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El Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) aprobó la solicitud del Banco Central de Chile para ingresar como asociado. La institución multilateral, que agrupa ahora a Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela -ni Argentina ni Brasil están allí-, tiene líneas de créditos que pueden utilizar sus miembros en situaciones transitorias.
A menos de un mes de producirse en Chile el cambio de mando presidencial entre dos gobiernos en las antípodas ideológicas llama la atención decisiones de este tipo. O eso es a lo que estamos acostumbrados en la Argentina, porque en la mayoría de los países la grieta a nivel de banco central no es algo concebible.
Hermano chileno
Es interesante el caso de Chile. El presidente del Banco Central del gobierno liberal de Sebastián Piñeira, Mario Marcel, será desde marzo el ministro de Hacienda del izquierdista Gabriel Boric.

Puesto en nuestra escena política, una analogía nos invitaría a pensar cómo sería si Guido Sandleris, Luis Caputo o Federico Sturzenegger fueran designados ministros de Economía por Alberto Fernández.
Pero el progresismo aprendió algunas lecciones acerca de las cuales nosotros todavía no leímos el primer apunte de la fotocopiadora. La primera de ellas, la institucionalidad e independencia del Banco Central.
Sigo con Chile. La sucesora de Marcel en el Banco Central es Rosanna Costa, una economista de 64 años que ya era consejera de la entidad y que Piñera había considerado para que finalmente ocupó Marcel. Primer dato relevante: tanto Marcel como Boric expresaron su respaldo a la decisión del saliente presidente liberal de nombrar a Costa.
Pero además, la primer decisión importante de Costa, ya anticipada a la prensa, será una suba de tasas. En enero, el IPC dio 1,2% y llevó la inflación en 12 meses a 7,7%. En el primer mes de gestión, Boric presidente se encontrará con que el Central chileno endurecerá la política monetaria, que piensa en una tasa por sobre el 6,5%.
¿Se imaginan aquí ese escenario en un contexto en el cual el ministro de Economía, Martín Guzmán, pisó durante meses la intención de subir las tasas para frenar la inflación que le manifestaba Miguel Pesce?.
lula y un guiño al mercado
Esta independencia política para aplicar un criterio monetario está también en Brasil. Tanto es así que una ley de autonomía del Banco Central pasada el año pasado sigue dando que hablar. La ley le otorga al presidente del Banco Central de Brasil una estabilidad del mismo período que la del presidente de Brasil.

Los economistas del Partido de los Trabajadores, favorito para las próximas presidenciales, han criticado unánimemente esa ley. Con razón, se quejan de que le ata las manos macroeconómicas al presidente.
Llamativamente, el principal candidato del PT, el ex presidente Luis Inacio "Lula" Da Silva, opina de otro modo: "La gente tiene problemas con el llamado banco central independiente. Este banco central tiene que estar comprometido con Brasil, no conmigo", dijo Lula hace pocas semanas. Y añadió que estaba dispuesto a un diálogo constructivo con el actual presidente del banco central. "Veo diferencias de opinión, pero ningún obstáculo", dijo.
Chile y Brasil tienen necesidad imperiosa de seguir atrayendo inversiones, de contener la inflación y de promover un marco de estabilidad económica. Pero la independencia y la institucionalidad monetaria, el progresismo no la toca.



