LOS ULTIMOS PAISES EN PASAR A EMERGENTE FUERON QATAR Y EMIRATOS RABES UNIDOS

Los mercados de frontera ajustan al ser recategorizados como emergentes

Argentina encara un proceso económico distinto. La evolución de las acciones dependerá del repunte PBI, la baja del déficit fiscal, la inflación y el repunte del consumo

Muchos analistas e inversores a nivel mundial han venido especulando con la potencial salida de Argentina de las economías de frontera y su regreso a emergentes. El MSCI Argentina Index fue excluido del MSCI Emerging Markets en mayo de 2009 como resultado de las restricciones a las entradas y salidas de capitales en el mercado de financiero argentino.

Las experiencias de Qatar y Emiratos Árabes Unidos dan a entender que luego de la noticia las acciones inician un proceso de ajuste. Argentina puede replicar la misma experiencia si ingresa a emergentes aunque las bajas podrán ser menos traumática dado que los fundamentals argentinos son distintos, sobretodo porque la economía local viene en un sendero de recuperación económica y cambios políticos que pueden generar ajustes transitorios que devengan en nuevas oportunidades de compra. La cautela siempre es buena recomendación.

Un potencial ingreso de la plaza local al índice de mercados emergentes permitiría que fondos de inversión deban y puedan invertir en acciones y activos argentinos.

Por un lado, el hecho de que Argentina sea parte de emergentes, y que sea incluida en los índices, obligaría a muchos fondos pasivos que replican un índice (en este caso de emergentes), a comprar acciones argentinas para poder alcanzar una réplica exacta del índice en cuestión.

Por otro lado, gracias a la inclusión a la categoría emergente, los fondos que operan mercados emergentes por mandato podrían comprar activos argentinos que hoy se ven excluidos por ser considerados de frontera, es decir demasiado riesgosos.

En ambos casos, el potencial de flujo de fondos con el cambio de categoría seria mas que significativo y ello conduciría a que los distintos tipos de activos financieros vean propiciada una potencial suba en sus precios. A mediados de abril, el banco de inversión Morgan Stanley publicó un informe en el que detalla experiencias pasadas de otros mercados que pasaron de frontera a emergente y hace una reseña del potencial que aún le queda al mercado local.

Según el informe, el rendimiento de las acciones del país que está siendo analizado para la recalificación tienden a superar a sus pares de emergentes por un 58% en promedio durante el período de 30 meses desde el inicio de la consulta hasta 6 meses después de su implementación.

Se tiende a observar una rentabilidad relativa media 15% mayor durante los primeros 12 meses que forman parte del período de consulta, 60% durante los próximos 12 meses que van entre el anuncio y su aplicación y 14% menor durante los siguientes 6 meses posteriores a la implementación.

En concreto, el mercado se anticipa a la noticia generando retornos positivos previos y una vez que la misma queda concretada las acciones alcanzan un techo y ajustan. Pero, ¿por qué caen las acciones luego de la implementación si supuestamente es una buena noticia para el país? La clave pasa por el concepto de oferta y demanda. El ingreso a emergentes permite que muchos fondos inviertan en argentina (ya sea el fondo pasivo como el activo) pero una vez que el fondo alcanzó el nivel de posicionamiento esperado ya sea para replicar al índice subyacente como el nivel esperado de colocación en activos argentinos, la demanda queda virtualmente agotada.

Los casos mas recientes de reclasificación a emergente son Qatar y Emiratos Árabes Unidos (EAU) en junio de 2014 y luego Pakistán en 2016 (su implementación será en 2017).

Las subas en términos de dólares de las acciones de Qatar y EAU desde el anuncio hasta la confirmación fueron del 62% y 100% respectivamente y, una vez que quedó confirmada la inclusión, los índices bursátiles ampliaron la suba 9% y 6%, también respectivamente, para luego alcanzar un techo de mediano plazo. El índice de EAU inició un proceso de ajuste con pérdidas de 31,50% hasta los valores actuales y cerca de un 50% hasta los mínimos de comienzo de 2016. La experiencia de Qatar fue similar: el ajuste estuvo cerca del 31% hasta los valores actuales y un 41% hasta los mínimos de comienzo de 2016.

¿Puede pasarle lo mismo a las acciones argentinas? La pregunta no tiene una respuesta exacta ya que el caso argentino desde el punto de vista económico es distinto al de estos dos países. Si el ingreso de la plaza local a la categoría de mercado emergente viene acompañado de un crecimiento económico que le permita a las empresas obtener más ganancias, probablemente el impacto en una potencial toma de ganancias sea más limitado y menos traumático. Mucho dependerá de los fundamento locales, de verificar que efectivamente la inflación y el déficit fiscal convergen a los objetivos del Banco Central y del Ministerio de Hacienda, además de que el consumo repunte y que el PBI retome un sendero alcista. La toma de ganancias podrá efectivamente concretarse y, dado que las acciones han protagonizado fuerte subas a lo largo de 2017, una corrección de todo el último tramo parece más que razonable para que nuevamente los precios retomen impulso para un nuevo ciclo alcista hacia zonas superiores.

 

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