Alejo Czerwonko lidera las estrategias de inversión de UBS Global Wealth Managment para mercados emergentes. Argentino, radicado en Nueva York, le tocó vibrar hace dos semanas el impacto del resultado de las elecciones bonaerenses entre inversores argentinos.

Y, contrariamente al pesimismo de los mercados, que arreciaba el viernes al mediodía, cuando se realizaba esta entrevista y el riesgo país superaba 1450 puntos, Czerwonko plantea una perspectiva alternativa.


-Quiero empezar por compartirte la bastante buena noticia, que creo que no es suficientemente reconocido estos días en lo que se refiere a el mundo emergente y la Argentina, por supuesto, dado la tensión de los mercados en particular, que es el entorno financiero global que enfrenta el país es muy bueno, es muy bueno. La otra manera de verlo es, esta situación se podría haber puesto mucho peor en un contexto global desfavorable. Tenemos un entorno global bastante favorable, definido como una Fed que acaba de recortar tasas de interés, mandando una señal que se vienen recortes adicionales. En nuestra expectativa, tres recortes más antes de la mitad del año que viene. Esto para los mercados emergentes es un viento de cola fortísimo. Un derivado de esta realidad es que el dólar estadounidense ha tenido el peor comienzo de año en 50 años y en nuestro análisis, si uno piensa próximos trimestres, esta debilidad del dólar debería continuar. Lo otro a recalcar es que las primas de riesgo corporativo soberanos están a mínimos de 25, 30 años, dependiendo de cuál se mire, en particular para mercados emergentes soberanos, el promedio de las primas de riesgo por debajo de 300 puntos básicos es menor o más bajo en 10 años. Entonces, en otras palabras, estas primas hacen que financiarse no sea nada caro comparado a la historia. Y no nos olvidamos de que la Argentina en particular, en fin, una tasa arancelaria efectiva a sus exportaciones a los Estados Unidos, de las más bajas de todo el mundo. Y además, por el momento, la Argentina tiene un aliado clave en la Casa Blanca. Sin ir más lejos, es noticia, la semana que viene, Javier Milei va a estar en Nueva York, va a recibir un premio por parte del Atlantic Council, y hay una reunión confirmada con Scott Bessent, un buen amigo para tener en estas circunstancias. Entonces, esa es un poco la mejor noticia que te puedo dar, que viene por fuera del país.

"Teniendo en cuenta el entorno global para emergentes y la Argentina favorable, teniendo en cuenta que sí, el resultado del 7 de septiembre fue una mala noticia, pero no perfectamente extrapolable, yo veo a la Argentina tradeando en parte de la curva de dólares en línea con Ucrania y me parece que hay un exceso de pesimismo".

-¿Y en lo que refiere al plano doméstico?

-No es novedad que te diga que, por supuesto, la elección de hace 10 días para un inversor es mala noticia. Pero a mí me parece que el mercado está sobre reaccionando a la información que obtuvimos hace 10 días y la información que venimos recolectando desde entonces, por varios motivos. El primero es que la elección de la provincia de Buenos Aires es extrapolable a la elección de medio término, pero solo parcialmente. A mí me parece que hay muchos puntos que aún no le permiten concluir que es información valiosa, pero solo parcial, y que la suerte no está echada en octubre. ¿Ejemplos? La elección de hace 10 días fue supervisada, como sabes, por autoridades provinciales. La elección de octubre será supervisada por autoridades nacionales. La de hace 10 días fue con boleta sábana, por partido. La elección de octubre será con boleta única de papel. Esto tiene un impacto psicológico y en términos de comportamiento y toma de decisiones muy distinta. La elección de hace 10 días, el peronismo provincial tenía todos los incentivos de promover participación. Un panorama muy distinto nos espera en octubre. Digamos que son dos batallas diferentes. Y, digamos, concluir que, dado que pasó A, va a pasar B, me parece un poco prematuro. Lo último que te diría es reconocer que ha sido un golpe duro, pero con suficiente tiempo para recalcular y reposicionarse. Yo sé que son semanas, pero en un contexto de una elección latinoamericana, esto representa bastante tiempo. Hemos visto ajustes de retórica, ajustes de estrategia, que van en la dirección, creo, correcta. ¿Será la magnitud adecuada? No estoy seguro, el tiempo dirá. Pero ya hemos empezado a ver cierto ajuste como respuesta a ese traspié. Entonces, teniendo en cuenta el entorno global para emergentes y la Argentina favorable, teniendo en cuenta que sí, es mala noticia, pero no perfectamente extrapolable, yo veo a la Argentina tradeando en parte de la curva de dólares en línea con Ucrania y me parece que hay un exceso de pesimismo.

