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El Gobierno reglamentó hace pocas semanas el funcionamiento de los fondos de cese laboral. Lo hizo la Comisión Nacional de Valores (CNV) y está en línea con lo establecido por la Ley de Bases, que fue el puntapié inicial para la reforma laboral que busca llevar a cabo el oficialismo. Es un instrumento que busca reemplazar o complementar a la indemnización. Pocos saben realmente qué son y cómo funcionan.
¿Por qué es importante saber de qué se trata? Es clave conocer sus características porque debe cuidarse que no sea una herramienta de precarización ni una excusa para desligar al empleador de sus obligaciones legales a la hora de despido o cese laboral. Por eso es necesario que los trabajadores comprendan qué están firmando y cuáles son sus derechos.
¿Qué son los fondos de cese laboral?
"Son mecanismos de ahorro que empleadores y trabajadores acuerdan para generar un respaldo económico ante una eventual desvinculación laboral. Funcionan como una especie de seguro o fondo acumulativo que se constituye durante la relación laboral", explica a El Cronista Gabriela Totaro, experta y asesora financiera.
Respecto de la manera de funcionamiento, detalla que el empleador realiza aportes mensuales a una cuenta a nombre del trabajador y ese dinero queda "congelado" hasta el momento del cese, "es decir que no se puede usar anticipadamente, salvo casos excepcionales".
En el momento de la desvinculación, voluntaria o no, el trabajador puede acceder a ese monto como una forma de respaldo económico.
Beneficios para el trabajador
Los expertos señalan que los beneficios que ofrece esta modalidad para el trabajador son varios:
- Previsibilidad económica: sabe que, si se termina la relación laboral, cuenta con un respaldo económico inmediato.
- Reducción del riesgo de conflicto: puede evitar largos procesos legales si el fondo está bien instrumentado y alcanza para cubrir lo pactado.
- Transparencia y seguridad: el fondo se deposita en una cuenta a su nombre o en una institución financiera confiable.
"Además, puede actuar como una herramienta de planificación financiera personal, sobre todo en rubros donde el recambio laboral es frecuente", indica Totaro.
¿Cómo acceder a un fondo de cese laboral?
El acceso a un fondo de cese laboral depende de si fue establecido por convenio colectivo de trabajo, acuerdo individual o una resolución empresarial.
"Algunos sectores, como la construcción o el agrario, ya los utilizan mediante convenios. En otros casos, debe haber un acuerdo explícito con el empleador", apunta la experta.
¿Reemplaza a la indemnización?
Lo que muy pocos saben es que no es un instrumento que reemplace a la indemnización, sino que pueden ser compatibles, todo depende del diseño del fondo.
"En general, no la reemplazan automáticamente, salvo que haya un acuerdo que así lo establezca. En muchos casos, el fondo actúa como una parte anticipada de la indemnización, lo que puede ser beneficioso si el trabajador accede a ese dinero rápidamente, pero es importante saber que puede implicar una renuncia parcial o total al régimen tradicional indemnizatorio, por eso es clave revisar bien lo pactado", explica y advierte Totaro al respecto.
En caso de que la persona no se vaya nunca de su trabajo hasta su jubilación no implica que lo pierda automáticamente. Si el fondo fue constituido a nombre del trabajador, sigue siendo su patrimonio, incluso si no hay un cese inmediato.
"En algunos sistemas, si nunca se hace uso del fondo por una desvinculación, puede recuperarse al momento de jubilarse o trasladarse a otra empresa si se establece así. También puede heredarse, dependiendo del régimen legal o contractual", dice Totaro.
La clave está en cómo esté instrumentado el acuerdo: algunos fondos tienen caducidad o condiciones específicas para su devolución.
Entonces, la gran duda es si conviene tener un fondo de cese laboral o es mejor el sistema tradicional. "Depende del perfil del trabajador, su industria y la estabilidad del empleo. El sistema tradicional, basado en indemnización por despido según la Ley de Contrato de Trabajo, es útil pero muchas veces termina judicializado, con plazos largos e incertidumbre", indica Totaro.
Sin embargo, debe cuidarse que no sea una herramienta de precarización ni una excusa para desligar al empleador de sus obligaciones legales. Por eso, "lo ideal es evaluar caso por caso, con asesoramiento legal o financiero, y exigir siempre claridad en los términos".




