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Las altas tasas aún no seducen a los ahorristas para alterar sus preferencias por la moneda norteamericana.
Para las colocaciones a plazo fijo a un mes, el rendimiento de casi 6%, no alcanza para compensar las expectativas de subas del dólar en la Bolsa y del blue.
El costo de inmovilizarse por 30 días también conspira contra las colocaciones a plazo.
Fondos y contexto
Por cada $ 100.000 colocados en bancos a tasa, se obtienen casi $ 5800 en intereses, sólo $ 708 más que con el nivel de tasas anterior a la suba dispuesta por el BCRA el jueves pasado.
Los fondos comunes de inversión de "money market" pagan menores rendimientos y los títulos en pesos, si bien pueden tener rendimientos superiores, están sujetos a las variaciones en su precio.
El "carry trade", las apuestas a diferentes monedas en el mercado internacional, consisten en endeudarse en un país con tasas bajas para luego invertir en un activo que brinde una alta tasa de retorno.
"Es solo una movida de tasas para patear el problema para adelante, con el agravante que agiganta el déficit cuasi fiscal, genera emisión futura de $ 5,7 billones a esta tasa, en un año, solo de intereses".
El contexto mundial no está claro con tasas internacionales en alza y oscilaciones de los tipos de cambio. Ayer por ejemplo, el dólar trepó contra las principales monedas ante la desaceleración en la economía de China, con caídas en precios de petróleo y la soja. Por ende los flujos de fondos del exterior también se mantienen ausentes en el caso argentino.
Según Franco Tealdi, asset manager y Magister en Finanzas de la Udesa, "nuestra recomendación siempre para perfiles conservadores es mantener la posición en su mayoría dolarizada. No hay ningún cambio de fondo, no hay plan integral que cambie los aspectos fundamentales de la economía argentina, es decir, nada que permita la entrada genuina de dólares y que achique el déficit fiscal".
Agregó en diálogo con El Cronista que "esto es solo una movida de tasas para patear el problema para adelante, con el agravante que agiganta el déficit cuasi fiscal, genera emisión futura de $ 5,7 billones a esta tasa, en un año, solo de intereses. Por lo tanto no apostaría al carry trade de manera agresiva bajo este escenario a menos que se vean medidas de fondo".
Las apuestas a los papeles de la deuda aún despiertan dudas entre inversores. Recuérdese que el 8 de junio, cuando el mercado doméstico envió claras señales al entonces ministro Guzmán de que había saturación a su búsqueda de financiamiento, comenzó el desplome de las cotizaciones con una fuerte caída de las colocaciones de los ahorristas en fondos comunes de inversión.
Desde entonces, la preocupación del equipo económico, primero Silvina Batakis y ahora Sergio Massa, pasó por recuperar el financiamiento en la plaza local.
Despejados
El canje reciente de deuda despejó vencimientos por los próximos 90 días.
Pero dado que el flamante ministro aseguró que no va a requerir asistencia financiera del BCRA vía emisión monetaria, se descuenta que va a sobrevenir una oferta masiva de papeles de la deuda siempre y cuando haya demanda para abastecer no sólo los vencimientos sino también para cubrir el rojo fiscal.
Los rendimientos de la deuda en pesos oscilan en torno al 68% para las emisiones a tasa fija.
Los papeles que ajustan por el CER tiene rendimientos de casi un punto por debajo de la inflación para los que vencen en 2023 mientras que los que lo hacen en 2024 ya pagan casi 10 puntos más que la inflación hasta esa fecha.
La codicia por ahora no mata al miedo que tiene un mercado a bruscos saltos en la moneda norteamericana. Las heridas de junio y julio no cicatrizaron.




