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Los mercados ya tienen descontado una alta aceptación en el canje de la deuda en pesos que comienza hoy.

La única sorpresa sería que la adhesión a esta operación se ubique finalmente por encima del 70%, lo cual disminuiría más los temores de un reperfilamiento, siempre presentes en los instrumentos de deuda emitidos por la Argentina.

Desde que las expectativas de inflación fueron en ascenso, el recorrido de los bonos en pesos con cláusula CER fue en igual sentido.

Temor y precios

El papel emblemático es el TX24 con vencimiento en un año, y es el que refleja a pleno el temor a un reperfilamiento de la deuda antes o después de las elecciones.

Con el canje alejando el fantasma del reperfilamiento, estos papeles nuevamente ganaron atractivo.

Ayer al cierre recibió órdenes de venta que marcaron un cierre cercano a los $ 365 con una tasa de retorno de 11% por encima de la evolución de los precios. El TX26 con vencimiento en tres años cerró a $ 290 con un rendimiento esperado de casi 11 por ciento.

Para el corto plazo, se percibe un clima propicio para las apuestas a los bonos CER. Ya se da por descontado en los precios una inflación piso hasta fin de año del 6% en cada mes, con una aceleración en el segundo semestre que pueden llevar los indicadores por arriba de 7% en alguna ocasión.

Con el canje alejando el fantasma del reperfilamiento, estos papeles nuevamente ganaron atractivo.

Ya se da por descontado en los precios una inflación piso hasta fin de año del 6% en cada mes, con una aceleración en el segundo semestre que pueden llevar los indicadores por arriba de 7% en alguna ocasión.

La renovación de la deuda hasta las elecciones presidenciales igualmente va a ser un desafío para el equipo económico.

Habría $ 3,6 billones pendientes de renovación en los próximos cuatro meses tras el canje de deuda, según estimó Aurum Valores.

Seguramente se verá una vez más al Banco Central comprando papeles en el mercado a entidades oficiales para que luego estas últimas puedan participar de las licitaciones de deuda del Tesoro Nacional.

El staff del FMI ya manifestó al equipo económico sus reclamos por esta maniobra indirecta de auxilio del Banco Central al Tesoro.

Rojo fiscal y precios

Pero otra cuestión adicional proviene del mayor rojo fiscal que se genera por la caída de la actividad económica y la sequía. Esto obligará al Ministerio de Economía a buscar fuentes de financiamiento en un mercado ya agotado.

Una vez más las miradas se van a concentrar en el Banco Central para financiar los agujeros fiscales. En el peor escenario, siempre en el mercado de pesos, el Gobierno optará una vez más por la emisión y una inflación aún mayor al 100% en el 2023 antes que volcarse por un reperfilamiento.

Pero las apuestas de inversores a los bonos CER es siempre de corto plazo. El dólar en cualquiera de sus vertientes (MEP, contado con liquidación o el blue) puede despertarse súbitamente. Y quienes están colocados a tasa o en deuda en pesos miran de reojo diariamente la evolución de la moneda norteamericana.

Y en este campo, las expectativas se centran en el ruido que pueda surgir en mayo y junio con el inicio de la campaña electoral a pleno y el fin de la "cosechita", tal como la denominan en la plaza financiera, a lo que produzca la soja tras la peor sequía en 60 años en la pampa húmeda.

Crecer con el CER

En definitiva, las perspectivas de la deuda CER vienen mejorando desde hace un mes y medio fruto de la mayor inflación y el menor riesgo a una restructuración de esta deuda.

Los flujos de los inversores se mueven de las Lede a las Lecer según la inflación esperada. Todo es día a día en la Argentina en un contexto internacional más desafiante.

El riesgo país sigue cerca de los 2100 puntos y ni siquiera se ve un ingreso fuerte de fondos apostando al fin del kirchnerismo. El BCRA no subiría las tasas de interés a pesar de los datos de inflación superiores a lo inicialmente previsto.

La política influye en las decisiones pero también lo económico: el rojo cuasi fiscal va en ascenso y alimenta en lugar de bajar la inflación. Todo al revés en la Argentina.