EL ATRASO CAMBIARIO GENERAR A DESEQUILIBRIOS Y HAR A PERDURAR LAS RESTRICCIONES CAMBIARIAS

Consultoras privadas advierten que el dólar-ancla será difícil de sostener

Informes de consultoras advierten que si bien el Gobierno seguiría con su política de "no devaluar" para evitar subas de precios, terminaría apreciando la moneda local

La política monetaria del Banco Central es hoy materia de debate. El mandato de "no devaluar" que instauró Alejandro Vanoli ni bien asumió la presidencia de la entidad rectora, tuvo la virtud de acotar, marginalmente, el ritmo de alza en los precios, pero también acrecentó las dudas en torno a la posibilidad que tiene el Gobierno de mantener sin variaciones el valor del peso.

Ese "atraso" fue, en el pasado, el principal motivo por el cual la demanda de dólares para importaciones y ahorro escaló en forma contundente, haciendo que el Gobierno tomara medidas para restringir la oferta de divisas y dificultar su demanda.

Ahora, un reporte de la consultora Economía y Regiones (E&R), pone en relieve el papel que le toca al Banco Central en tanto garante de una política de tipo de cambio cuasi fijo. "Sin cambios profundos y en contexto recesivo, al Gobierno sólo le queda la opción de prolongar y acentuar el uso del tipo de cambio nominal cuasi fijo como ancla anti inflacionaria para procurar que la inflación baje del 41% al 30% anual dentro del 12 meses", sostiene.

Según los economistas, en la actualidad, la inflación del 2014 se "comió" toda la devaluación de enero pasado y la de los últimos meses, y actualmente el tipo de cambio real se ubica en los mismos niveles de diciembre 2013. El cálculo va más allá, porque estiman que si la actual política de micro devaluaciones de 1% mensual se mantuviera durante los próximos 12 meses, el dólar oficial cerraría en $ 8,61 (diciembre 2014) y $ 9,7 (diciembre 2015). Al conciliar ese recorrido con una inflación promedio de 2,2% mensual, sostienen que dicha trayectoria implicaría una apreciación del tipo de cambio real de $ 1 (octubre 2014) a $0,98 (diciembre 2014) y $0,87 (diciembre 2015); es decir un 13% más apreciado que antes de la devaluación de enero 2013.

Según la consultora, sería complicado que la actual política cambiaria pueda ser mantenida por un año más. Por el contrario, sostienen la probabilidad de que en la primera parte de 2015 el Gobierno tuviera que decidir una devaluación mayor. "El Gobierno se enfrentaría con la necesidad de devaluar para impedir una mayor apreciación del tipo de cambio real, que afectaría muy negativamente a los sectores productores, dado el actual escenario de falta de credibilidad, expectativas negativas e inconsistencias de política económica", señala E&R.

Sin embargo señalan que el problema que se presenta con este escenario es que con el encarecimiento potencial del dólar a instancias del Gobierno, la inflación mensual volvería a acelerarse ubicándose nuevamente por encima del 2,2% actual. Esto volvería compleja la operación de reducir la inflación al 30% anual.

En la misma línea opina la consultora Empiria, al sostener que "el escenario más probable sigue siendo que se mantenga el anémico ritmo actual de minidevaluaciones e incrementando el atraso cambiario, no solo hasta finales de este año, sino también en los primeros meses del 2015. Esto bajo el supuesto de que hay acuerdo con los holdouts y el consiguiente regreso a los mercados externos permite financiar la sobrevaluación del peso". Para Empiria, una nueva devaluación "moderada" probablemente tendría "baja y efímera influencia" en el tipo de cambio real (ya que la inflación rápidamente se "comería" el alza del dólar), por lo que haría falta movimientos muy fuertes en el tipo de cambio nominal para lograr cambios en el tipo de cambio real, concluyen.

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