Tras los anuncios del Banco Central (BCRA) del lunes -que marcan un giro claro hacia una estrategia más ortodoxa- comienzan a observarse los primeros reacomodamientos en las carteras de los inversores y el mercado analiza esta tendencia y da su visión sobre las oportunidades que aparecen.
En un contexto de creciente incertidumbre política de cara a las elecciones de medio término en octubre, los portafolios se ajustan para reforzar la cobertura y capitalizar la ventana de oportunidad que abren las nuevas condiciones financieras.
Para el mercado, las medidas anunciadas fueron recibidas con marcado optimismo, en particular por la eliminación del período mínimo de permanencia de seis meses para quienes ingresen al mercado oficial o participen en licitaciones del Tesoro con bonos de mediano plazo.
Esta decisión, interpretada como una señal clara de apertura, allana el camino para un mayor ingreso de capitales del exterior interesados en aprovechar el diferencial de tasas y construir posiciones de carry trade en Argentina.
El nuevo esquema impulsado por el BCRA también podría profundizar la brecha entre las tasas de corto plazo y las ofrecidas por los plazos fijos o las Lecap. "Esta dinámica les resta margen a las entidades financieras para remunerar los depósitos en cuentas a la vista, un proceso que ya venía en marcha y que probablemente se intensifique en las próximas semanas", advierte Rodrigo Benítez, economista jefe de MEGAQM, en diálogo con El Cronista.
Tasas y duration, una ventana de oportunidad
Y agrega: "Si se empieza a ampliar la brecha entre las tasas de cuentas remuneradas y las de plazo fijo o Lecaps, puede empezar a existir un premio mayor por extender duration".
El analista financiero Pablo das Neves señala que, aunque el objetivo principal de las medidas del BCRA es reforzar las reservas, también generan un efecto colateral clave: un incremento de la liquidez en el mercado. En ese contexto, advierte que la eliminación de las Lefi podría redefinir el mapa de tasas, y posicionar a las Lecap como el nuevo instrumento de referencia para los inversores.
Das Neves anticipa que bajo este esquema, "los bancos tendrán que salir a colocar esa liquidez de forma rápida. El efecto directo será sobre las tasas de interés, lo que terminaría por empujar a la baja la caución, los fondos money market, los plazos fijos y demás instrumentos".
¿Hacia dónde van los pesos?
Mariano Ricciardi, de la Consultora BDI, comenta por su parte que, el sentimiento que predomina en sus clientes "es de mucha cautela y mucha incertidumbre" a la espera de qué va a pasar en las elecciones de octubre.
"Observamos que muchos inversores adoptan estrategias de corto plazo: los perfiles más conservadores optan por posiciones en dólares, mientras que los más arriesgados buscan oportunidades en pesos a través del "carry trade", asegura Ricciardi.
Sin embargo, destaca que en ambos casos, se enfocan en instrumentos de vencimiento corto-como las Lecaps que vencen antes de septiembre-o en activos del exterior, como bonos del Tesoro de EEUU o, en su defecto, obligaciones negociables (ONs) de máxima calidad crediticia.
¿Qué pasa con los dólares?
Ricciardi es claro y advierte que lo que aún no se ve es lo que el Gobierno pretende: "Que los inversores se animen a movilizar los dólares que mantienen fuera del sistema, ya sea en el colchón o en cuentas no declaradas, y los canalicen hacia el mercado financiero o la economía formal, en particular ante la inminente puesta en marcha del nuevo blanqueo 2.0".
Benítez por su parte, asegura que aumentó el apetito por los fondos de Tasa Fija (T+0 o T+1), que pueden tener una estrategia de "duration más corta o más larga. Sin embargo, el estratega recomienda para este momento los fondos más largos, para aprovechar la baja de la nominalidad que se espera hacia adelante.
"Nuestro fondo recomendado para este escenario es el MegaQM Ahorro, que tiene una duration algo menor a los 6 meses y que hoy tiene una cartera diversificada entre Lecaps con ese horizonte temporal, depósitos a plazo fijo y fideicomisos financieros que les permite maximizar el rendimiento de los pesos en ese horizonte temporal", dice Benítez.
Si el BCRA además avanza con el aumento de encajes, esta brecha entre las tasas cortas y las más largas se va a profundizar. "Vemos un objetivo claro de llevar a los inversores hacia estrategias de mayor duration y que eso sirva para bajar las tasas reales de interés", concluye Benítez.
El carrry trade
Así, las recientes medidas del BCRA, al eliminar restricciones clave como el parking de seis meses, abren una ventana de oportunidad para estrategias de carry trade, pues estimula la demanda de instrumentos en pesos.
Sin embargo, la persistente incertidumbre política limita el apetito por posiciones más largas o la repatriación de dólares, lo que evidencia una tensión entre los incentivos financieros ofrecidos y la falta de confianza estructural, por eso del track record que los inversores no logran olvidar.
En este contexto, los operadores del mercado reconfiguran sus portafolios: priorizan liquidez y cobertura, mientras el BCRA busca deliberadamente inducir una extensión de plazos que permita reducir la nominalidad sin perder el control del frente cambiario ni de tasas.



