reforma tributaria que baje y simplifique el sistema tributario y que al mismo tiempo tenga en cuenta la distribución de recursos fiscales entre Nación y provincias. También es central el tema previsional, donde Argentina ha hecho un descalabro en las últimas décadas al considerar jubilados a gente que nunca aportó. Argentina tiene un sistema que genera incentivos al trabajo en negro. La jubilación es tan mala por cómo se diluyeron los haberes. El que hoy trabaja sabe que no va a recibir una buena jubilación, y entonces se pregunta ¿para qué aportar si después no voy a recibir nada a cambio de mis aportes? No solamente se trata de las bajas jubilaciones sino fundamentalmente de los incentivos para que la gente joven quiera trabajar en blanco. Esas grandes reformas son parte de la agenda. Está en el programa con el FMI, pero son reformas que están desde siempre sobre la mesa en la Argentina. Para que se pueda avanzar en estas leyes es necesario un consenso político más amplio del que existe hoy.

"Los agregados monetarios en el contexto actual no jugaron un rol claro. Y en este contexto seguramente va a haber una insistencia en la acumulación de reservas".

-¿Cómo vio la decisión de fijar retenciones cero por unos días para que el Tesoro compre dólares?

-Creo que es una muy buena medida haber empezado más activamente a comprar reservas por parte del Tesoro. El gobierno debe mejorar su política de administración de activos y pasivos externos. Lo que debemos asegurar es que el país tenga la liquidez externa (reservas internacionales) para cumplir con sus obligaciones y que tenga flexibilidad para enfrentar imprevistos. En particular, estamos hablando de las obligaciones externas y tienen que ver, por ejemplo, con la estructura de madurez que tiene esa deuda, y con las reservas internacionales necesarias para hacer frente a esas obligaciones. Lo que los países emergentes han aprendido de las crisis es la necesidad de acumular muchas reservas. No solamente están al día con sus vencimientos, sino también para enfrentar la volatilidad del mercado de capitales. No necesitan acceder al mercado cuando la volatilidad muy alta. Es una estrategia que no se ha desarrollado en la Argentina durante mucho tiempo y debería ser una parte central de la política económica. A nivel de la deuda doméstica también hay que asegurarse que la estructura de madurez no genera acumulación de vencimientos demasiado grandes. Todas estas cuestiones quizás implican un costo que se relaciona con el concepto de seguro. Sería mucho más barato para cualquiera de nosotros, no pagar nunca un seguro. Ahora si tenés un accidente perdiste el auto o se te incendia la casa. El concepto de seguro es precisamente estar dispuesto a pagar algún costo para tener menor vulnerabilidad frente a situaciones que se puedan presentar.

"Es una muy buena medida haber empezado más activamente a comprar reservas por parte del Tesoro. El gobierno debe mejorar su política de administración de activos y pasivos externos. Lo que debemos asegurar es que el país tenga la liquidez externa (reservas internacionales) para cumplir con sus obligaciones y que tenga flexibilidad para enfrentar imprevistos".

-¿Por qué no baja más el riesgo país?

-Creo que por el clima político se recalentó mucho después de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Cuando uno se aleja un poco de la coyuntura, la Argentina es un país que hoy tiene un marco de política económica muy bueno en comparación a otras economías emergentes. El riesgo país que estamos viendo parece excesivamente alto especialmente luego de los anuncios del secretario Bessent. Si consideramos el volumen de vencimientos que tiene Argentina, para Estados Unidos es muy poca plata la que se necesita para resolver la incertidumbre. El Tesoro puede perfectamente prestarle a la Argentina fondos para hacer una operación de manejo de pasivos que reduzca sustancialmente los vencimientos durante los próximos 3 o 4 años. Son cuestiones factibles y por lo tanto, el riesgo país actual parece desproporcionadamente alto. Se observa en lo que pagan de tasas las empresas en comparación con el sector público. Uno paga poco y el otro paga muchísimo. Es lo que está reflejando de alguna manera que el problema es esencialmente político. Tengo la sensación que una vez que pase la elección de octubre, independientemente de si al gobierno le va mejor o peor en el resultado, la composición del Congreso va a ser muy similar en ambos escenarios. El Gobierno va a tener la capacidad en el Congreso de sostener vetos, pero no va a tener las mayorías necesarias como para pasar las reformas estructurales de las cuales hablamos. Habrá que ver cómo organiza el diálogo político con otras fuerzas. Independientemente de cual sea el resultado, más o menos esta realidad va a ser la que ocurra. Hoy, creo que a la larga la elección de octubre va a ser medio irrelevante. Hay que ver como se enfoca el proceso de ahí hasta la elección presidencial del 2027. Va a ser importante como queda la composición del arco político, si aparece Provincias Unidas como una fuerza relevante o no. Hay mucho camino por recorrer, pero después de octubre, la ansiedad va a bajar mucho.

