La crisis cambiaria desatada a fines de abril quitó atractivo a los activos en pesos. El apetito por hacerse de dólares llevó a los inversores a desarmar posiciones y los bonos en moneda local lo sintieron.

En el caso de los títulos atados a Badlar, los precios se hundieron tanto que los spreads se dispararon hasta superar el 17%. La deuda provincial fue la más afectada.

"Cuando el tipo de cambio se empezó a mover y la tasa nominal a subir, la demanda por bonos en pesos empezó a caer y se perdió liquidez. Como consecuencia, los precios comenzaron a bajar y aumentaron los spreads. En ese contexto, los títulos subsoberanos pasaron de rendir entre 2,5% y 4% sobre Badlar a tener un spread de entre 15% y 18%", resumió Pablo Santiago, director de GL Capital.

El caso más representativo fue el del bono de la Provincia de Buenos Aires a 2025 (PBA25), que rindió más de 1700 puntos básicos por encima de la Badlar durante la semana pasada.

Los títulos de la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, ofrecieron spreads de entre 1400 y 1500 puntos básicos. Entre los soberanos, el impacto de la caída de precios fue algo más acotado. Sin embargo, el Bocan a 2022 pagó Badlar + 700 puntos básicos.

Como consecuencia del apretón monetario del Banco Central (BCRA), la tasa Badlar subió unos 10 puntos porcentuales desde fin de abril hasta ahora. A priori, esa mejora debería haber llevado a un alza en el precio de estos bonos.

No obstante, como el resto de las tasas en pesos se incrementaron mucho más con la Lebac a la cabeza aún los que prefieren los activos en moneda doméstica, optaron por otros instrumentos. "Les pegó mucho esta suba de tasas. Si bien la Badlar pasó de niveles de 20 o 22% a 33,5%, no alcanzó a compensar a la Lebac, que se fue de 28% a 64%", afirmó Martín Saud, senior trader de Balanz.

Otra razón para la caída de los precios fue el desarme de posiciones bancarias como resultado del aumento de los encajes anunciado por el BCRA.

"Estos últimos días hubo demanda por los bonos de la provincia de Buenos Aires a 2025 porque algunos bancos salieron a vender para integrar encajes", comentó Nicolás Laplacette, de Bavsa. Por su parte, Juan Manuel Pazos, head de estrategia de Puente, añadió otro factor que afectó al rendimiento de estos títulos: "El bono gatillo a 2019, que ajusta por inflación, rinde CER + 14%. Eso le pone un piso a los que varían según Badlar, que no van a rendir menos que eso".

Los bonos Badlar están en manos de entidades financieras y fondos de inversión, que los compraron cuando se preveía un descenso de la tasa de referencia.

La conferencia de prensa del pasado 28 de diciembre, donde se había anunciado un relajamiento de la política monetaria, abrió la puerta a esta inversión. En el mercado estimaban que, en un contexto de recorte de tasas de Lebac y expansión del crédito, la Badlar no bajaría tan rápido porque los bancos necesitarían mantenerla alta para captar fondeo.

Con la crisis financiera que se desató unos meses después, el escenario cambió. Ahora, tanto los jugadores locales como los internacionales quieren vender y por eso la deuda Badlar está ofrecida.

Pese a los precios bajos, en Puente por ahora no los recomiendan.

"Los Badlar provinciales están rindiendo lo mismo que el bono soberano con cláusula gatillo a 2019 y tienen menor liquidez", justificó Pazos.

En cambio, desde Balanz, Saud sostuvo: "Creo que ahora es un buen punto de entrada, por ejemplo, para el bono de la Provincia de Buenos Aires a 2025. Si el dólar se mantiene estable, creo que de acá a tres meses podrían bajar podrían empezar a bajar las tasas y cuando eso suceda el precio de los Badlar va a empezar a subir".