Los inversores y ahorristas se volcaron al plazo fijo UVA en busca de cobertura ante la fuerte aceleración de la inflación. Pero las proyecciones sobre la evolución de los precios y cambios de condiciones siembran dudas respecto a su rendimiento hacia los próximos meses en comparación con otras alternativas.
Los datos oficiales indican en enero los depósitos en pesos a plazo fijo UVA, cuyo rendimiento se basa en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informa el Indec, registraron un incremento nominal del 35%, casi 10 puntos porcentuales por encima de la inflación del mes.

No obstante, la demanda del instrumento mostró una desaceleración en comparación con lo que se observó en diciembre, cuando los depósitos anotaron un alza mensual del 146% nominal, impulsado por la expectativa de disparada de la inflación tras la liberación de varios precios y el salto del dólar oficial.
La menor demanda, posiblemente, obedezca al cambio de condiciones. A fines de diciembre, el BCRA, a pedido de los bancos, duplicó el tiempo de permanencia mínima, que pasó a ser de seis meses. A la vez, eliminó la tasa mínima de precancelación y las entidades pusieron topes sobre los montos a suscribir.
Aún así, la búsqueda de cobertura a través de este instrumento se mantuvo firme durante las semanas siguientes, aunque en menor nivel. Ahora, hay dudas respecto a su rendimiento, teniendo en cuenta la desaceleración de la inflación prevista por las consultoras económicas para los próximos meses.
UVA, tasas y dólar
El analista financiero José Ignacio Bano considera que, a pesar de los cambios que introdujo el Central para atender parcialmente el pedido de las entidades bancarias, el plazo fijo UVA continúa siendo una muy buena herramienta para que los inversores y ahorristas mantengan su poder adquisitivo.
Bano destaca que, por más que la inflación se desacelere y la tasa de interés (9,1% nominal por mes) mejoren su rendimiento en términos reales, en el acumulado de seis meses el plazo fijo UVA probablemente arrojará ganancias superiores quelas de las colocaciones tradicionales.

Además, resalta, con los depósitos atados a la UVA jamás está el riesgo de perder poder adquisitivo en pesos, porque siguen la evolución de la inflación. El riesgo se encuentra en obtener un rendimiento inferior al de otro de los instrumentos de cobertura preferido de los argentinos: el dólar.
El principal problema de este instrumento, de acuerdo con el especialista, es el requisito de mantener inmovilizado el dinero durante seis meses, que en un país como la Argentina representa demasiado tiempo debido a la constante incertidumbre y la inestabilidad económica y financiera.
El economista Juan Truffa coincide en que lo más probable es que en el acumulado de seis meses el rendimiento de las tasas de interés que ofrece el plazo fijo tradicional quede por debajo de la inflación, por lo que seguirá vigente el plan de "licuación" de los pesos que está llegando adelante Javier Milei.
Truffa sostiene que las colocaciones UVA siguen siendo una buena herramienta para mantener el poder adquisitivo, aunque también señala que para los próximos meses contiene el riesgo de perder contra los dólares paralelos, debido a la relativa calma con la que han estado operando últimamente.



