El Banco Central salió otra vez a intervenir en la rueda de REPO de A3 este lunes y convalidó en un contexto en el que el dólar minorista marcó una leve suba y alcanzó los $ 1305. En pos de controlar la liquidez y absorber pesos, ofreció tasas que oscilaron entre el 46% y el 50% nominal anual (TNA).

La jugada se da en la previa a la licitación anunciada para mañana, martes 29 de julio, cuando el Tesoro buscará renovar $ 11,8 billones explicados por por la LECAP S31L5 y la LETAMAR M31L5, ambas con vencimiento el 31/07/2025.

La intervención es en los pases a un día. "Es una estrategia que habitualmente los bancos centrales utilizan para actuar sobre el nivel de la tasa de interés y en forma indirecta para acotar las fluctuaciones del tipo de cambio, evitando una espiralización de la suba que puede generar cierta inquietud en el mercado", apunta a El Cronista Gustavo Quintana de PR Operadores de Cambio.

Y es que, el economista Federico Glustein plantea que "si se renueva la licitación de esta semana en su totalidad, sería una enormidad de millones de pesos en un mes". Se trata de un elemento preocupante porque la rentabilidad de la tasa es clave para mantener a raya las cotizaciones y en caso de que no se sostenga atractiva, puede generar fuerte presión cambiaria.

Es por eso que la licitación de mañana representa una prueba importante para la estabilidad financiera que busca el Gobierno, más que nada por el volumen del vencimiento en un contexto en donde la plaza de pesos quedó un poco descolocada a partir del desarme de las LEFIs.

"Un buen resultado implicará una mayor cobertura ante posibles tensiones cambiarias y evidentemente impactaría positivamente en los dólares paralelos. Hay que entender que el Tesoro, a partir de la propuesta de emisión cero del Gobierno y la transferencia de los pasivos remunerados del Banco Central, es el que asume toda la responsabilidad de los desmanejos macroeconómicos de gestiones anteriores", apunta Martín Sarano, economista de la Fundación Internacional Bases.

Así, en palabras del director de CEPEC, Leo Anzalone, "es evidente que el BCRA está interviniendo en la rueda de REPO y en futuros para contener la presión cambiaria y, en la previa a la licitación de mañana martes, es una estrategia que busca enviar un mensaje fuerte: el que apuesta a la corrida, pierde". Pero el riesgo de este enfoque es que se agote su efectividad si el mercado deja de creer en la capacidad de sostenerla en el tiempo.

"No se puede intervenir todos los días con futuros negativos sin costo, rompiendo un instrumento que había funcionado muy bien como las Lecaps, que hoy vuelven a estar todas negativas, volando en tasa", advierte Anzalone.

Por ahora, sirve para ganar tiempo mientras se acerca un test clave como la licitación del Tesoro. ¿Cuánto tiempo podrá sostener este juego? Aún no se sabe. La verdadera incógnita ahora pasa por las tasas que esté dispuesto a convalidar y cuán efectiva sea esa decisión para controlar el mercado cambiario.