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El diseño del desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), un instrumento remunerado en poder de los bancos que la administración deshizo para ir a un régimen sin tasa monetaria de referencia, provocó fuertes turbulencias en el mercado.
Después de una semana con bruscos movimientos en las tasas de interés, intervenciones en el mercado del dólar futuro y fluctuantes cotizaciones también provocó un enfrentamiento entre el Gobierno y los bancos. Los analistas mantienen severas dudas acerca de los pasos que seguirá hoy el oficialismo para que la situación no se profundice.
"Hay mucha incertidumbre aun ya que el mercado de pesos no quedo en equilibrio, luego del mal timing de desarme de LEFI. A los bancos no les cierra migrar todo el exceso de liquidez a letras y tampoco estamos en una coyuntura donde puedan acelerar los préstamos", señaló a El Cronista Fabio Rodríguez, director de MyR Consultores.
"En los hechos, el traspase (de LEFI a Lecap) fue desordenado y le costó una licitación improvisada donde pagaron 0,3 puntos más de tasa mensual en los instrumentos cortos, al mismo tiempo que tuvo que salir el Banco Central a intervenir las ruedas REPO a una tasa del 36% nominal anual (TNA) cuando las LEFI pagaban 29%", dice Lucio Garay Méndez, de Eco Go.
Un proceso turbulento
El desarme implicó alrededor de $10 billones en un día y a Lecap fueron unos $ 4,5 billones, quedaron libres unos $ 5,5 billones. "Intervención en el dólar futuro, torpe eliminación de las LEFI, licitación de emergencia a pedido de los bancos con tasas de casi 50%, reintroducción de pasivos remunerados con emisión monetaria, el Tesoro que compra en bloque dólares a $1270 mientras declara que se rehúsa a hacerlo a $1000", describe el escenario Vectorial.
Las LEFI tenían una TNA del 29%, que contrasta con la última licitación del Tesoro que convalidó rendimientos de hasta casi 48%. Según Vectorial, "sobran pesos para ir al dólar, faltan para hacer carry". Se exige una tasa superior al 3% mensual con una inflación del 1,6% por expectativas de que el dólar siga su curso ascendente, con el fin de la liquidación.

Para Claudio Caprarulo, director de Analytica, "el efecto directo es la suba en las tasas de interés que convalidó el Tesoro en la licitación del miércoles". "La letra al 15 de agosto la colocó al 39,2% de TNA, mientras en el secundario estaba cerca de 35,5%. En un contexto donde la inflación se mantiene a bajo de 2%, lo que da cuenta de altas tasas de interés", indicó.
Según Vectorial, "sobran pesos para ir al dólar, faltan para hacer carry".
La estrategia propuesta por BCRA fue el regreso de los pases, que, según explicó el economista Federico Glustein, "tienen una tasa de 36% mensual, que va a hacer subir el resto de los instrumentos". Para Garay Méndez, sin embargo, la vuelta de estos instrumentos "es un mal menor al lado de dejar los pesos libres" y considera que deberían durar poco.
El Gobierno anunció que es una transición. El presidente del BCRA, Santiago Bausili, dijo que trabajan en una ventanilla de liquidez intradiaria. "Resta ver finalmente cómo se terminan acomodando las tasas", dice al respecto Caprarulo.
Hacia adelante, el analista Christian Buteler sostiene que "el Gobierno implementa un programa de tasa endógena, por lo que establecerá objetivos de agregados monetarios que ese indicador sea decidido por el mercado". Rodríguez coincide en que, ahora el Gobierno necesita mostrar que la tasa es endógena, pero que "no quiere que baje demasiado porque queda mucha liquidez para presionar al dólar".
A lo que Garay Méndez agrega que hay que ver cómo se acomodan las nuevas tasas y el tipo de cambio, y cuánto de todo esto pasa a precios. A lo que Glustein agrega que el Gobierno deberá volver a subirlas para que surjan instrumentos atractivos en pesos. La disyuntiva será encontrar un nivel que reviva el carry trade y contenga el dólar, pero que no descalabre las tasas.




