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Una señal de alerta: la cercanía del tapering hace subir al dólar y caen los commodities

La cercanía del fin de la política monetaria laxa hace subir al dólar en el mundo. El billete toca su mayor nivel desde noviembre de 2020. Caen las materias primas y sufren los mercados emergentes. Argentina puede verse perjudicada

El dólar dejó de subir en los últimos meses y evidenció una recuperación que lo colocó en su nivel más alto desde noviembre de 2020. El mercado ve que la política monetaria laxa por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está cada vez más cerca de su fin, lo cual genera mayores tensiones en las tasas de interés cortas y hace subir a la divisa. 

La suba del dólar golpeó tanto a las materias primas como a los emergentes. Esto supone una amenaza para la Argentina por el frente cambiario, el tipo de cambio y los activos financieros.

A medida que el mercado comenzó a ver cada vez más cerca el fin de la política monetaria laxa, el dólar en el mundo inició un proceso de recuperación. El billete acumula una suba del 4% desde el piso de mayo hasta los valores actuales de 93 puntos.

De esta manera, la divisa alcanzó el mayor nivel desde noviembre de 2020, lo cual implica una pausa de toda la caída iniciada en marzo de 2020, en pleno escenario de crisis por la pandemia de coronavirus.

La clave para determinar el futuro del dólar a nivel global dependerá fundamentalmente de lo que ocurra con la política monetaria implementada por la Reserva Federal, concretamente con el inicio del tapering y el desarme de la hoja de balance de la Fed.

Actualmente la Fed usa dos herramientas para impulsar la recuperación económica: mantiene tasas muy bajas, junto con un programa de compras de bonos del tesoro y bonos respaldados por hipotecas por u$s 120.000 millones mensuales. 

Se espera que el primer paso sea ir reduciendo la magnitud de ese programa de recompra de deuda y por lo tanto, dejaría de inyectar tanta liquidez en el mercado. Esto generaría naturalmente una apreciación del billete.

Rodrigo Benítez, economista jefe de Quinquela Fondos, explicó que la Reserva Federal ha dejado entrever que la evolución del empleo es una variable central para definir el momento en que tiene que dar un giro en su política monetaria.

De esta manera, los últimos datos que reflejaron un incremento de 943.000 puestos de trabajo en el último mes dejan abierta la posibilidad de que ese cambio en la política monetaria se produzca antes de lo previsto, lo cual impactó en el dólar.

"Los mercados leyeron esos buenos datos de recuperación económica como una señal de proximidad en el giro de la política que implicaría menor liquidez y una suba en las tasas de interés que se podría empezar a producir a fines de 2022 o principios de 2023. Esa fortaleza de la economía norteamericana es la que ha impulsado la recuperación del dólar a pesar de algunos fundamentos que todavía podrían seguir jugando en contra, como el alto déficit fiscal y los programas de estímulo que pueden seguir ampliando esos desequilibrios", dijo Benítez.

A medida que el dólar subía, el resto de las monedas se devaluaron. Se observa un impacto en monedas de la región así como también un debilitamiento de otras monedas líderes.

Por ejemplo, el peso mexicano tocó su menor nivel desde junio, al igual que el real se devaluó y el dólar en Brasil se ubicó en su mayor nivel desde abril. El peso chileno también se devaluó a su mayor nivel del año. Lo mismo ocurrió con el peso colombiano.

En esa misma línea, el euro supo tocar su menor nivel desde octubre pasado, regresando a niveles de 1,17. La libra esterlina también se debilitó mientras que el franco suizo y el yen japonés se devaluaron en estos últimos meses.

Nicolás Max, head de asset management de Criteria, remarcó que si bien es cierto que hay una cierta apreciación del dólar este año, no es el factor más significativo para explicar la dinámica en los activos de emergentes. 

"Estamos hablando de una suba del 2% para el dólar en lo que va del año, lo cual no es tan significativo. En lo que respecta a la performance de la menor suba de emergentes frente a los demás mercados globales, esta dinámica está más relacionada a las velocidades de recuperación económica de dichas economías post pandemia", explicó.

