De la mano de la estabilización de la macroeconomía y la caída de la inflación, se recuperó el crédito en la Argentina. Hoy representa el 11% del PBI, muy por debajo de otros países de América Latina. Los bancos prevén que podría trepar más y alcanzar el 25% de la economía en apenas un año y medio.
"La próxima meta es llevar la bancarización a niveles del 25% del PBI los próximos años y a partir de allí ir hacia los niveles de la región, en torno al 50%", aseguró este jueves Javier Bolzico, titular de Adeba, la cámara que agrupa a las entidades de capital nacional.
El crédito al sector privado pasó de $ 40 billones hace un año a los $ 90 billones actuales, medido en valores de hoy. Crecieron todas las líneas, tanto para empresas como para personas.
Si bien los bancos volvieron a otorgar crédito hipotecario, en la City revelan que estarían cerca de alcanzar su techo por falta de fondeo de largo plazo y un crecimiento más lento de los depósitos en relación a los préstamos.
Por eso, en el sector creen que es momento de pasar de la recuperación del crédito, tras años de escasez, al desarrollo sostenido de los préstamos al sector privado. "El desafío de los próximos años es pasar de la reactivación al desarrollo del crédito. Y eso exige mucho trabajo del sector público y privado", agregó Bolzico.
¿Que se necesita para seguir creciendo?
Los bancos piden que continúe el proceso de desinflación; que bajen los impuestos nacionales, provinciales y municipales; y que crezca el fondeo para prestar a largo plazo al sector privado.
Según Adeba, para que el crédito llegue al 25% del PBI del país, son necesarias estas condiciones:
- Consolidar los logros macroeconómicos.
- Bajar los gastos en los tres niveles de gobierno que permitan reducir y eliminar los impuestos distorsivos: Impuesto al cheque a nivel nacional, IIBB y sellos a nivel provincial y Tasas municipales. Hoy el crédito sigue cargando esas tres pesadas mochilas en sus espaldas.
- Continuar la mejora del marco normativo del BCRA, que promueva la innovación y desarrollo financiero sobre bases sólidas. Se debe evitar que se generen arbitrajes regulatorios o ámbitos de intermediación financiera no regulada a gran escala, que pongan en riesgo el ahorro del público y/o la estabilidad sistémica.
- Identificar y eliminar las regulaciones innecesarias que aún persisten en el marco normativo bancario, tal como lo viene haciendo el BCRA.
- Profundizar la desregulación de la economía, removiendo aquellas trabas públicas y a veces privadas que aumentan innecesariamente los costos al sector privado.
- Generar las condiciones para el crecimiento de los depósitos y del ahorro de largo plazo. Solo así se podrá desarrollar el crédito en general y aumentar el volumen de los créditos hipotecarios.