"El riesgo país actual parece desproporcionadamente alto. Se observa en lo que pagan de tasas las empresas en comparación con el sector público. Uno paga poco y el otro paga muchísimo".

-Si el Gobierno, pierde las elecciones, ¿será visto como que en 2027 no ganará?

-Es muy peligroso hacer comparaciones y extrapolaciones. De hecho, si miramos el Gobierno de Macri, le fue muy bien en el 2017 y después perdió en el 2019. No sé cuán buen predictor es efectivamente la elección de medio término. A Cristina lo mismo, dado que le fue mal en la de medio término y después ganó en 2011. En general es difícil extrapolar. La situación económica actual y la solidez de los fundamentos económicos es muy distinta a la que existía en casos anteriores. Después de octubre el gobierno va a tener que poner más énfasis en las políticas que lleven al crecimiento económico. El equilibrio fiscal, que es tremendamente importante y es el ancla, va a ser un elemento, pero no va a ser suficiente.

-¿Debería cambiarse la Carta Orgánica del Banco Central?

-Sería muy bueno hacer una reforma. Hay cuestiones que ya se están aplicando, como por ejemplo no permitir el financiamiento del Banco Central al Tesoro en forma directa. Sería bueno incluir en una nueva carta orgánica la derogación los controles de cambio (como existe en Chile) y la derogación de ley penal cambiaria. La función del Banco Central no debe correr detrás de los arbolitos sino básicamente concentrarse en mitigar el riesgo sistémico. El Banco Central no debiera estar supervisando casas de cambio. Es una actividad que no tiene ningún riesgo sistémico. Es como decir que me voy a poner a controlar a las relojerías porque venden Rolex. Que hagan lo que quieran.

"Sería muy bueno hacer una reforma. Hay cuestiones que ya se están aplicando, como por ejemplo no permitir el financiamiento del Banco Central al Tesoro en forma directa. Sería bueno incluir en una nueva carta orgánica la derogación los controles de cambio (como existe en Chile) y la derogación de ley penal cambiaria".

-¿Qué tan importante es el Presupuesto 2026?

-Son las proyecciones que están alineadas con el programa del Fondo, pero evidentemente con los cambios de la situación económica, posiblemente deban ser revisadas y eso puede ocurrir en la discusión en el Congreso. Cuando uno discute el Presupuesto, en el fondo hay que tener en cuenta que el Congreso aprueba autorizaciones de gasto, por un lado, y el Ejecutivo envía proyecciones de recursos por otro. Entonces, lo que el Ministerio de Economía tiene que estar seguro es de sus proyecciones de ingresos y sobre esa base, la discusión en el Congreso se centra en las autorizaciones de gasto. Hay que concentrarse en esos dos aspectos, cuántos recursos hay y qué cosas esos recursos permiten en términos de autorizaciones de gasto. Hoy en día lo que estamos viendo en el Congreso es más que nada una oposición totalmente destructiva. Si esa actitud, persiste, entonces creo que la discusión del Presupuesto no llevará a nada. Ojalá la Argentina tenga un presupuesto aprobado por el Congreso, porque es una señal institucional muy importante. Pero no creo que el Gobierno rife la situación fiscal por tener esa señal institucional.