-¿Pero no observa ninguna razón interna, ninguna razón, racional económico de la gestión actual, desde lo monetario o cambiario, que pueda estar induciendo este miedo de los mercados? ¿Es todo político?

-No, no es que soy ciego a, digamos, primero, los tropiezos políticos, no solamente en la elección, sino en los días sucesivos en términos de desarrollos en el Congreso. Yo creo que la vasta mayoría es de origen político y después se retroalimenta con situaciones económico-financieras. Porque como consecuencia de este set back, preocupaciones preexistentes de crecimiento, reservas, tipo de cambios, se exacerban. Lo que a la vez exacerba la preocupación de índole político, lo que a su vez es la preocupación de índole económico. Pero, cuáles son las fuerzas más potentes que está interactuando en este sistema, son dos: expectativas de composición del Congreso en octubre a lo que se le agrega una re-evaluación. del panorama político estructural de la Argentina. Es decir, en la próxima presidencial, para el inversor, el espectro de un regreso al kirchnerismo. Esa probabilidad se reevalúa.

-¿Eso es lo que se pone en juego en octubre, entonces?

-¿Por qué octubre es importante? Por la probabilidad de aprobación de reformas estructurales que se venían anhelando mucho, desde el punto de vista inversor, la laboral, impositiva y previsional. Y luego, todo el mundo está tratando de entender si la Argentina cambió.

"Yo creo que la vasta mayoría de la inestabilidad de estos días es de origen político y después se retroalimenta con situaciones económico-financieras. Porque como consecuencia de este set back, preocupaciones preexistentes de crecimiento, reservas, tipo de cambios, se exacerban. Lo que a la vez exacerba la preocupación de índole político, lo que a su vez es la preocupación de índole económico".

-¿Por eso la relevancia de la elección en la provincia de Buenos Aires, para esa imagen de supevivencia del kirchnerismo?

- Correcto. Mi argumento es que esto sí es un punto de información válido, pero no es perfectamente extrapolable. Hay muchas limitaciones respecto de eso. Pero podemos decir que con los datos disponibles de la elección bonaerense aumentó la posibilidad de que el kirchnerismo siga vivo. Y eso hace reevaluar octubre, reevaluar los siguientes cuatro años de administración. Yo creo que tiene un impacto mayor sobre los siguientes cuatro años de administración y esa expectativa de que el kirchnerismo sigue vivo.

-¿En un escenario optimista de que La Libertad Avanza gane algunos grados de capacidad de gestión política, por decirlo de alguna forma, ¿se revierte este proceso de deterioro económico? ¿Es automático?

-No completamente, pero en buena parte, sí, porque el entorno global acompaña y porque el inversor lo que necesita, cuanto mínimo, es visibilidad de que este Gobierno de cuatro años va a terminar, va a tener cierta habilidad política de, en mayor o menor medida, seguir implementando los cambios estructurales que propone. Si uno toma, por ejemplo, un indicador como el muy frecuentemente comentado riesgo país, veríamos un colapso muy marcado en ese caso. Lo mismo aplicaría al premio de riesgo en acciones. Angustias por el tipo de cambio van a continuar, porque este era un tema debatido antes, ahora y seguirá siendo debatido. Hay muchas visiones distintas sobre cuál es el rumbo ideal. El FMI está metido en el medio, es una variable política socialmente muy sensible para el país, entonces dejaría ese indicador un poco de lado, no tengo tanta convicción por ese lado, pero riesgo país y prima de riesgo accionario, si se da esa definición de mayores grados de libertad para operar políticamente, veríamos cómodamente el riesgo país volviendo a, no sé si niveles preelectorales, pero nada comparable a los casi 1500 puntos de este momento.

