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El conflicto entre Israel e Irán ahora concentra la atención de los inversores: ayer hubo señales de alivio con los operadores argentinos, pese al feriado, siguiendo de cerca cuanto pasaba en Nueva York.

La búsqueda de Irán de un fin de las hostilidades fue la señal que derivó en un rebote de las acciones con el S&P ganando casi 1%. El petróleo cedió 1% a cerca de 71 dólares en este cambiante contexto internacional.

Los ADR de empresas argentinas de Oil & Gas acusaron recibo de la caída, con retrocesos de hasta 2,2% que compensaron las ganancias del viernes.

En la plaza local todo se mueve en función de los datos políticos pero nada hace aventurar que surjan hechos relevantes en las próximas jornadas.

En Israel, según datos de la agencia Reuters, su moneda el shekel junto con bonos y acciones tuvieron alzas, con escenarios positivos a largo plazo. El shekel subió casi 5% en el mejor momento de la rueda aunque al cierre devolvió para de esa suba para clausurar con alza de 3,5%.

Mañana los mercados emergentes estarán pendientes de la cumbre de la Reserva Federal, no tanto por la suerte de las tasas de interés, que todos descuentan que se mantendrán en los niveles actuales, sino por las pistas que puedan dar sobre el futuro de las mismas en el segundo semestre.

Refugio global

Sorprendió ayer a analistas un informe de UBS titulado "Latinoamérica, ¿el refugio seguro?". Destaca que "si bien no hay ganadores absolutos en una guerra comercial, América latina se mantiene relativamente aislada. Dadas las bajas valoraciones de las acciones de la región, los niveles cambiarios poco exigidos y las atractivas tasas de interés, los inversores pueden encontrar oportunidades atractivas para sortear la actual crisis mundial".

"El contexto global favorece a las monedas de los mercados emergentes y aumenta la probabilidad de que muchos de sus bancos centrales flexibilicen su política monetaria", afirma UBS.

Agrega UBS para justificar ese título que "el menor crecimiento en EE. UU., la persistente incertidumbre política y el mayor deterioro de los déficits fiscales y de cuenta corriente están lastrando al dólar. Este contexto global favorece a las monedas de los mercados emergentes y aumenta la probabilidad de que muchos de sus bancos centrales flexibilicen su política monetaria".

"Creemos -afirman en UBS- que los inversores pueden beneficiarse de estas tendencias mediante una exposición selectiva a activos de mercados emergentes". Brasil se transformó en el emergente favorito. "Comenzó el año con un crecimiento superior al consenso, incluso en un escenario de altas tasas de interés, reales y nominales, e incertidumbre global. Esta resiliencia se puede atribuir principalmente al sólido desempeño del sector agrícola, que ayudó a estabilizar el real", agrega el banco suizo.

"Creemos que las monedas emergentes tengan una performance superior en el corto plazo y el próximo ciclo de recorte de tasas profundo en Estados Unidos debería ayudar al crédito emergente", destacó Morgan Stanley.

"El ciclo de ajuste monetario está llegando a su fin en un momento en que la actividad económica se mantiene resiliente. El diferencial de tasas nominales entre Brasil y los EE.UU. se mantiene elevado en comparación con el historial, lo que refuerza el atractivo del real como moneda de cambio", concluyó UBS.

Una ayuda de la Fed

También Morgan Stanley se muestra optimista con los emergentes. "Creemos que las monedas emergentes tengan una performance superior en el corto plazo y el próximo ciclo de recorte de tasas profundo en Estados Unidos debería ayudar al crédito emergente", destacó.

En la plaza local todo se mueve en función de los datos políticos pero nada hace aventurar que surjan hechos relevantes en las próximas jornadas. Por ello es que la volatilidad del mercado local está en sus valores mínimos con el dólar sin grandes variaciones oscilando en torno a los 1200 pesos.