Caídas históricas en las bolsas globales tras la suspensión de vuelos entre Europa y EE.UU.

La decisión del gobierno de Estados Unidos sumada al bajo impacto que tuvieron los estímulos monetarios anunciados por el BCE y la Fed provocaron nuevos desplomes en Wall Street y Europa.

La decisión del gobierno de los Estados Unidos de suspender los vuelos entre su país y Europa por 30 días –con excepción del Reino Unido– caló hondo en los ya ultra sensibles mercados financieros internacionales. Las principales bolsas del mundo volvieron a desplomarse ayer, marcando en algunos casos deterioros de dimensiones históricas, a pesar de los estímulos monetarios anunciados por el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed).

Ya desde la noche del miércoles, minutos después de la cancelación de vuelos anunciada por el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podía anticiparse que la anteúltima rueda de la semana arrojaría significativas pérdidas bursátiles. La inmediata reacción tanto de las principales bolsas asiáticas como del mercado de futuros del S&P 500 así lo auguraban. Lo que tal vez no se preveía era la magnitud de las nuevas caídas.

Ni la inyección de liquidez de u$s 1,5 billones en el sistema financiero anunciada ayer por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ni un freno de operaciones durante la mañana de ayer impidieron que Wall Street viviera ayer una de sus peores jornadas de los últimos tiempos. Mientras el Dow Jones se hundió casi un 10%, su peor caída porcentual desde el crash de 1987, el selectivo S&P 500, que obligó a paralizar la bolsa al descender un 7 %, terminó perdiendo un 9,51 %, y el índice Nasdaq retrocedió un 9,43 %. De esta manera, desde el 19 de febrero último el Dow Jones perdió un 26%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq acumularon bajas respectivas de 24,5% y 22,3%.

Previo al cierre de Wall Street, el mercado europeo también había mostrado su propia jornada de desencantos. Los estímulos monetarios anunciados por el Banco Central Europeo (BCE) no impidieron tampoco que las principales bolsas del viejo continente retrocedieran con fuerza. Las mismas estuvieron lideradas por la bolsa de Milán, que perdió un 16,92% y seguida por el Ibex español, que se hundió un 14,6% y anotó así la peor sesión de su historia. Acumuló así una baja del 36,6% en las tres últimas semanas. Además, el CAC 40 de París y el Dax alemán dejaron rojos en el orden del 12% cada uno, mientras que el FTSE 100 de Londres cedió un 10,93%. Desde que empezó el año, las bolsas de Europa suman pérdidas promedio del 27%, con retrocesos de hasta 33% como el caso de Italia y de 28,5% en el del FTSE de Londres.

Las caídas se habían replicado, además, en los mercados asiáticos y de Oceanía. "El índice Nikkei de Japón cayó un 4,4% a un mínimo de casi tres años, mientras que el índice de acciones MSCI de Asia Pacífico excluyendo a Japón perdió un 4,7%. Los papeles australianos se desplomaron un 7,4% a su menor nivel en más de tres años, mientras que el Kospi de Seúl retrocedió un 4,8% a mínimos de cuatro años y medio", resumió la agencia Reuters.

"Lo que estamos viendo es una situación de pánico generalizada. Estas reacciones de los mercados a cada novedad lo que muestran es pánico. Y no se sabe dónde termina", analizó la economista y asesora de inversiones Paula Bujía. Y agregó: "Creo que lo que el mercado estaba esperando era una respuesta fiscal de Trump. La política monetaria, con este nivel de tasas de interés, ya no mueve la aguja. La gente no va a salir a invertir más o comprar más porque la tasa pase de 0,5% a 0%. Entonces, lo que están esperando son respuestas fiscales, que hasta ahora Trump no dio".

La misma lógica, indicó, corre para la decisión del BCE. "Si bien es cierto que se esperaba una baja de tasas por parte del BCE, creo que ya tanto en Europa como en Japón empieza a verse que la política monetaria es inefectiva. Hace rato vienen pidiendo políticas fiscales. De hecho, ahora en Europa se cuestiona si no hay una japonización de la economía. Se está cuestionando en todo el mundo la efectividad de las políticas monetarias. Pero es cierto que el mercado descontaba un recorte de tasa del BCE del -0,5% al -0,6%, y no lo hizo", argumentó Bujía.

En esa misma línea, los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI), consideraron a través de un informe que "los programas monetarios implementados hasta el momento –comenzando por China, seguido por la FED y el BOE, e incluso el BCE (aunque desilusionando al mercado por la ligereza de su acción)– no fueron suficientes para eliminar o al menos disminuir la fuerte volatilidad con la que operan las principales plazas de todo en todo el mundo".

Por último, el llamado "índice del miedo" se disparó ayer en Wall Street y se acercó así a su récord. El Índice de Volatilidad (VIX) se ubica en niveles de 67%, su mayor pico desde 2008. El indicador se aproxima a los máximos de 80% que tocó con la quiebra de Lehman Brothers.

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