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Mientras los activos locales se desplomaron a lo largo de septiembre, hubo un grupo de inversores que logró escapar de la sangría: aquellos que estaban posicionados en Cedear y en activos refugio como el oro. Solo el jueves, cuando los bonos se desplomaron más de 12% y los ADR más de 10%, los certificados de depósito subieron más de 4%.

En las últimas dos semanas, el S&P Merval acumuló una caída del 25% en dólares, con bancos que llegaron a perder hasta 40% de su valor. Los bonos soberanos argentinos, lejos de dar respiro, también profundizaron el mal clima con descensos promedio del 20%.

El mercado local se vio castigado de manera simultánea tanto en renta fija como en renta variable y dejó pocas alternativas para los inversores argentinos.

La inversión ganadora: la cobertura

En contraste, los inversores que eligieron Cedear de índices norteamericanos se encontraron con un escenario muy diferente. Al tomar como referencia el ETF SPY (que replica al S&P 500), el rendimiento en dólares fue de +2,3% en las últimas dos semanas y de 4% en lo que va de septiembre. La suba no es estridente, pero en el marco de una Argentina convulsionada, significó estar en terreno positivo mientras el resto se hundía.

Los Cedears funcionaron como un triple refugio:

  • Evitaron la exposición al riesgo argentino.
  • Capturaron el salto del dólar, que trepó un 12% en septiembre.
  • Aprovecharon la inercia positiva de Wall Street, que sigue marcando récords en dólares tras una temporada de balances sólida y la baja de tasas de la Reserva Federal.

El oro también cumplió con su papel defensivo, con una ganancia de 6% en dólares en septiembre, consolidándose como otra alternativa que superó ampliamente a los activos argentinos.

La diferencia fue abismal: quienes permanecieron en acciones y bonos locales vieron pérdidas de dos dígitos, mientras que quienes apostaron por cobertura a través de Cedears o refugios globales no solo preservaron capital, sino que incluso lograron ganancias en moneda dura.

Cedear bajo la lupa de los analistas

Martin D'Odorico, director de Guardian Capital, señaló en declaraciones a El Cronista que, durante las últimas dos semanas, mientras las acciones locales profundizaban su corrección, los inversores posicionados en Cedear lograron amortiguar la volatilidad y preservar capital.

"Al tomar como benchmark el ETF SPY, que replica al S&P 500, el rendimiento fue de aproximadamente +2,3% en dólares en ese período", advirtió.

Esto significa que quienes optaron por dolarizar su portafolio vía Cedear no solo evitaron el deterioro de los activos argentinos, sino que además capturaron la apreciación en moneda dura.

"Si bien el retorno absoluto no resulta elevado en términos internacionales, en un entorno de fuerte estrés financiero doméstico, la estrategia de cobertura ofreció un diferencial significativo", deslizó D'Odorico.

La ganancia de 6% en dólares

Por su parte, Milo Farro, analista en Rava Bursátil, compartió a este medio que, en lo que va de septiembre, el S&P Merval acumula una contracción del 25% en dólares, con retrocesos más profundos en el sector financiero, donde algunas entidades llegaron a corregir hasta un 40%.

Farro recuerda que, en paralelo, los bonos soberanos registran pérdidas promedio del 20%, reflejo del deterioro en el apetito por riesgo local. "En contraposición, los inversores que canalizaron su exposición a través de Cedear vinculados a índices de norteamericanos capturan un rendimiento del +4% en dólares en el mismo lapso, cifra que se eleva al +6% en el caso del oro", aseguró el estratega.

Medido en pesos, estos retornos se amplifican al incorporar la depreciación del tipo de cambio oficial, "que acumula un avance del 12% en septiembre"concluyó el experto.

Por último, Paulino Seoane, head of investment ideas en Balanz Capital, agregó que, efectivamente, en esta coyuntura, los Cedear operaron como "un triple hedge frente al estrés local".

En primer lugar, al estar desanclados del riesgo argentino, permitieron capturar íntegramente la devaluación del tipo de cambio. En segundo término, evitaron la exposición a la marcada corrección de los activos domésticos y protegieron el portafolio frente a la caída de acciones y bonos locales.

"Finalmente, otorgaron acceso a la tendencia alcista de los índices norteamericanos, que siguen renovando máximos en dólares apoyados en una sólida temporada de balances corporativos y en el efecto expansivo de la reciente baja de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed).