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El denominado "dólar soja" durante septiembre le otorgó al Banco Central una dosis de oxígeno con u$s 5000 que hicieron resurgir a las reservas. Anticipó liquidaciones de divisas que iban a ocurrir en los próximos trimestres.
Ningún flujo nuevo, sólo adelantamiento de fondos. ¿Cómo hará entonces para pasar el verano sin una devaluación brusca?
Estacionalidad
La estacionalidad y la memoria le juegan en contra al Banco Central.
Las liquidaciones de divisas se reducen a esta altura del año y fue en enero de 2014 cuando el tercer kirchnerismo, en la segunda gestión de Cristina Fernández, el Banco Central encabezado entonces por Juan Carlos Fábrega debió convalidar un alto de cerca de 26% en el dólar oficial, dando lugar a lo que hoy se denomina el fabregazo.
Fuentes del Banco Central aseguraron a El Cronista que aguardan hasta fin de año desembolsos de organismos internacionales, del BID y del Banco Mundial, por u$s 2700 millones.
Esa cifra tendería a engrosar las arcas de la entidad monetaria. Pese a ello no sería suficiente para abastecer la demanda de divisas, básicamente importaciones de bienes y servicios.
"Hay ingresos de divisas de China, para la construcción de las represas, proceso que se demoró y que se espera se concrete para fin de año", aseguró la fuente, al tiempo que agregó que resta "la adenda del contrato". En los cálculos del BCRA, ello resulta clave para transitar el verano.
Las liquidaciones de divisas se reducen a esta altura del año y fue en enero de 2014 cuando el tercer kirchnerismo, en la segunda gestión de Cristina Fernández, el Banco Central encabezado entonces por Juan Carlos Fábrega debió convalidad un alto de cerca de 26% en el dólar oficial, dando lugar a lo que hoy se denomina el "fabregazo".
Mirada al cielo
Un capítulo aparte en los cálculos oficiales es el campo, con las liquidaciones de la cosecha de trigo para los próximos meses. El clima sigue siendo un factor determinante para la política cambiaria con una sequía cuyo impacto aún no puede cuantificarse seriamente.
El pronóstico meteorológico, con las estimaciones de precipitaciones para las próximas semanas resulta esencial curiosamente para determinar la sostenibilidad del actual régimen cambiario.
Así la cosecha de trigo ascendería a 16 millones de toneladas, con liquidaciones de divisas a producirse a fines de diciembre y enero. Pero las preocupaciones por la sequía se extienden a la soja dado que pueden impactar en el área sembrada y por ende en la cosecha final.
Por ello, las constantes consultas del Banco Central al Servicio Meteorológico.
En el Banco Central aguardan hasta fin de año desembolsos de organismos internacionales, del BID y del Banco Mundial, por u$s 2700 millones.
Pasando ya el verano, comienza a cobrar relevancia lo político más que lo agropecuario o las precipitaciones.
Dada la alta probabilidad de un triunfo en las elecciones presidenciales de Juntos por el Cambio, las decisiones se harán en función de los primeros pasos del nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre del 2023.
Hipótesis de cambio
Lo que seguramente hará si asume un presidente de la oposición es unificar el mercado de cambios, con un salto del dólar oficial hasta coincidir con los financieros, el MEP y el contado con liquidación.
Esta expectativa hará que retraiga la liquidación de dólares de la cosecha de soja 2023 a la espera de mejores valores para fines de año. Es lo que en definitiva sucedió en la previa de las elecciones del 2015.
Pero para ello resta una eternidad en la medición argentina del tiempo.
Una expectativa de unificación cambiaria podría provocar una retracción de la liquidación de dólares de la cosecha de soja 2023 a la espera de mejores valores para fines de año, como sucedió en la previa de las elecciones del 2015.
En el Banco Central descuentan que se cumplirá con la meta de acumulación de reservas al 31 de diciembre. Luego, China y el trigo definirán el rumbo del dólar oficial.
El plan oficial es mantener la actual velocidad de devaluación. Las tasas en pesos no subirán en el corto plazo. Al menos ayer el BCRA no tuvo que sacrificar reservas. Un respiro transitorio, pero respiro al fin.