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"En el caso de los países desarrollados la vacunación y la recuperación económica se muestra más firme mientras que en emergentes luce más lenta. Emergentes muestra un ritmo de vacunación más lento y menor capacidad de asistencia estatal frente a la crisis", agregó.

Hacia adelante, Max alertó que "debido a los menores niveles de vacunación y de la reaparición de la variante Delta, los emergentes estén más expuestos a esta etapa de la pandemia. Por ello el flojo el desempeño de emergentes en comparación con los mercados desarrollados tanto en lo que son acciones como en sus spreads de deuda".

Riesgo para Argentina

Este escenario representa un riesgo para la Argentina por varios frentes. Por un lado, si el dólar en Brasil sube, el peso argentino pierde competitividad e implica que el peso se aprecia, sin que efectivamente el tipo de cambio esté cayendo.

Además, si sube el dólar en Brasil, aumenta la volatilidad cambiaria local y también la volatilidad en los activos financieros, al estar correlacionados con la dinámica del país vecino.

Sin embargo, el lado que más perjudica al país es por el lado del precio de las materias primas. 

Una suba del dólar a nivel global viene asociado a una caída de las materias primas, es decir, la soja, el maíz e incluso el petróleo tienden a sufrir.

De esta manera, se ve que mientras el dólar subió 3,5% en los últimos tres meses, la soja cayó un 15,7%, el petróleo un 6% y el maíz 18%.

Una caída en el precio de las materias primas implica menores ingresos por divisas por exportación.

Mariano Calviello, head portfolio manager de Fondos FIMA, resaltó que la cercanía de un posible tapering en EE.UU., en contrapartida con un Banco Central Europeo que menciona con más fuerza su negativa a un euro fortalecido junto con un crecimiento más acelerado de la economía post-covid podría generar una apreciación del dólar.

Calviello advierte que un dólar fuerte suele ser negativo para las economías emergentes, ya que pone presión sobre sus tipos de cambio (quizás generando que se deban subir los tipos de interés, ralentizando la economía para evitar inflación) y afectando el precio de los commodities, que suelen operar a la baja en estos contextos.

El head portfolio manager pone de manifiesto el movimiento de la soja y como dicha dinámica puede ser un riesgo para los activos locales.

"El precio de la soja ha sufrido una corrección del 20% en su cotización, ya en u$s 500 por ejemplo. En este contexto los activos locales debieran mostrar cierto impacto limitado de la mano de lo que ocurre en emergentes, aunque la actual valuación y el contexto local tienen un efecto mayor en las cotizaciones", resaltó.

La suba del dólar también perjudicó a las acciones. Mientras que el dólar subió 3,85% desde junio, las acciones de emergentes retrocedieron 9,4% en promedio. La renta variable china cayó 16%, las acciones de Brasil perdieron 9%, las de Chile cayeron un 6,4%. Solamente las de México tuvieron una performance positiva, subiendo apenas 1,7% en el mismo período.

Finalmente, para Rodrigo Benítez el efecto no deseado para Argentina de ese fortalecimiento reciente del dólar es una caída del precio de los commodities medido en dólares.

"Dadas la magnitudes de las variaciones que se producen, esa fluctuación todavía no es relevante, pero puede encender a mediano plazo una señal de alerta, porque la economía local es muy dependiente del precio de la soja", dijo.

Además, el economista jefe de Quinquela agregó: "Eventualmente el cambio de sesgo de la política monetaria de Estados Unidos, con una suba esperada de las tasas de interés (2023), puede ser un desafío adicional que debe enfrentar el Tesoro argentino cuando empiece a tener la necesidad de volver a los mercados internacionales de deuda para lograr refinanciar los vencimientos"

Pero esa preocupación, añadió, recién aparecerá cuando se logre cerrar un acuerdo con el FMI y quede claro cómo queda la necesidad de acceder a los mercados de deuda "Mientras tanto el impacto es menor", dijo.

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