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Otra tensa jornada se vivió en el mercado local con idas y vueltas en cotizaciones, pero con un final claramente a la baja. El balance final encontró a los bonos en dólares con fuertes caídas lo que derivó en un alza del riesgo país del 10% a 1.230 puntos.
Las órdenes de venta no distinguieron monedas ya que los papeles en pesos como las Lecap y Boncap tuvieron retrocesos de 2% con tasas que se ubican ahora por encima del 60% anual.
La nota del día fue la nueva intervención del BCRA vendiendo papeles dólar linked y al mismo tiempo aspirando pesos del mercado. Fuentes del mercado aseguraron a El Cronista que esas ventas habrían llegado a los u$s 1.000 millones.
La demanda de cobertura provocó que los rendimientos que ahora ofrecen estos papeles sean negativos, es decir, que sus tenedores obtienen de tasa de retorno el porcentaje de suba del dólar oficial pero ahora se le restan seis puntos porcentuales como es el caso del papel que vence en el 2026.
¿Puede cambiar el clima imperante? Se percibe un mal humor inversor y desconfianza por el posible resultado de las elecciones del 26-O, al tiempo que está dañada la relación del mercado con el gobierno.
El BCRA posee en cartera estos papeles por canjes de deuda que hiciera oportunamente en anteriores licitaciones de sus tenencias de Letras del Tesoro. Esta intervención le sirve al BCRA para aplacar, aunque mínimamente, la demanda de cobertura y por ende la presión sobre el dólar MEP.
Operadores inquietos
La rueda estuvo caracterizada por una serie de versiones que inquietaron a operadores. En primer lugar, la imposibilidad de que billeteras virtuales puedan comprar dólares, una aclaración del BCRA, generó preocupación por la sensación de que se estaba ante una nueva intervención oficial en la operatoria cambiaria. Todos los mercados están conectados y por lo tanto, impactó en la plaza de bonos.
También llamó la atención de que hubiera ventas de divisas del Tesoro. En realidad en las pantallas los operadores veían al BCRA pero eran por cuenta y orden del Tesoro Nacional. Como siempre sucede, el mercado le tiene alergia a las ventas del Tesoro porque significan menos deuda para el pago de vencimientos. El efecto Bessent no sirvió para aplacar la tensión al menos por ahora.
Cada día es una batalla más con el objetivo de llegar sin turbulencias para las elecciones. No son pocos los operadores que estiman que el BCRA en algún momento saldrá a vender dólares en el techo de la banda.
¿Puede cambiar el clima imperante? Se percibe un mal humor inversor y desconfianza por el posible resultado de las elecciones del 26-O, al tiempo que está dañada la relación del mercado con el Gobierno.
Hay que tener en cuenta que cada día es una batalla más con el objetivo de llegar sin turbulencias para las elecciones. No son pocos los operadores que estiman que el BCRA en algún momento saldrá a vender dólares en el techo de la banda.
Caída de actividad
Un tema no menor es el de las tasas de interés en pesos: el clima imperante en la plaza genera que suban los rendimientos y que ello impacte en definitiva en la actividad económica. Los últimos relevamientos mostraron una caída de la actividad.
¿Cuál será el impacto de esa menor actividad en el resultado electoral? ¿El votante lo asignará a la incertidumbre electoral o a errores de política económica? Difícil saberlo aún pero sin dudas no es una buena señal en el sendero sinuoso y largo que desemboca en el 26-O.
Las encuestas no tienen credibilidad como para acentuar o morigerar este comportamiento inversor de reducir riesgos, ponerse en posturas de suma cautela. Todo indica de que se deberá convivir en el actual clima hasta el comicio de medio término.
¿Surgirán cisnes blancos o negros? La presión desde el Congreso puede surgir con la aprobación de la ley que limita el uso de los DNU. También se ingresa en temporada de "carpetazos" por lo que pueden surgir noticias que cambien para cualquier sentido el rumbo del mercado.
La cautela estuvo mandando, manda y mandará.




