El despegue de los bonos argentinos en dólares, 45% en dólares en cinco semanas, reflejó en gran parte las apuestas de los inversores a un ordenamiento de la economía en el 2024.

Es el ya célebre trade electoral, anticipando el fin del cuarto kirchnerismo. Pero en paralelo, los mercados emergentes tuvieron una clara tendencia alcista que dio soporte a este repunte de los papeles argentinos.

Lo sucedido con el dólar en Brasil en el año es una muestra del clima con los emergentes. El dólar en lo que va del año, bajó de 5,4 a 4,8 reales. En muchos países emergentes se observó una rápida reducción de la inflación y ya muchos bancos centrales detuvieron el ciclo de incrementos de tasas.

Hubo mucho flujo de fondos norteamericanos a Brasil aprovechando los altos rendimientos en la moneda local, algo que se está deteniendo de todas maneras ante las perspectivas de que el banco central brasileño comience con las reducciones de las tasas en un mes.

El combate a la inflación fue dado de manera contundente por los bancos centrales de países emergentes. Los alumnos superan a los maestros. De más está decir que la Argentina no califica entre este accionar emergente.

Paraguay por ejemplo redujo la inflación de dos dígitos, levemente por encima del 10% a menos del 5% en tan solo un año, fruto del accionar decisivo de su banco central.

Detrás de estos movimientos, se encuentra la sensación entre analistas de Wall Street de que los países desarrollados se están convirtiendo en un gran "mercado emergente" como consecuencia de sus errores de política económica. Entre ellos, se encuentra el Reino Unido, con severas críticas al accionar en materia fiscal y monetaria durante y luego de la pandemia

¿Qué tan sostenible es esta tendencia en emergentes? En primer lugar, hay que observar las próximas decisiones de la Reserva Federal, fuente de todos los flujos de fondos en el mundo.

La semana pasada Jerome Powell destacó que los datos sólidos de la economía norteamericana alejan la posibilidad de que haya en el corto plazo una reducción de las tasas. Todo lo contrario. Estados Unidos podría retomar el ciclo alcista de las tasas en su próxima reunión de directorio. Las expectativas de los inversores coinciden en que puede haber dos incrementos adicionales hasta fin de año en las tasas de la Fed.

El FMI se muestra activo en paralelo con países emergentes en los que la suba de tasas internacionales generó desequilibrios. Egipto, Pakistán, Zambia son algunos de los casos tratados por el organismo internacional.

Un caso interesante es Nigeria, país que tiene como objetivo convertirse en la novena economía más grande del planeta para el 2050. Su flamante presidente, Bola Tinubu, aspira a que ello ocurra antes. Apenas asumió el 29 de mayo pasado decidió acabar con los múltiples tipos de cambio y unificarlos. Al mismo tiempo, dio por terminados los subsidios a las naftas de más de 30 años de vigencia.

Para Argentina, a las condiciones externan se le agregan los precios de la soja a futuro. Estados Unidos tiene un área sembrada menor para su cosecha 2023. Esto llevo a incrementar los precios a futuro de la soja, que para mayo ya se mantienen cerca de los u$s 500. Con una cosecha normal en cantidades, el campo dará una buena bienvenida al flamante Gobierno.

Pero con contexto externo no alcanza en la Argentina. Por algo en definitiva las paridades están en 35% para los bonos.