El reciente aumento en los precios internacionales de los commodities representa un respiro económico para Argentina y otros países exportadores de América Latina, pero puede traer algunos elementos negativos también en materia de inflación y comercio exterior. Así lo advierte un informe de la calificadora de riesgos Moody's, que analiza el impacto de la guerra entre Israel e Irán a nivel local.
La agencia crediticia advierte que el beneficio será desigual en la región y que el impacto positivo podría verse contrarrestado en el caso argentino por factores internos como la alta inflación, la dependencia de la demanda china y los desequilibrios cambiarios.
Productos como la soja, el maíz y el trigo -cuyos precios registraron incrementos de hasta 18% en los primeros meses del año- impulsan los ingresos por exportaciones, lo que apuntala el plan del Gobierno para la recaudación por derechos de exportación y entrada de un flujo de divisas, clave en un contexto de reservas escasas.
El caso argentino para Moody's
"El entorno de precios altos favorece a las economías con ventajas competitivas en commodities. En el caso de Argentina, esto ayuda a recomponer reservas y mejorar las cuentas fiscales, en un contexto aún frágil", analiza Moody's en su informe.
Y es que, desde que se intensificó el conflicto en Medio Oriente, algunos de los productos que exporta la Argentina como el poroto de soja (+2,4%), el aceite de soja (+18%) y el maíz (+0,6%) aceleraron las subas.
Un informe de EcoValores sostiene al respecto que, a lo largo de la semana, "el principal motor de los precios de los commodities fue la escalada de las tensiones geopolíticas. "El precio del petróleo Brent se disparó más de un 7%, y ahora cotiza cerca de los u$s 80 por barril".

En paralelo, el oro alcanzó máximos históricos, lo que refleja la creciente búsqueda de refugio por parte de los inversores frente al deterioro del escenario internacional, analiza el bróker.
¿Mejora entonces la balanza comercial?
La recuperación de la balanza comercial y la mejora de los ingresos fiscales, sin embargo, no se traducen automáticamente en estabilidad macroeconómica. Moody's advierte que el alza de precios internacionales también presiona los costos internos, en especial en un país donde el traslado a precios es más directo y donde la inflación interanual alcanzó el 43,5% en mayo.
Además, la calificadora subraya los riesgos vinculados a la apreciación del tipo de cambio real: con mayor ingreso de dólares por exportaciones, la moneda local tiende a fortalecerse en términos relativos, lo que puede afectar negativamente la competitividad de sectores no ligados al agro, como la industria manufacturera o los servicios exportables.

"Un entorno de commodities caros puede derivar en desequilibrios sectoriales si no se gestiona adecuadamente la política cambiaria y fiscal", advierte el informe.
Mejora fiscal, pero sin resolver el dilema de las retenciones
La suba de precios también mejora la recaudación del fisco a través de las retenciones a las exportaciones. Moody's reconoce que estos ingresos adicionales alivian transitoriamente las necesidades fiscales del Tesoro, pero advierte que el modelo fiscal basado en la carga impositiva sobre el agro "no es sostenible en el largo plazo" si no se diversifica la base tributaria y se reduce el gasto estructural.
Tipo de cambio y competitividad: el riesgo de apreciación real
Un ingreso elevado de divisas también plantea el riesgo de una apreciación del tipo de cambio real. Aunque en la práctica el mercado cambiario argentino sigue "parcialmente intervenido", con múltiples cotizaciones (oficial, MEP, contado con liquidación), el aumento de las liquidaciones del agro puede reducir la brecha en el corto plazo, pero también hacer menos competitivos a los sectores industriales que exportan o compiten con importaciones.
Industria textil, autopartes, maquinaria agrícola y servicios basados en conocimiento enfrentan mayores dificultades para mantener márgenes si el peso se aprecia sin una mejora equivalente en productividad.
Qué cambios sugiere Moody's para Argentina
Así, Moody's remarca que el verdadero desafío para Argentina no es solo aprovechar el precio alto de los commodities, sino transformar este ciclo positivo en una plataforma para estabilizar la economía y reducir la dependencia de shocks externos.
Para ello, sugiere:
- Aumentar las inversiones en infraestructura logística, especialmente en puertos y transporte terrestre;
- Desarrollar fuentes de energía renovable y barata que reduzcan costos de producción;
- Mejorar el clima de negocios y el acceso al crédito para pequeños y medianos productores;
- Y construir consensos sobre una política fiscal sostenible que no cargue exclusivamente sobre el agro.
El informe concluye que Argentina tiene activos estratégicos -su tierra, agroindustria y capacidad humana- pero sufre de una fragilidad crónica en la gestión macroeconómica que limita el aprovechamiento pleno de las ventajas coyunturales.