"Con un buen resultado para LLA, si uno toma, por ejemplo, un indicador como el muy frecuentemente comentado riesgo país, veríamos un colapso muy marcado en ese caso. Lo mismo aplicaría al premio de riesgo en acciones. Angustias por el tipo de cambio van a continuar"

-El análisis que plantea de alguna forma está extendido en el mundo de las finanzas en cuando a las posibilidades políticas, de escasas chances de la oposición de arrebatar todo en octubre, ¿por qué no entra nadie para aprovechar estos precios?

-La semana siguiente a las elecciones bonaerenses en Buenos Aires había un grado de pesimismo prevalente bastante profundo. Pero creo que en este momento, de modo muy táctico, estamos hablando de días o incluso de horas o de semanas, lo que el inversor está buscando es un circuit breaker de algún tipo. El inversor siente pero, no creo yo que sea la sensación adecuada, que en Milei está en caída libre, que a la derrota de la provincia de Buenos Aires se le acumulan derrotas en el Congreso y se le acumulan desafíos de tipo de cambio, lo que se está traduciendo en desafíos de actividad y que, digamos, estamos entrando en un círculo vicioso, no virtuoso. Y creo que para que esta percepción cambie necesitamos lo que en inglés se llama un circuit breaker, un cortocircuito que dé la impresión de un cambio.

-¿Cuál podría ser?

-Es imposible predecir cuál podría ser, algún tipo de anuncio político, doméstico, potencialmente, o creo que con el titular de la reunión programada con el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Después del Día de la Liberación que anunció Donald Trump, Bessent eligió en abril estar en Buenos Aires. Semanas después dijo explícitamente que si la Argentina estuviese en problemas podríamos llegar a ayudar de manera más tangible. Ahora, la número uno del FMI, Kristalina Georgieva, acaba de anunciar que el número dos del organismo para reemplazar a Gita Kopinath es una de las manos derechas de Bessent. No hay garantía de nada, pero podría ser este un circuit breaker interesante, lo seguiría de cerca.

"No hay garantía de nada, pero un anuncio de Scott Bessent podría ser este un circuit breaker interesante, lo seguiría de cerca"

-El ministro Luis Caputo (N. de la R.: y luego de esta entrevista el presidente Milei) anunciaron que estaban negociando y anunciarían en semanas la financiación de los vencimientos de enero y julio de 2026. ¿Pueden ser esas líneas anunciadas por Bessent?

-Puede ser como puede que no, porque por ahí el plan de Caputo, obviamente que no conozco los detalles, tiene que ver con iniciativas del sector privado. Y yo te estoy hablando de vínculos con el sector público. ¿Quién te dice, en un mundo creciente, donde las líneas entre el sector público y el sector privado sobre todo el mundo desarrollado, vemos una combinación?

-¿Con cuánta plata se calma la ansiedad argentina?

-No me atrevo a compartir montos. Yo creo que la señal, una señal explícita por parte del Tesoro, sería muy poderosa. Más allá del monto. Ahora, si estamos hablando de una desactiva que proviene más del sector privado, ahí sí el monto es más relevante. Tendríamos que ver cuánto se cubre. A ver, tenemos u$s 6000 millones amortizando en el 2026, u$s 7000 millones en 2027. Me da una idea de, digamos, qué requeriría un blindaje para mitigar expectativas de espiral y default. No creo que se consiga la totalidad, porque esto es a través del sector privado, quiero decir. Pero si es el Tesoro, sería un número, no importa cuál es el número, la señal es muy fuerte.

-¿El gobierno de Trump no tiene limitaciones políticas para esa asistencia?

-Yo creo que es mucho más fácil ahora que hace un año, porque el gobierno de Trump está rompiendo con todo tipo de precedentes. El pasado no es ningún tipo de condicionante a ideas y propuestas del futuro. Ahora todo es posible. Hemos visto tanta iniciativa inimaginable en tantas áreas de la política económica/ economía política de este mundo, que me parece que iniciativas que vayan en dirección de dar una mano a lo que se percibe como un aliado regional, no me parece descabellado.