LA SUBA DEL DÓLAR BENEFICIÓ SUS RESULTADOS

La devaluación del año pasado mejoró el balance del BCRA

El año pasado, los pasivos remunerados del BCRA volaron por los aires y causaron la crisis. Como resultado, ahora la entidad tiene un balance más sólido que le permite una nueva oportunidad

Si el objetivo del Banco Central (BCRA) fuera obtener buenos resultados contables, el año 2018 no hubiera sido para nada negativo. Con un activo fuertemente posicionado en moneda extranjera, la crisis de balanza de pagos del año pasado dañó seriamente el objetivo de estabilidad monetaria que persigue la entidad, pero resultó en ganancias por casi $ 577.000 millones que contrastan con pérdidas por $ casi 67.000 millones en 2017. Eso si, los resultados obtenidos por cambio de valuación de Letras Intransferibles del Tesoro -papeles casi sin valor de mercado- explicaron el equivalente al 63% de lo que ganó la autoridad monetaria. Como ya anunció el Central, $ 77.000 millones de las ganancias fueron usadas para asistir al fisco.

Nada bueno resultó del año pasado para el BCRA. Hubo dos renuncias a la presidencia, una devaluación del peso de más del 50% y una inflación punta a punta del 47,6%.

Ahora, si se quisiera verle un lado positivo al año más duro del período presidencial de Mauricio Macri, se podría encontrar que el BCRA salió fortalecido a nivel patrimonial. Sus pasivos en pesos se licuaron mientras que sus activos, en moneda extranjera, ganaron fuertemente.

Las ganancias del BCRA resultaron, más que nada, de "diferencias de cotización": la mejora del valor en pesos de activos en dólares en medio de una devaluación.

El BCRA ganó más de $ 789.000 millones por diferencias de cotización de reservas internacionales, títulos en moneda extranjera en su poder y, entre estos últimos, Letras Intransferibles que el Tesoro le supo colocar en el pasado a cambio de reservas internacionales que se usaron para pagar deuda durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner.

"Dentro de lo dramático de la situación, hubo un rasgo destacable y rescatable: el BCRA llegó a la crisis largo en dólares; es decir; sus activos estaban dolarizados y sus pasivos, mayoritariamente en pesos (Lebac). Por ello, el evento trajo como efecto colateral positivo una mejora patrimonial sustancial del BCRA", escribió el economista Federico Muñoz en un informe para sus clientes.

Esas Letras aportaron ganancias por más de $ 366.000 millones, el 63% del resultado 2018. Un resultado más contable que real ya que esos papeles no tienen ningún valor de mercado, no pueden ser vendidos a cambio de divisas y los planes para que el fisco los repague con el objeto de capitalizar al banco quedaron truncos después del fracaso del primer acuerdo con el FMI.

Del otro lado, el principal costo que enfrentó el BCRA el año pasado desde el punto de vista del resultado financiero fue el pago de intereses por Lebac, Leliq y otros pasivos remunerados por más de $ 383.000 millones el año pasado, frente a algo más de $ 209.000 millones de 2017.

"Lo que uno marcaba antes de la crisis del año pasado es que la dinámica de los pasivos remunerados del BCRA no era sostenible, y precisamente ese fue el problema, cuando se desarmaron posiciones en Lebac", dijo Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma. "La crisis que se buscaba evitar, ocurrió, pero ahora es como que empezás de nuevo, tenés un mejor balance del BCRA, que te permite arrancar más sólido", agregó.

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