En esta noticia
El Gobierno anunció hace tiempo la extinción de Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) a partir del 10 de julio. Los bancos tenían que reacomodar sus carteras y el objetivo era que se pasaran a las Lecap y otros instrumentos de corto plazo. Pero no todo fue como esperaban: un enorme flujo de pesos se volcó a la economía y se disparó el dólar. El ministro de Economía, Luis Caputo, salió a tirarles la pelota a los bancos y dijo que "no fueron con todo (a las letras) y prefirieron hacer numerales". Pero en el mercado hay consenso sobre que se trató de un caso de mala praxis del oficialismo.
"Las LEFI se suponía que los bancos las iban a canjear por Lecaps. Pero los bancos, temerosos de perder la liquidez diaria, no fueron con todo y prefirieron hacer numerales. Al sobre encajar todos al mismo tiempo, estaba claro que eso iba a derivar en una baja de la tasa corta, por lo cual el Banco Central empezó a absorber esa liquidez excedente", dijo el ministro a través de la red social X.
Y aseguró que ahí surgió que "los bancos mismos nos pidieran la lici que anunciamos el lunes". Explicó que la absorción vía licitación del Tesoro es "mejor opción, porque son pesos que van a la 2020".
Para Eric Paniagua, "el ministro tiene un punto al remarcar que los bancos comerciales no supieron aprovechar la situación, esto producto de años de actividad casi letárgica en materia crediticia". Sin embargo, ve cierto grado de mala praxis en el caso. "Parece un poco de impericia gubernamental no haberlo consensuado o coordinado mejor", señala.
Y no es el único que tiene esa postura. "Hubo un mes para coordinar este proceso con los bancos de manera ordenada, ya que se anunció el 10 de junio y se hizo efectivo el 10 de julio. Pero no se hizo, por lo que, claramente, fue mala praxis. Era sólo un sector el que estaba involucrado en la transición y no se acordó cómo iban a encararla", plantea en el mismo sentido Christian Buteler.
"El BCRA ofreció el canje de LEFI por Lecap para ordenar la transición, pero la propuesta no terminó de convencer a los bancos, que priorizaron mantener liquidez y sobreencajaron, generando un exceso de pesos que presionó las tasas a la baja", apunta el economista Leonardo Anzalone, director del CEPEC, a El Cronista. Y agregó que el Central tuvo que salir a absorber de urgencia los pesos para sostener el ancla monetaria y evitar desbordes.

Los bancos quedaron con un excedente de encajes de unos $5,5 billones y las tasas se derrumbaron unos $ 10 billones en la primera licitación, el total era de $ 15 billones, lo que equivale al 48% de la base monetaria. Así, el flujo restante de pesos comenzó a poner presión sobre el dólar, que se disparó hasta cerca de los $1300 y el Gobierno tuvo que salir a atajar el problema con movimiento de tenaza: por un lado, intervino en la tasa, que la hizo subir, y por otro, marcó la cancha en dólar futuro.
Además, el BCRA tuvo que correr a absorber pesos con la colocación de pases pasivos y Finanzas anunció una licitación de emergencia fuera de calendario para este miércoles 16 de Julio en la que ofrecerá la reapertura de varios instrumentos de corto plazo para colocar los pesos.
"En el mientras tanto, ya que esos pesos liquidan el viernes próximo, el BCRA absorbió $ 5 billones en los últimos 3 días hábiles, siendo que la prioridad siempre fue, es y será, que no sobren pesos, de manera de consolidar el proceso de desinflación que estamos transitando", justificó Caputo en respuesta a una consulta del analista Danie Osinaga.
La mirada del mercado del "efecto LEFI"
La visión dominante en el mercado de que se trató de una mala praxis radica en que, según explica Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go, "emitieron 30% de la base monetaria, eliminaron las LEFI y desde el lunes de la semana pasada sabían que iban a liberar esa liquidez".
Así, considera que hay dos errores: "Uno estructural porque este no era el mejor momento de eliminar las LEFI, dada estacionalidad y programación de pesos y otro coyuntural porque sabían que iban a liberar esa liquidez y no supieron cómo manejarlo".
"Es mala praxis del Gobierno porque sabían que, al no generarse el rollover de deuda local, los pesos iban a ir al dólar. El resultado fue que tuvieron que abrir los pases pasivos, que habían terminado en abril pasado, a una tasa mayor que en abril para poder aspirar el sobrante", apunta al respecto el economista Fabián Medina.
"Es mala praxis del Gobierno porque sabían que, al no generarse el rollover de deuda local, los pesos iban a ir al dólar", dijo Fabián Medina.
Anzalone, en tanto, considera que "faltó una mejor calibración y comunicación del esquema de salida de las LEFI para evitar estos baches de liquidez". De todos modos, asegura que lo importante es que el BCRA sostuvo la prioridad de que no sobren pesos para cuidar el proceso de desinflación, mientras el Tesoro complementa con licitaciones que absorben excedentes de forma más estable.




