El último informe del banco británico Barclays sobre la Argentina advierte que la estabilidad del tipo de cambio será determinante para la evolución de los mercados financieros en los próximos meses.
Según el banco, las probabilidades de que el país transite un escenario de continuidad gradual -el llamado "muddle-through"- se han reducido significativamente, ante un contexto de reservas bajas, tasas reales muy altas y un calendario de amortizaciones elevado.
El análisis de Barclays identifica al régimen cambiario como el principal punto de vulnerabilidad. Señala que la administración libertaria priorizó la estabilidad del tipo de cambio de cara a las elecciones de medio término de octubre, un esfuerzo que se ve amenazado por la baja actividad económica, las altas tasas de interés y, sobre todo, la constante caída de las reservas del Banco Central.
"Esta dinámica puso en entredicho la credibilidad del "techo" o límite del tipo de cambio, lo que generó una presión insostenible", dice el documento.
El documento es claro: "Creemos que un régimen cambiario funcional (con un tipo de cambio real efectivo 20-30% más débil) que estimularía la actividad económica mientras permite la acumulación de reservas está a la vuelta de la esquina".
La lógica es simple: "Una devaluación controlada podría desbloquear un círculo virtuoso, que impulsaría las exportaciones y la entrada de dólares, lo que a su vez fortalecería las reservas y la confianza".
Para Barclays, el régimen cambiario argentino está sin dudas bajo presión. El banco señala que la actividad económica es débil y que "el país necesita una moneda más débil para equilibrar sus cuentas externas y estimular la demanda interna".

El informe destaca que dicho ajuste permitiría al BCRA acumular reservas sin presionar la inflación, y proyectó un posible aumento de hasta u$s 17.000 millones en su ejercicio si se implementa un régimen "alineado con los fundamentos económicos y se combinan compras planificadas de dólares con disciplina fiscal y liberalización comercial", dice.
Renta fija: recomendaciones estratégicas
En el terreno de los activos financieros, Barclays mantiene una calificación Market Weight para la Argentina y recomienda una estrategia de rotación en bonos globales: sustituir Global 2030 por Global 2035 para extender la duración y reducir el riesgo de salto de precio.
El informe recuerda que, en las últimas cuatro semanas, los bonos argentinos denominados en dólares registraron pérdidas de entre 14% y 20%, reflejo de la presión sobre el régimen cambiario y la sensibilidad del mercado a las reservas y al tipo de cambio.

Barclays enfatiza que el acceso al mercado será crítico, dado que las amortizaciones previstas hasta 2035 ascienden a casi u$s 13.000 millones, "sin contar otros compromisos con multilaterales y el FMI".
Insiste en que un régimen exitoso que combine un tipo de cambio competitivo con disciplina fiscal y liberalización comercial "podría generar un ciclo virtuoso: reducción de spreads soberanos, acceso más fácil al mercado y mayor estabilidad financiera".
El informe concluye que la ventana de oportunidad es estrecha y requiere decisiones rápidas para consolidar la confianza de los inversores y evitar una mayor presión sobre reservas y bonos.
Para el gigante británico, el camino hacia la estabilidad pasa necesariamente "por un ajuste del tipo de cambio y una gestión estratégica de la deuda", que permita sostener la economía sin recurrir a medidas traumáticas que puedan desestabilizar los mercados.



