La morosidad golpea más fuertemente a las familias que a las empresas. Según el último dato publicado por el Banco Central, correspondiente a septiembre, la irregularidad trepa hasta 7,3%, su nivel más alto desde 2018.
Se trata del dato más alto en toda la región.
“En septiembre el ratio de irregularidad del crédito al sector privado se ubicó en 4,2%, aumentando 0,4 puntos porcentuales respecto del mes previo. La morosidad de los préstamos a las familias alcanzó 7,3% de esta cartera y la correspondiente al financiamiento a las empresas se situó en 1,7%. Por su parte, las previsiones totales del conjunto de entidades fueron equivalentes a 102% del saldo de crédito en situación irregular y a 4,2% del saldo total de crédito al sector privado”, advirtió el BCRA.
Según consultoras de la City, esa cifra aumentará cuando se conozcan los datos oficiales correspondientes a octubre.
“La mora de las familias argentinas respecto del total de la cartera de préstamos ya es la más alta de la región: le siguen el 5,2% en Colombia, 4,5% en Brasil, 2,7% en México, 2,5% en Chile y 2,4% en Paraguay. Para dimensionar la magnitud del salto, en enero de 2024, la Argentina se ubicaba en el anteúltimo lugar con 2,7% de mora en familias, solo por delante de Chile (2,2% en ese momento)”, alertó un informe de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.
Matías Rajnerman, jefe de macroeconomía de la entidad pública, resalta que la inflación bajó más rápido de lo esperado, pero que no fue acompañada por una baja de tasas en términos reales.
“Que la inflación baje más rápido quiere decir que el salario nominal va a crecer menos que lo esperado. Ese menor crecimiento hace que las tasas que a priori eran atractivas, ahora no lo sean. La inflación en ese sentido es una transferencia de ingresos de acreedores a deudores, su baja es una transferencia de ingresos inversa de deudores a acreedores”, asegura a El Cronista. “El crecimiento del crédito se dio en simultáneo con un salario real que cayó y puestos de trabajo que se destruyeron”, agrega.
La entidad pública resalta que, según los números que publicó el Banco Central y el BIS, la morosidad total, del 4,2%, deja a la Argentina en el cuarto puesto en el ranking global de irregularidad de préstamos bancarios, ubicándose solo detrás de Rusia (6,1%), Grecia (6%) y Sudáfrica (4,5%). El BIS releva a 44 países en sus publicaciones.
A nivel regional, después de Argentina viene Colombia (3,5%), sigue Brasil con 2,8% y cierra Chile con 2,1%. Estos números reflejan, no solo que el sistema financiero argentino es chico, sino que además sus niveles de incumplimiento son mayores que sus pares regionales.
Un relevamiento reciente de Eco Go estima que el ratio de mora llega en octubre al 20% de la cartera de entidades no financieras. “Es factible que siga también creciendo la morosidad de las familias. Esto pasa porque los bancos restringieron el rollover de muchos que no podían pagar: ya no les renuevan la deuda. Por otro lado, esto está reflejando la caída de la capacidad adquisitiva de las familias, en un contexto en el que la política monetaria era muy contractiva”, confió Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora.




