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Sin registrar aún el impacto del swap con los Estados Unidos, las reservas brutas del Banco Central alcanzaron ayer los u$s 40.570 millones. La entidad conducida por Santiago Bausili informó que en la última rueda no intervino en el Mercado Libre de Cambios, a diferencia del martes, cuando vendió u$s 45,5 millones.

Sin embargo, desde el lunes sus tenencias cayeron u$s 745 millones, explicados, en gran parte, por la baja del precio del oro.

El metal precioso acumula un rally en lo que va del año que impulsó un 54% su valor. "Esta suba representó ganancias para el BCRA de aproximadamente u$s 3000 millones", estimó Pedro Moreyra, director de Guardian Capital.

Esta semana el oro sufrió una corrección que llevó a la onza a los u$s 4120.

"Estos últimos días, luego de acumular nueve semanas consecutivas al alza, el oro inició su corrección bajando hasta un 8%. De la misma manera que representó ganancias a lo largo del año para el BCRA, estos últimos días afectó negativamente las reservas de la autoridad monetaria en dólares", agregó el analista.

Las reservas brutas están conformadas por dólares, el swap con China, y oro. Según el último dato oficial publicado por el Central, el oro (neto de previsiones) representaba al 15 de octubre unos u$s 8130 millones al tipo de cambio oficial. El siguiente dato será publicado el 23 de octubre, donde, seguramente, impactará la corrección del metal precioso.

POR QUÉ SUBE EL ORO

El rally del oro está sustentado en la debilidad del dólar a nivel global, las crecientes tensiones geopolíticas, y a las compras de varios bancos centrales, entre ellos el de China y el de Rusia. La desdolarización de estos últimos forma parte de una búsqueda por ganar márgenes de autonomía con respecto a la Casa Blanca.

El oro cumple un doble papel: activo de reserva frente a la hegemonía del dólar y refugio geopolítico. "A medida que va pasando el tiempo, el oro tiene más atractivo como cobertura frente a la desvalorización del dólar. Es una cobertura contra la devaluación del dólar, que creemos que va a continuar", consideró Gustavo Neffa, socio de Research for Traders.

"Para el largo plazo, vemos valor en el commodity. Si bien viene de un año que no se veía desde hace décadas, existe un driver muy fuerte para explicar esta nueva fiebre del oro: las autoridades monetarias del mundo se encuentran muy compradores de oro para reforzar reservas", aseguró, por su parte, Moreyra.

La demanda mundial de oro trepó hasta las 1220 toneladas en los últimos cuatro trimestres, la cifra más alta en al menos 14 años. Por primera vez en treinta años, las autoridades monetarias poseen más oro que bonos del Tesoro de los Estados Unidos. El oro representa ya el 24% de las reservas internacionales de los bancos centrales, mientras que los Treasuries se ubican en 23%, reflejando un cambio histórico en la composición de reservas.

El oro es el activo de valor alternativo más elegido también por inversores institucionales y minoristas, que buscan protegerse de la inflación en EE.UU., que en agosto trepó al 2,9% anual.

Mientras el oro se fortalece, la deuda estadounidense supera los u$s 38 billones, con un incremento de u$s 400.000 millones solo en octubre. Paralelamente, la oferta monetaria mundial alcanzará los u$s 140 billones, tras crecer u$s 8 billones en seis meses. "Estos excesos monetarios impulsan la desconfianza en monedas como el dólar y fortalecen el atractivo del oro", concluye Moreyra.

Al contrario del refrán popular, este año para los inversores todo lo que brilla es oro.