Octavio de Barros es el economista jefe de Bradesco, el segundo mayor banco privado de Brasil, que acaba de consolidar su posición tras quedarse con el negocio de HSBC en el país por 5.200 millones de dólares en efectivo. La entidad, que acaba de revisar su proyección de PBI para este año de un retroceso de 1,8% a uno de 2,1%, también retocó el valor del real tras el desplome reciente. Pero aún así, cree que terminará este año en 3,30 por dólar, algo más fuerte que los 3,50 que merodea en la actualidad.

En diálogo con El Cronista, Barros defiende la decisión del Banco Central de recortar en este momento la intervención en el mercado de cambios y subir la tasa de interés.

¿Cuál es la proyección que maneja el banco para el tipo de cambio a fin de año y en 2016? ¿La han revisado recientemente a raíz de la rápida depreciación de las últimas semanas?
Proyectamos que el dólar cierre este año a 3,30 reales y el próximo, a 3,40. Revisamos hace poco nuestra expectativa en 10 centavos para ambos períodos. Antes esperábamos un tipo de cambio de 3,20 y 3,30 reales por dólar, respectivamente

¿Por qué el Banco Central no interviene de modo más agresivo para suavizar el movimiento del tipo de cambio? ¿Por qué no usar reservas por ejemplo en lugar de intervenir vía swaps?
Desde principios de año, el Banco Central viene reduciendo sus intervenciones en el mercado de cambios vía operaciones de swaps, como parte del realineamiento de precios domésticos y el redireccionamieno de la política macroeconómica. Recortando sus intervenciones, y así dejando fluctuar libremente el tipo de cambio, el Banco Central permite que el real funcione efectivamente como herramienta de ajuste de los desequilibrios internos y externos, reduce el costo de las operaciones de swap sobre el pago de intereses de la deuda y también el déficit en las transacciones corrientes.

El hecho de que los swaps sean liquidados en reales, impactando apenas en la deuda en moneda local, permite que las reservas se mantengan como una especie de seguro, reduciendo la fragilidad externa del país. Por eso se los elige en lugar de las reservas.

¿Por qué las autoridades monetarias continúan subiendo la tasa de referencia en un entorno recesivo? ¿Lo juzga acertado? ¿Y por qué esos rendimientos más altos no parecen estar dando soporte al real?
El Banco Central tiene como mandato el control de la inflación. De ese modo, ante la desvalorización de más del 50% del real en los últimos meses y del reajuste de precios administrados a comienzos de año, tuvo que extender el endurecimiento monetario para anclar las expectativas de inflación y evitar que ese shock se traslade a los demás precios domésticos. La desvalorización reciente de la moneda brasileña está mucho más vinculada a la crisis política, que juzgamos temporaria, y a la reducción de las intervenciones del Banco Central, que a los movimientos en las tasas de interés. Por el contrario, los flujos de inversión extranjera en renta fija alcanzaron los u$s 18.000 millones en el primer semestre.