La reducción de la inflación, imprescindible para el crecimiento y la mejora de las condiciones sociales, es condición necesaria para el resurgimiento del crédito de largo plazo, pero también un desafío para el de corto, ya que las cuotas ya no se licuan automáticamente, que era un impulso de algunos consumos.
En consecuencia, el peso de las cuotas presiona al ingreso disponible: ya orillan el 19% del presupuesto familiar promedio, de acuerdo a un informe de Empiria.
El stock de crédito hacia las personas subió en junio 2% real con respecto a mayo, la menor tasa de crecimiento desde marzo del 2024. Desaceleraron todos los rubros, principalmente el de tarjetas de crédito, que directamente quedó sin variaciones frente a mayo.
En caída libre
En el caso de los créditos personales, aumentaron 2% real en junio, también el menor aumento desde marzo de 2024. Para los créditos de más largo plazo, resalta el crédito hipotecario que sigue creciendo (11%), aunque parte de mínimos históricos, mientras que los créditos prendarios subieron 3%.
Las tarjetas de crédito registraron una mora de 4,2% (estaba por debajo del 2% hasta enero) y los préstamos personales de 5,6% (casi un punto por encima del máximo de los últimos registrado en los últimos 3 años). En los créditos con garantía real (prendarios e hipotecarios) la mora no aumenta, pero su incidencia en el total financiado es significativamente menor, precisan en Empiria.
¿Qué se espera de ahora en adelante?
Para Hernán Finkelstein, CEO de Pareto, "dado que el costo del dinero se encareció para los bancos, con inclusión de efectivo mínimo podría ser en torno a un 15% más caro, es de esperar que las tasas de interés de los préstamos al sector privado aumente. Las que ya aumentaron considerablemente son las tasas cortas de uno a 7 días que copian el movimiento de corto plazo del costo del dinero.
La reducción de la inflación, imprescindible para el crecimiento y la mejora de las condiciones sociales, es condición necesaria para el resurgimiento del crédito de largo plazo, pero también un desafío para el de corto, ya que las cuotas ya no se licuan automáticamente, que era un impulso de algunos consumos.
"En el corto plazo, seguramente va a bajar un poco la velocidad de crecimiento que venía registrando en el crecimiento de los saldos de préstamos y tarjetas a individuos, pero esto no es necesariamente malo".
Esperar hasta que aclare
"Para quienes estaban preocupados por lo fuerte del crecimiento y de la mora, esto haría que crezcan un poco más lento, hasta que las tasas vuelvan a mostrar signos de retomar niveles propios de una economía con inflación mensual debajo del 2%", completa.
En cuanto a los préstamos personales a individuos, se otorgan casi totalmente a tasa fija, con los cual, esta suba de tasas no tuvo impacto en quienes ya hayan tomado préstamos, pero perjudica a los bancos porque reduce su margen de intermediación. Para quienes tomen créditos nuevos, con tasas más altas, habrá menos de demanda y el monto promedio bajará.




